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Gipuzkoa clama por una sociedad sin violencia ni discriminación contra las mujeres
Un millar de personas se manifiesta por la tarde en Donostia en el día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres
No hay mayor evidencia de la necesidad de seguir luchando contra la violencia machista que un nuevo asesinato de una mujer a manos de su pareja. Y este lunes, día Internacional para Eliminar la violencia contra las mujeres, otro nombre se sumó a esa cruda lista negra. Es la víctima número 52 de este 2019. Tenía 26 años y fue asesinada en Tenerife por su novio, con quien llevaba tres meses conviviendo, y quien, después de acuchillarla en el cuello, intento suicidarse sin éxito.
El clamor contra la violencia machista y el recuerdo a aquellas mujeres que ya no están volvió a abrirse paso entre las calles de numerosas localidades del Estado, y miles de ciudadanos alzaron la voz de nuevo para lanzar un mensaje de hartazgo por este último caso, el de las otras 1.028 mujeres víctima de la violencia machista contabilizadas desde 2003 y las otras miles que sufren a diario y en silencio esta lacra.
El color morado cubrió también las tres capitales vascas con actos reivindicativos en los que participaron los máximos representantes institucionales, quienes insistieron en la necesidad de reparar y honrar la memoria de estas mujeres. San Sebastián fue el escenario central de la jornada, con la manifestación que partió a las siete de la tarde del Boulevard, convocada por la Asanblada feminista de la capital guipuzcoana, y dentro del programa de acciones organizadas por el propio Ayuntamiento.
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Cuatro 'columnas humanas' partieron media hora antes desde Ibaeta, Morlans, Egia y la Casa de la Mujer, ubicada en el centro de la ciudad. La cita era en Alderdi Eder, donde una batukada dio la bienvenida al millar de personas de todas las edades que se acercaron, ataviadas de mensajes como «Hasta que no me veas muerta no me vas a creer», «No + feminicidios» y otros contra la violencia obscétrica, Vox y las políticas de igualdad «Frente al fascismo de Vox, más feminismo».
Otras mujeres portaron pancartas en las que se leían mensajes en euskera como «Ez gara Kikilduko. Aurrera Goaz» (¡No nos acobardaremos, vamos adelante!)
Antes de empezar a recorrer las calles del Centro, una veintena de jóvenes colgaron de la fachada del Ayuntamiento una gran pancarta con las caricaturas del alcalde Eneko Goia, y del edil Ernesto Gasco, denunciando la gestión en materia de Igualdad del consistorio. Y en esa línea, desde la Asanblada feminista reivindicaron al término de la manifestación políticas que tengan en cuenta a las mujeres y «las diversidades». «Estamos hartas de palabras vacías, cuya intencionalidad es callarnos a las feministas. Está todo dicho, sí, pero queda todo por hacer», señalaron en el comunicado que se leyó al final de la manifestación, en el quiosco del Boulevard. La lluvia respetó el acto.
Distintas facetas
En Euskadi, 4.244 mujeres denunciaron el año pasado ante la Ertzaintza haber sido víctimas de actos de violencia machista, y 1.551 están protegidas con algún tipo de medida. A ellas y a muchas otras que siguen sufriendo en silencio se dirigió ayer la directora de Emakunde, Izaskun Landaida. «No estáis solas y las instituciones vascas seguirán trabajando para ofrecer las mejores soluciones posibles y prevenir nuevos casos», indicó durante su participación en Vitoria, en la concentración celebrada por el Gobierno Vasco y presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu.
El Ararteko, por su parte, recordó que la violencia machista no se representa siempre de la misma manera y subrayó que este problema no afecta solo al fenómeno de la violencia perpetrada por la pareja o expareja, sino también a otras formas de maltrato, como la violencia sexual y el acoso, los matrimonios forzados o la trata de mujeres.
La Diputación de Gipuzkoa, las Juntas Generales y el Ayuntamiento de Donostia expresaron su más firme rechazo a la violencia machista e hicieron públicas sendas declaraciones institucionales de condena y de solidaridad con las víctimas que, en el caso del consistorio donostiarra, fue leída por todos los partidos de la corporación en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.
La nota discordante de la jornada la puso Vox. El partido de Santiago Abascal rechazó sumarse a las movilizaciones de condena y por primera vez en 14 años, el Ayuntamiento de Madrid no realizó una declaración institucional debido al rechazo del partido de extrema derecha, decisivo para formar el gobierno de PP y Ciudadanos. De hecho, en el acto que se celebró ayer en el Ayuntamiento de Madrid, una víctima de violencia machista increpó al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, después de que pronunciara un discurso donde llamó a «romper el silencio negacionista», lo que provocó que numerosas mujeres abandonaran la sala. La mujer que interrumpió a Ortega Smith fue Nadia Otmani, presidenta de la asociación de mujeres Al Amal y víctima de violencia machista desde que le dispararan mientras defendía a su hermana de su agresor. Quedó parapléjica y ahora utiliza silla de ruedas. «Estamos soportando mucho. De este país no cobro ni un duro y llevo 20 años luchando contra la violencia de género. Respete a las mujeres víctimas de violencia machista», le pidió.
Por la mañana, diferentes instituciones y organismos públicos han alzado la voz para pedir que no se dé «ni un paso atrás» en esta lucha. En Gipuzkoa, la Diputación de Gipuzkoa, las Juntas Generales (JJGG) del territorio y el Ayuntamiento de San Sebastián han expresado su más firme rechazo a este tipo de violencia y han hecho públicas sendas declaraciones de condena y de solidaridad con las víctimas.
En Vitoria, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, ha advertido de que el Gobierno Vasco y las instituciones vascas no permitirán «ni un paso atrás» en la lucha contra la violencia sobre las mujeres. Landaida ha participado en Vitoria, en la concentración celebrada por el Gobierno Vasco, que ha estado presidida por el lehendakari, Iñigo Urkullu. En declaraciones a los medios de comunicación, Landaida destacado que el Gobierno autonómico mantiene una actitud «proactiva» para combatir la violencia machista.
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