La preocupación de los vascos por la vivienda se dispara y marca el nivel más alto de la historia
El 58% de los ciudadanos lo considera uno de los tres principales problemas, un nivel que no se veía desde 2007, en plena burbuja inmobiliaria, segun revela el Sociómetro del Gobierno Vasco
La preocupación por la vivienda sigue disparada en Euskadi y se consolida como el principal problema social de los vascos, aumentando la distancia respecto a ... otros asuntos como la seguridad, que también sube, el empleo o la sanidad. El tercer Sociómetro vasco de 2025 revela que la falta de un hogar digno preocupa al 58% de la población, el nivel más alto de la historia, solo igualado en 2007 en plena burbuja inmobiliaria. En la última oleada de este sondeo del pasado verano había pasado del 47% al 51%, lo que supone siete puntos más que hace cinco meses y once más que a comienzos de año. Entre los principales problemas sociales, además, el 42% está preocupado por cuestiones relacionadas con el mercado laboral, mientras que una de cada cuatro personas menciona la inseguridad ciudadana y el sistema sanitario. La inmigración y los problemas relacionados -incluido racismo y xenofobia-, así como los dificultades económicas, son otros de los inconvenientes sociales que pone de relieve la ciudadanía vasca.
Por territorios, en Gipuzkoa es donde más destaca la vivienda como principal problema para los encuestrados. Casi dos de cada tres consultados -el 64%- lo meten en el podio de las principales preocupaciones sociales, por delante de Bizkaia (56%) y Álava (54%). Un porcentaje muy relacionado al precio de la vivienda, más alto de media en nuestro territorio que en el de los vecinos. Los problemas ligados al mecado de trabajo siguen en segundo lugar en los tres territorios, mientras que solo los vizcaínos colocan la delincuencia como tercer problema más preocupante, mientras que para guipuzcoanos y alaveses esa plaza en el podio la siguen reservando para la salud y Osakidetza.
En cuanto a los problemas personales que más afectan a la vida diaria de los vascos, los más importantes son los relacionados con el mercado laboral (24%), los problemas económicos (24%), la vivienda (23%), la sanidad (19%) y la inseguridad ciudadana (17%). En los últimos meses han aumentado especialmente las preocupaciones por la vivienda y la inseguridad. Otros problemas personales mencionados por la población son las infraestructuras y el transporte, el funcionamiento y cobertura de los servicios públicos o la salud personal.
Pese a esta radiografía social de Euskadi, el 66% de la ciudadanía vasca considera que la situación política es buena o muy buena, mientras que solo el 18% opina lo mismo sobre el conjunto del Estado. Desde 2023 ha aumentado la percepción de que la situación política en España mala o muy mala, aunque entre junio y noviembre de 2025 la percepción ha mejorado cuatro puntos y esa tendencia parece haberse frenado.
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El sondeo también desvela que el 72% valora positivamente la situación de la economía vasca, frente al 37% en el caso de la española. Sin embargo, la percepción sobre ambas economías ha empeorado notablemente en comparación con el anterior Sociómetro Vasco.
Valoración de líderes políticos
En la valoración de los líderes, solo aprueban el lehendakari y el líder de la oposición en el Parlamento Vasco. El jeltzale Imanol Pradales obtiene la mejor puntuación, un 5,7 sobre 10, seguido de cerca por Pello Otxandiano, portavoz de EH Bildu en la Cámara vasca, con un 5,4. Detrás se sitúa el socialista Eneko Andueza, con un 4,5; Jon Hernández, de Sumar, que logra un 4,3; y el popular Javier de Andrés y Amaia Martínez, de Vox, que se quedan en un 2,9.
Respecto a la simpatía política el PNV encabeza la lista con con 5,1 puntos sobre 10, seguido por EH Bildu y PSE-EE -ambos con 4,4 puntos-, y Sumar con 3,7. Tanto la simpatía hacia EH Bildu como hacia Sumar está en máximos históricos, mientras que jeltzales y socialistas se sitúan cerca de sus mejores registros. La simpatía hacia Vox también está al alza, pero apenas llega a 1,1 puntos y el PP mantiene una simpatía estable de 1,9.
El lehendakari es además el líder más conocido (79%), seguido de socialista Andueza (49%), el líder soberanista Otxandiano (48%) y el popular De Andrés (42%). Por el contrario, los líderes menos conocidos son el parlamentario de Sumar, Hernández, (17%) y Martínez, de Vox, (24%).
El interés por la política ha alcanzado su nivel más alto desde 1995, de modo que un 44% de la ciudadanía dice estar muy o bastante interesada, aunque la mayoría sigue mostrando poco o ningún interés. La mitad de la ciudadanía cree que hacen falta cambios en el panorama político vasco, pero no un cambio total; un 25% opina que ese cambio sí debe ser total y un 22% no ve necesidad de cambio. En los últimos diez años ha aumentado la percepción de que se necesitan cambios moderados y también la de que no hacen falta cambios en la vida política vasca, mientras que el porcentaje de quienes ven necesario un cambio total ha disminuido.
Satisfacción personal
Esta nueva oleada del Sociómetro se ha elaborado a partir de 3.030 encuestas telefónicas -985 en Gipuzkoa, 1.315 en Bizkaia y 730 en Araba- realizadas entre los días 11 y 14 de noviembre de 2025. En este caso, además de preguntar a la ciudadanía acerca de su opinión sobre la situación actual, sus actitudes y sus valores políticos como viene siendo habitual, se han incluido preguntas sobre satisfacción personal, percepción del futuro, deseo y realidad reproductiva o creencias religiosas.
Así, la población de Euskadi muestra un alto nivel de satisfacción con su vida familiar (8,4 puntos sobre 10) y con sus amistades (8,1). También puntúa entre 7 y 8 su vivienda, sus relaciones sentimentales y/o sexuales, su salud, su tiempo libre y su trabajo. La satisfacción es menor respecto al dinero disponible cada mes (6,5). Desde 2013, la satisfacción por la mayoría de los elementos ha disminuido un promedio de casi medio punto. Sin embargo, en comparación con 2021, la satisfacción con las relaciones sentimentales y/o sexuales ha aumentado —probablemente porque en 2021 estaba muy condicionada por la pandemia—, mientras que la satisfacción con las amistades y el tiempo libre se ha mantenido estable.
Aun así, los vascos sitúan su nivel de felicidad en 7,7 puntos sobre 10, el más alto desde 2014 y estable desde 2021. La felicidad está condicionada al nivel de renta y, en ese sentido, las personas desempleadas o de clase social baja presentan niveles de felicidad algo inferiores a la media.
El Sociómetro también ha preguntado a la población de Euskadi cuántos hijos o hijas le gustaría tener o le habría gustado tener y solo el 11% afirma que no desea ninguno, mientras que el 44% preferiría tener dos y el 26% tres. Sin embargo, al preguntar por el número real de descendientes, una de cada tres personas declara no tener hijos. Al respecto de su visión sobre el futuro de la población más joven, el 69% cree que tendrán un futuro más difícil, la cifra más alta desde 2016, mientras que solo el 9% piensa que lo tendrán más fácil que las generaciones anteriores.
El capítulo de las creencias religiosas refleja que el 45% de la población se considera creyente, aunque dos de cada tres no practican su religión. Entre el resto de la ciudadanía, un 18% se declara atea, un 15% muestra indiferencia hacia la religión, un 12% se identifica como agnóstica y un 9% afirma no tener religión, aunque se considera espiritual. Dentro del grupo de creyentes, el catolicismo es la religión predominante: cuatro de cada cinco son católicos (82%).
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