Juan Luis Arsuaga | Paleontólogo

«El mejor titular dentro de 90 años es que Orio ha ganado La Concha; que nuestra especie sigue haciendo lo de siempre»

- Claro, pero tenemos un serio problema con el planeta. El calentamiento global afecta a la mayor parte de la población humana, y también está el agotamiento de algunos recursos. Hemos esquilmado el planeta y eso es un juego que no sé si vamos a poder ganar.

- Antes de extinguirnos acabaremos con todos nuestros herederos. Los chimpancés, nuestros parientes más cercanos, están en las últimas. Los que nos podrían heredar van a desaparecer antes que nosotros.

- Yo soy utopista utópico y pienso que el futuro será mejor que el presente y el pasado. Dirán que somos la generación que acabó, o por lo menos empezó a acabar, con la discriminación de la mitad de la población, es decir, de todas las mujeres, y dirán que empezamos la revolución digital y la inteligencia artificial. Dirán todo eso y también que esquilmamos el planeta. Heredamos un planeta en el que nuestra esperanza de vida no llegaba a los 50 años y ahora la hemos dejado en casi 80, pero también hemos heredado un planeta maravilloso, con selvas, con costas, y mira lo que dejamos.

- Bueno, ha habido codicia y destrucción de la naturaleza desde el neolítico, es decir, desde la agricultura y la ganadería. Guerras y violencia ha habido siempre, con lo cual eso sí que lo van a entender. Todo esto, si no hay un holocausto nuclear, que ese sí que es un peligro real, y la verdad es que no sé cómo vamos a evitarlo.

- Soy optimista, pero hay armas nucleares suficientes para destruirlo todo. De momento no las hemos usado, no sé lo que aguantaremos.

- Es la única barrera. En general, lo que creo que dirán esos paleontólogos del futuro es que hemos acabado con todo, con todas las especies, con todos los ecosistemas, con el océano, con todo. La depredación ha sido absoluta. Ha sido un expolio, nos hemos gastado la herencia.

- Sinceramente, y eso es algo que se puede medir, creo que ahora hay menos violencia de la que ha habido en la historia de la humanidad, que es básicamente una historia de violencia, y en Europa no digamos.

- Sí. Parece que no hay forma de acabar con ellas, incluso entre pueblos con culturas y religiones parecidas.

- Matamos por odio, por fanatismo. Somos la única especie fanática, la única que tiene banderas, la única que mata por un trapo.

- No debería serlo, al menos no directamente, lo que sucede es que nosotros, los humanos, tenemos capacidades simbólicas y eso nos permite construir identidades simbólicas. Y estas identidades con frecuencia son incompatibles o intolerantes. Lo repito, tenemos banderas, cruces, medias lunas, tenemos símbolos. Al crear un símbolo creamos una identidad y una comunidad, y parece que la estrella de David, la cruz y la media luna no se llevan bien.

- Los neandertales no eran tan fanáticos como el homo sapiens. Nosotros somos capaces de construir unas entidades de millones de personas como puede ser una patria, un partido político, una ideología o un equipo de fútbol. Somos capaces de crear estas identidades, que son imaginarias; hasta las fronteras son imaginarias y, sin embargo, son muy reales en la mente de las personas. Este delirio, esta locura, es exclusivo de los homo sapiens y puede servir para crear identidades excluyentes. Pero este mismo delirio es el que produce el arte. Los neandertales seguramente no tenían capacidad simbólica.

- A los aborígenes australianos, a los tasmanos y a todos los indios de las praderas los hemos exterminado. No tendría nada de particular porque hemos exterminado tantas etnias, culturas, pueblos y lenguas, que no me sorprendería que a los neandertales les diéramos el mismo trato que hemos dado a los habitantes de la Tierra del Fuego, por ejemplo.

- Sigue evolucionando, pero no hay grandes cambios anatómicos. Los pueblos que vivimos en las latitudes altas somos de color blanco, hemos modificado nuestro color de piel, o sea que nos seguimos adaptando. Hay adaptación, y el sistema inmunitario también se ha adaptado para resistir y combatir a los patógenos, pero son microevoluciones. Si se produce una macroevolución será en el laboratorio, será de diseño, por edición genética, por ingeniería.

- No sé, yo haré todo posible por que no ocurra. Si ganamos los buenos eso no pasará.

- Porque no tengo un ideal de ser humano igual que tampoco he tenido un ideal de hijo. He tenido tres hijos y si me hubieran preguntado cómo los quiero diseñar, la pregunta me habría parecido una aberración. Uno puede diseñar una oveja o una vaca para que produzcan más leche, pero aquella persona a la que se le ocurra que se puede modificar genéticamente un humano es una persona muy enferma.

- Sí, claro, pero al margen de esa cuestión, ¿quién decide quién es guapo y quién no lo es? Por esto ya hemos pasado y no queremos volver. Las personas no son tomates o zanahorias, ovejas o vacas. No hay nada que modificar ahí, no hay ninguna ingeniería que hacer con el ser humano.

- Que es una sandez. Se habla de la sustitución de una raza por otra y, para empezar, ni siquiera existen las razas. Es una elaboración y un producto de algunas ideologías incalificables. Es lo peor del ser humano. Afortunadamente, la mayor parte de la humanidad no utiliza esas categorías. Esas ideologías se aprovechan de los problemas que ofrece la vida cotidiana, porque estamos viviendo cambios económicos y de todo tipo. Los cambios producen problemas y habría que ponerse a trabajar para resolverlos. No se trata de hacer teorías absurdas.

- Como siempre ha habido inmigrantes para aquí y para allá... Es difícil imaginar una época de la historia en la que no había movimientos de población, y no hay que irse a la antigüedad más remota. Aquí los que bajaban del Cantábrico fueron los que crearon Castilla y León. Siempre ha habido movimientos de población, lo que hay que hacer es trabajar para la integración y para la convivencia.

- De momento esperamos más de lo mismo, que no es poco. Solo existe un yacimiento en el mundo en el que uno puede decir tranquilamente que espera que encontremos más fósiles humanos de un millón de años. A ver quién es el guapo que puede decir eso. Y luego espero alguna sorpresa que ahora mismo no puedo imaginar porque si pudiese imaginarla, ya dejaría de ser una sorpresa.

- Orio gana la bandera de La Concha.

- ¿Le parece poco importante?

- Este titular quiere decir que dentro de 90 años seguirán existiendo Orio y San Sebastián y que habrá regatas, que seguiremos haciendo lo que hemos hecho siempre, que habrá fiestas y ganas de divertirse. No sería mala noticia esa. La gente piensa en titulares muy estrambóticos, pero lo mejor es que el titular sea normal, eso quiere decir que todo va bien. Lo que ya no sé es de qué color serán los remeros de Orio.

- Serán de varios colores y me parecerá muy bien, pero siempre con la camiseta amarilla, claro.

- Mi familia es de Tolosa y era muy de Orio. De pequeño, Orio era como el Real Madrid de las traineras.