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Qué gana y qué pierde Eurovisión si Israel sigue en el festival
Polémica

Qué gana y qué pierde Eurovisión si Israel sigue en el festival

La UER ha decidido este jueves que el país hebreo continúe en el festival, con discrepancias dentro del 'Big Five'

Jueves, 4 de diciembre 2025, 07:12

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Israel es uno de los participantes de Eurovisión que mejores resultados ha obtenido, y más poder tiene, a lo largo de los 51 años en los que lleva compitiendo por el ansiado y este año tambaleante micrófono de cristal. Esa suerte, o esfuerzo, ha cambiado. Aunque, como todo lo que rodea a Eurovisión, la polémica está servida para un festival que se ha quedado sin la participación del país que más veces se ha alzado con el micrófono de cristal: Irlanda.

Mientras cinco países (Irlanda, Países Bajos, Islandia, Eslovenia y España) han pedido a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) que vete al país hebreo de la edición que se celebra en Austria, otros ven en el debate sobre su participación una polémica estéril. Otros, sin embargo, como Reino Unido y Francia, no se han pronunciado. Ha sido durante la 95ª Asamblea General este jueves 4 de diciembre cuando la UER ha tomado la decisión de no hacer una votación específica.

Bandera de Israel

Israel debutó con éxito en Eurovisión 1973, celebrado en Luxemburgo, alcanzando el cuarto puesto con Ilanit y su tema 'Ei-Sham', una canción que hablaba de un lugar ideal y un jardín de amor, evocando para muchos el sueño cumplido de la Tierra Prometida. Fue el primer país geográficamente no europeo en participar en el certamen.

Desde entonces, ha participado en 48 ocasiones con cuatro victorias en su palmarés. En ocho ocasiones no ha pasado a la final y en otras cuatro no participó: en 1980 y 1984 por coincidir con el Día del Recuerdo (Yom HaZikarón), en 1994 por quedar fuera según las normas del concurso y en 1997 por coincidir con el Día en recuerdo del Holocausto (Yom HaShoah).

Solo cinco años después de su debut, Israel logró la primera de ellas con Izhar Cohen & The Alphabeta y la canción «A-Ba-Ni-Bi». Fue un momento histórico que inauguró una nueva etapa en el certamen, con un tema de mensaje universal sobre el amor y la comunicación que dio a Israel gran visibilidad cultural en Europa y el mundo.

Un año después, Eurovisión se celebra por primera vez fuera de Europa, en Jerusalén, donde Israel volvió a ganar con «Hallelujah» de Gali Atari y Milk & Honey, una canción interpretada como un himno de paz en un contexto de tensión en Oriente Medio tras el Tratado de Camp David firmado entre Israel y Egipto, que provocó el boicot de varios países árabes.

Israel volvió a ganar Eurovisión casi 20 años después de su última victoria, con el tema «Diva», interpretado por Dana International, la primera artista abiertamente transgénero en lograrlo. Su triunfo supuso un hito social y cultural, marcando un antes y un después en la historia de Eurovisión y en la representación LGBTQ+ en los medios.

Tendrán que pasar otros veinte años para que Israel se alce con la victoria en Eurovisión gracias al 'Toy' de Netta, una canción convertida en himno de empoderamiento femenino vinculado al movimiento #MeToo. La elección de la sede de Eurovisión 2019 generó debate porque el Gobierno israelí quería celebrarlo en Jerusalén, pero la UER optó por Tel Aviv para evitar la carga política y diplomática que suponía la primera.

En medio de la incertidumbre sobre la participación de Israel en la próxima edición de Eurovisión, que se celebrará en Viena, la cadena pública israelí anunció su proceso de selección y detalló su plan de emisión para 2026, aumentando la presión sobre la UER antes de su posible expulsión.

AUX STEP FOR JS

Una discusión que enfrenta, incluso, a los miembros del 'Big Five', los que más aportan y deciden el futuro del festival. Si España se encuentra entre aquellos que no participarán si Israel lo hace, Alemania no acudirá al certamen si finalmente el país hebreo es expulsado. Es decir, el eurovisión de este año será, si finalmente se celebra, una edición inédita de vetos cruzados donde Israel, el séptimo país que más veces ha ganado el certamen, condiciona el número de participantes y propuestas que queden sobre el escenario de un festival que se autodefine, pese a todo, como «apolítico» y defensor de la «unión» entre países.

Un lema que quedaría en cuestión si hay ausencias en un festival en el que ahora mismo, según el presidente de la Asociación de Eurovisivos de España (AEV España), Isidro Mayor, «Israel tiene más peso que cualquier país europeo, incluidos los 'Big Five'». No solo es un participante más, sino que la principal empresa patrocinadora del festival es israelí. Es por lo que el experto asegura que la UER debería responder solo a una pregunta: ¿Por qué mantienen a la empresa israelita, amiga del gobierno de Netanyahu, y no eligen a una empresa europea?

Con Izhar Cohen y Alphabeta, Israel consigue la primera victoria en Eurovisión. R.C.

Y aunque a día de hoy, asegura, «está todo muy lioso y es muy aventurado» hacer predicciones sobre la decisión final del organismo -con un acuerdo de paz firmado-, Mayor apuesta porque España, que es de los pocos países que ha participado en todas las ediciones excepto en una, deberá acatar su decisión y no participar en Austria. «Israel tiene muchísimo poder» y el gobierno iraelí, continúa, «está muy metido en Eurovisión porque Netanyahu necesita que Israel esté blanqueada en cualquier evento internacional».

Gali Atari y Milk & Honey dieron la segunda victoria a Israel en 1979. Dan Hadani collection / National Library of Israel

Pero si su debut en 1973 abrió un camino de éxito para Israel, su ofensiva en Gaza, que deja 68.000 muertos y que la propia ONU ha calificado de genocidio, podría acabar con una racha que en los últimos años lo han aupado hasta los primeros puestos. Unas victorias que, por casualidad o azar, comenzaron en un momento clave. Fue en 1978 cuando el país hebreo alcanzó su primer micrófono de cristal. Una victoria que coincidió con el reconocimiento de Israel por parte de Egipto, convirtiéndose en el primer país árabe en dar este paso diplomático. Su segunda victoria, en un festival celebrado en Jerusalén en 1979 con la canción 'Hallelujah', coincidió con la firma en marzo del Tratado de Paz Egipto-Israel.

Sharon Cohen, conocida como Dana International, tras ganar el festival en 1998. REUTERS

Su tercera primera posición llegó en 1998, con Dana International, la primera artista transgénero en ganar Eurovisión en un contexto en el que estaban en marcha negociaciones de paz entre Israel y Palestina. La victoria llegó después de una situación políticamente crucial y delicada en el proceso de paz Israel-Palestina. En septiembre de 1995, se firmaron los Acuerdos de Oslo II en Taba, que ampliaron la autonomía palestina en partes de Cisjordania, estableciendo una división territorial en zonas con distintos grados de control israelí y palestino. Pero este acuerdo fue brutalmente interrumpido dos meses después tras el asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabin por parte de un extremista judío opuesto a las concesiones territoriales.

Una relación de históricas victorias en momentos clave y que puede hilarse con su puesto en la pasada edición del festival, donde ya había un amplio movimiento a favor de Palestina y en contra de la participación del país hebreo por su ofensiva en la Franja. Sin embargo, el debate que ahora parece un gran castigo para Israel no ocurrió cuando Rusia comenzó su guerra en Ucrania.

Aunque la petición de veto a Israel se hizo en septiembre, la decisión llegará en noviembre, después de la entrada en vigor de la primera parte del acuerdo de paz firmado entre Israel y Hamás en octubre

La forma de actuar, de hecho, fue totalmente diferente. Rusia comenzó su ofensiva el 24 de febrero de 2022, y justo un día después de que comenzara la guerra, la UER decidió impedir su participación. «La decisión refleja la preocupación de que, a la luz de la crisis sin precedentes en Ucrania, la inclusión de una candidatura rusa en el concurso de este año desacreditaría la competencia», rezaba el comunicado que la UER hizo público el 25 de febrero.

Sin embargo, con Israel, los tiempos, a pesar de la gravedad de los hechos, son diferentes. Dos años después del comienzo de la guerra, la división sobre si expulsar a Israel del certamen sigue latente. E incluso aún hay países que defienden su participación porque, en sus palabras, entre las sanciones a Israel no se pueden aplicar aquellas que afecten al pueblo de Israel. Una postura defendida por Alemania, el país que ha participado en todas las ediciones pero que solo tiene en su poder dos micrófonos de cristal. A pesar de ello, es uno de los países que más peso tienen en la decisión final de la UER al ser miembro del 'Big Five'.

La amenaza de boicot a Israel

Para la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, es un error que países como España decidan no participar en el festival si es que Israel no es expulsada. «Todas estas medidas que van en la dirección de castigar al pueblo israelí, creo que son erróneas y no las proponemos», declaró después de que Irlanda, Eslovenia, Islandia, Países Bajos y España hicieran pública su postura. Una decisión que tampoco comparte el Gobierno de Austria, país anfitrión de la próxima edición. La ministra de Asuntos Exteriores austriaca, Beata Meinl-Reisenger, ha pedido públicamente evitar el boicot, argumentando que «excluir a Israel de Eurovisión o boicotear el evento no aliviará la crisis humanitaria en Gaza ni contribuirá a una solución política».

Antes de todo, y sin ir más lejos, lo cierto es que el tema apolítico sobre el que se supone se sustentan las canciones en Eurovisión no se ha aplicado para la delegación israelí en las dos pasadas ediciones. Tanto en 2023 como en 2024, sus propuestas, incluso una de ellas que tuvo que ser cambiada en 2023, hacían claras referencias a los atentados del 7 de octubre, con mensajes con los que trataron de justificar su imagen y sus acciones. En 2025, Yuval Raphael fue una de las víctimas de los atentados que, según Israel, justifican la destrucción en Gaza.

Bandera de Israel

Irlanda debutó en 1965 y es, con diferencia, el país más exitoso de la historia de Eurovisión junto a Suecia. Aunque no de la historia reciente. Su década fue la de 1990, con cuatro de las victorias, y Johnny Logan, su representante en 1980 y 1987, es, junto a Loreen, el único que ha ganado dos veces el festival. Pero no es todo. En 1992 ganó la propuesta que él había escrito. 'Why me?', la tituló. Después de eso, la sequía se instauró en Irlanda, y sus representantes no consiguieron dar la nota suficiente como para al menos ser recordados entre los finalistas.

Bandera de Israel

Países Bajos tuvo que esperar 44 años para conseguir su última victoria, en 2019. Y estuvieron sin pasar la semifinal durante ocho años seguidos. Un país, por ende, con un recorrido de altibajos a pesar de ser uno de los participantes en la primera de las ediciones. Aunque su edición más polémica la protagonizó precisamente en 2024. Joost Klein fue expulsado del festival la misma noche de la final tras un incidente, apuntaron, con una persona de producción. Finalmente, la Fiscalía sueca lo absolvió por falta de pruebas.

Bandera de Israel

España ha sido de los pocos miembros que tan solo ha faltado a la cita eurovisiva en una ocasión. Fue en 1962 y por una cuestión de tiempos. Aunque por victorias, no se reconoce, aunque ha sido de los pocos en ser anfitrión dos años seguidos.

AUX STEP FOR JS

Sea como fuere, si la UER da el paso adelante, algo que parece poco probable puesto que países como Alemania e Italia, del 'Big Five', defienden la presencia del país hebreo, Israel habrá finalizado su etapa de bonanza en el festival. Desde 2004 tan solo ha caído en las semifinales en siete ocasiones (2004, 2007, 2011, 2012, 2013, 2014, 2022). Y aunque las apuestas de la edición de 2024 y 2025 apuntaban a un mal resultado para las representantes israelitas, los resultados fueron bien distintos. En 2023, el país logró el tercer lugar con 362 puntos, seguido por un sólido quinto puesto en 2024 con 375 puntos.

En 2025, cuando algunos sectores de la sociedad ya habían pedido la exclusión de Israel e incluso en RTVE, antes de la emisión de la gala final, hubo un mensaje de condena y de apoyo a Palestina, Israel superó sus marcas recientes al alcanzar el segundo lugar en la gran final, acumulando un total de 356 puntos. Reafirmó así su posición como una potencia musical en el concurso europeo, manteniéndose hasta el último momento en primera posición frente a Austria. Una votación en la que aunque ya en ese momento RTVE había pedido estudiar su participación, el televoto español le otorgó los 12 puntos.

Netta Barzilai, la última representante israelí en ganar Eurovisión, en 2018. EFE

La polémica está servida de una forma u otra. Tanto si Israel participa, como si finalmente no lo hace. Incluso los expertos abren la puerta a que el festival no se pueda celebrar por falta de consenso entre los países. Por ello, Mayor se pregunta que si Israel participa, por qué no lo hace también Palestina, un estado reconocido por cada vez más países europeos, como España, Reino Unido y Francia, miembros del 'Big Five'. No obstante, para Mayor, la participación de un país en conflicto no debería permitirse. Y al igual que está en contra de la presencia de Israel, porque «los derechos humanos están por encima de cualquier otra cosa», rechaza la participación de Ucrania, quien ganó en 2022 por «la pena» de haber sido invadido. «Es política dentro de Eurovisión», añade.

Si finalmente varios países no participan, la UER tendrá que reestructurar las semifinales

Fue ese año cuando España, de hecho, consiguió su mejor posición en los últimos años. Chanel consiguió una tercera posición ansiada por España y arrebatada por el televoto, que le otorgó la cuarta posición. Un «robo», según los expertos, que se convirtió en el mejor resultado de España desde 1995.

Pero si Israel finalmente participa, sí que quedarían fuera algunos de los grandes ganadores del festival a lo largo de la historia. Una pérdida como Irlanda, que es el país que más veces ha ganado, dejaría al próximo festival de la canción europea con menos participantes e incluso se debería plantear la opción de celebrar tan solo una semifinal, y no dos como es lo habitual desde 2008. Antes de 2004 sólo había una final, con todos los participantes.

Sea cual sea la decisión de la UER, lo que está claro es que Eurovisión 2026 será inédito. Tras décadas de unir a los países bajo el paraguas de la música, las actuaciones estravagantes y las polémicas -aunque anecdóticas- votaciones y eurodramas, la participación de un país que ha cometido, en palabras de la ONU, «genocidio» ha abierto en canal el seno de Eurovisión. Proteger a uno a cambio de dejar caer a cinco. Es el resultado que parece se impondrá en una reunión que debía celebrarse en noviembre pero que fue atrasada por la UER, quien no veía necesaria abrir el debate. Pese a los hecho.

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