Periodismo en tiempos de fumigación

Frente a ello, Gipuzkoa siempre ha sido una sociedad intelectualmente curiosa, a la que le ha gustado y le gusta estar informada y opinar con criterio. Y durante los últimos 90 años y los 90 siguientes, El Diario Vasco ha estado y estará ahí intentando ser un compañero de viaje, un testigo y notario de los cambios de una comunidad compleja y plural siempre enganchada a los trenes de la innovación y al sentimiento de pertenencia. El periódico ha evolucionado al ritmo que le ha marcado Gipuzkoa y mantiene un pacto irrenunciable con sus lectores basado en la independencia, la responsabilidad y el periodismo veraz y comprometido. Somos lo que somos porque los lectores lo deciden así cada día y nuestro objetivo es vencer todas las resistencias para no defraudarles. Les acompañamos en el papel, en la web, en las redes sociales, en Donostia, Arrasate o en Nueva York cuando enciendan sus móviles, siempre con la finalidad de serles útiles. Nos equivocaremos, cómo no hacerlo, en un mundo en el que todos queremos conocer de manera inmediata la información sin margen de error, pero les aseguro que tras cada noticia, cada reportaje, hay trabajo y responsabilidad. Ese es un contrato al que no podemos renunciar. Es una tarea que va más allá de la información, es un compromiso social de El Diario Vasco con Gipuzkoa, con sus asociaciones del tercer sector, con sus clubes deportivos, con la cultura, con los retos a los que nos enfrentamos, como la igualdad, la necesaria inmigración, los problemas de la juventud y la búsqueda de la mejor calidad de vida para los mayores. Un periódico responsable para tiempos que demandan responsabilidad.

El Diario Vasco no estaría aquí sin la ingente tarea que hicieron todos los que nos precedieron y no puedo más que agradecer el compromiso diario de los que hoy llevan el testigo. Lejos de mirar hacia atrás, hemos querido celebrar los 90 años haciendo lo que mejor sabemos: poniendo sobre la mesa los retos actuales y abordando un futuro, como siempre cargado de transformaciones, pero de oportunidades. En tiempos de estelas fantasmas y aviones fumigadores, en tiempos de la posverdad, la información veraz, contrastada y útil es más necesaria que nunca. Y para eso, si ustedes así lo desean, intentaremos no fallarles