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Los siete suscriptores compartieron la reunión de la mañana donde se planifica el día, con las previsiones informativas que siempre bailan al ritmo de la actualidad.
Los siete suscriptores compartieron la reunión de la mañana donde se planifica el día, con las previsiones informativas que siempre bailan al ritmo de la actualidad. De la Hera

«¿Cuántas veces cambiáis la portada de la web? ¿A qué hora cerráis el periódico?»

Siete suscriptores de DV visitan las instalaciones de Miramon y comprueban en primera persona cómo planifican y desarrollan su trabajo los periodistas que cada día se encargan de elaborar las diferentes informaciones tanto para el papel como para el digital y las redes sociales. «Aquí todo está perfectamente organizado», aseguran

Bruno Parcero

San Sebastián

Lunes, 18 de noviembre 2024

L

os lectores y suscriptores de EL DIARIO VASCO son su razón de ser. Durante estos 90 años todo el esfuerzo realizado ha ido dirigido a mantenerles puntual y convenientemente informados, adaptándose constantemente a los cambios que la sociedad ha ido demandando para no perder el pulso de la actualidad. Ese trabajo diario de cientos de profesionales es el que este periódico ha querido acercar a siete de sus miles de lectores -273.000 diarios entre la edición impresa y la digital (según el último Cíes), con 15.000 suscriptores digitales de pago- que fueron invitados a conocer las instalaciones del Parque Tecnológico de Miramon así como el proceso de elaboración del diario y al personal que día a día se encarga de llevar hasta los hogares todo lo que sucede en cada rincón de Gipuzkoa y del mundo, tanto en formato papel como en la web y a través de las redes sociales. Una visita al corazón del DV.

La preocupación de Iñaki Martixa y de Francisco Javier Gallego son las diferentes guerras: «Son una lacra», dice Martixa. «En este momento estamos sufriendo tanto la guerra en Ucrania como la invasión israelí en Palestina, por no hablar de otras guerras latentes que hay en muchos otros sitios. A ver si algún día conseguimos que al igual que existe el día sin coche, haya un día sin guerras y podemos llegar a tener paz en el mundo».

El conflicto en Oriente Próximo preocupa especialmente a Javier Gallego, que desea su final cuanto antes: «Es insoportable, quiero que acabe ya», clama.

Finaliza la visita de nuestros suscriptores pero el corazón del DV sigue latiendo con fuerza. Todavía queda trabajo por hacer para seguir teniendo a los lectores puntualmente informados, como cada día desde hace noventa años.

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