Cinco creadores y un diván: cultura con vistas

La actriz Marta Etura (San Sebastián, 1978) es la primera en llegar a este retrato generacional que iba a realizarse sobre la arena hasta que la lluvia fuerza el plan B, en la zona del voladizo donde estuvo la discoteca La Rotonda, como recuerdan los más veteranos. «Es increíble, entonces nos parecía enorme», dice Mikel Erentxun (Caracas, 1965). «Yo he actuado aquí y daba la sensación de gran sala, ya ves».

Nada es lo que parece. Etura viene como una joven donostiarra más guarecida de la lluvia con su paraguas y su chubasquero. Pero en un minuto abre la mochila, saca los zapatos de tacón y la cazadora y la caminante cobra el aura de estrella. La actriz, afincada durante largo tiempo en Madrid, decidió hace unos años volver a Donostia tras ser madre. «Prefiero que mi hijo crezca aquí, en un entorno más cómodo, y ser yo la que me mueva por trabajo». Y no para: va de serie en serie, en distintos proyectos, tanto en España como en el exterior, y ahora rueda en Tánger una nueva película protagonizada por Carmen Maura. «Ya tenía ganas, porque las series están muy bien, pero apetecía trabajar en una película de las de siempre», bromea. Recientemente Etura cambió de lado y se puso detrás de la cámara para dirigir su primer cortometraje, 'Lucía', un proyecto que ha recibido ya distintos premios.

La coreógrafa y bailarina Lucía Lacarra (Zumaia, 1975), entiende a Etura perfectamente en eso de regresar a casa como 'base' profesional. Antes, el saludo entre las dos artistas, tan emocionante: «Te admiro profundamente», dice la actriz a la figura del ballet. «Es mutuo», responde Lacarra. Marta Etura lleva años practicando la danza y ha dirigido y protagonizado espectáculos de esta disciplina «aunque estoy a años luz de una grande como Lucía», aclara inmediatamente. La zumaiarra también decidió volver a su pueblo después de vivir mucho tiempo fuera, actuar en los mejores teatros del mundo y recibir todos los premios. «Por un lado quería que mis hijos crecieran arropados en casa, y también comprobé que ahora una puede estar afincada en Zumaia y trabajar por el exterior. Tengo mi compañía y nos movemos, aunque a costa de que yo deba hacer el trabajo de varios: productora, coreógrafa o bailarina. No me importa: sigo disfrutando con mi trabajo».

También sigue disfrutando con su trabajo, aunque ahora esté en plena transformación, Leire Martínez (Errenteria, 1979), cantante de La Oreja de Van Gogh los últimos diecisiete años y ahora en vísperas de nuevos retos. Leire se había comprometido a asistir a esta cita antes de que estallara la crisis de su grupo y cumple, aunque prefiere no hablar con detalle del asunto. Lleva tiempo diversificando actividades, como reportera y presentadora televisiva o actriz, y avanza que seguirá vinculada a la música «porque ha sido y es mi vida». Y con una curiosidad también periodística pregunta por el trabajo a sus compañeros.

Y los compañeros están a tope. Mikel Erentxun cumplirá en febrero 60 años pero sigue trabajando con entusiasmo juvenil. Está inmerso en una nueva gira por México y Estados Unidos, lanza estos días su añorado proyecto de disco con canciones navideñas y el próximo año protagoniza la gira de aniversario de Duncan Dhu con repertorio de canciones del grupo. Será un experimento con 'el cancionero Duncan' en escena pero solo con Erentxun, sin Diego Vasallo, porque éste prefiere seguir dedicado a su propia evolución.

También enero es mes de lanzamiento para el escritor Ibon Martín (Donostia, 1976), cuando llegará a las librerías su nueva novela, otra de sus historias negras, que se desarrolla esta vez en la zona minera de Bizkaia. El día de la cita Martín acaba de enviar a la editorial las últimas correcciones y se siente liberado, por un lado, aunque pronto llegará la intensa fase de promoción, que le llevará a viajar por todo el país. Porque los títulos del novelista son verdaderos 'best seller' desde que las grandes editoriales apostaron por su literatura 'euskandinava', con títulos como 'El faro del silencio', 'El ladrón de rostros' o 'La danza de los tulipanes'.

«Yo también sigo disfrutando de la doble condición de residir en San Sebastián, escribir aquí en las cafeterías, y viajar por ahí cuando toca», apunta. Resulta curioso que es la constante de los cinco invitados, la vida en el txoko y el trabajo en el mundo. Eso lleva, por un lado, al lamento por unas comunicaciones ferroviarias o aéreas que siguen teniendo demasiadas carencias («envidio a mis colegas de Madrid o Barcelona que van a todos los sitios en tren», dice Ibon Martín) y la falta de mejores estructuras culturales que permitan a las estrellas de la danza, por ejemplo, desarrollar su trabajo en el propio País Vasco sin necesidad de emigrar, según subrayan Lacarra y Etura.

Los cinco protagonistas también coinciden en la charla, mientras la lluvia arrecia sobre la playa, en que Gipuzkoa «produce» más creadores por metro cuadrado de los que correspondería por número de habitantes, y en la potente actividad cultural del territorio, «aunque en esto, siempre, quedan tantas cosas por hacer», comentan para huir de cualquier narcisismo.

Les proponemos un juego para este tiempo de aniversario de El Diario Vasco: sus recuerdos personales del periódico. Por ejemplo, la primera vez que aparecieron en las páginas de DV. Leire Martínez menciona una fecha precisa: un 6 de enero de 2008, cuando se apuntaba su nombre como nueva cantante de La Oreja de Van Gogh, meses después de la marcha de Amaia Montero. Casualmente es su salida del grupo la noticia que la está llevando a portada las últimas semanas.

Marta Etura no concreta con tanto detalle su primera vez. «Fue hace muchísimo tiempo», señala, pero sí recuerda que «me hizo enorme ilusión, porque ver tu nombre en el periódico que siempre leíamos en casa era un empujón a una carrera que empezaba entonces llena de dudas».

También Mikel Erentxun tiene asociadas sus primeras apariciones en DV con los inicios de Duncan Dhu. «No puedo detallarlo, pero pienso que fue a comienzos de 1985, cuando lanzábamos nuestro primer disco. Desde entonces el periódico ha sido siempre el espejo que ha ido contando nuestra evolución, hasta ahora», dice el músico donostiarra.

Del mismo modo, Lucía Lacarra relaciona esa primera aparición con un espectáculo de danza celebrado en el Victoria Eugenia, donde ella actuaba en sus inicios. Y el caso más curioso es el del escritor Ibon Martín, porque su nombre salió impreso en DV «cuando tenía 7 u 8 años, y por nada relacionado con los libros, sino por una competición de hockey en la que participé».

¿Siguen leyendo con interés este periódico? «Sin duda, es el periodismo cercano que mejor llega», responde Etura y corrobora Erentxun. «Me gusta cómo da la información general con una óptica anclada en nuestra tierra», resume Lucía Lacarra. «Para quienes vivimos aquí es la referencia», agrega Ibon Martín. Y a todo eso Leire Martínez añade un sonoro 'zorionak'.

Hechas las fotos llegan las despedidas. Como una confirmación de lo dicho en las conversaciones, Etura y Lacarra se escapan corriendo para coger el avión. Los pies en las raíces, las ramas abiertas al mundo

Temas

• 90 años contigo