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Lunes, 24 de octubre 2022
En los deportes individuales y de resistencia el principal condicionante del rendimiento (aunque no el único, como veremos al final) es el estado de entrenamiento, al contrario de lo que sucede en otros deportes en los que puede influir mucho el talento (tenis, pádel, artes marciales…) o el talento y la táctica/estrategia colectiva (fútbol, baloncesto, balonmano, etc). Cuando hablamos de la preparación para una carrera como la Behobia-San Sebastián, el estado de entrenamiento depende de la dosis, es decir, la cantidad o volumen de entrenamiento y la intensidad. Con estas variables podemos encontrar dos tipos de atletas según su experiencia entrenando.
El primer grupo es el de los atletas que están en los primeros años de su régimen de entrenamiento. Aquellos que han seguido un plan solo durante los últimos 2-3 años, aunque previamente hubieran hecho deporte libremente. Estos atletas pueden experimentar una mejoría cuando aumentan su volumen de entrenamiento de un año para otro y todavía están en una etapa en la que entrenar un 10 o un 20 % más que la temporada anterior puede producir mejoras en las marcas, manteniendo el resto de las variables en cuanto a series e intensidad. Hablamos entonces de alguien que puede permitirse entrenar, por ejemplo, una hora más por semana y va a acumular 20-30 horas más de entrenamiento antes del evento para el que se prepara. Durante esa 'hora extra' puede hacer lo mismo que ha hecho hasta ahora, sin grandes modificaciones, y experimentar una mejoría gracias a ese aumento de volumen.
El segundo grupo sería el de los atletas que ya acumulan 3-4 o más temporadas de entrenamiento estructurado, han ido aumentando el tiempo que dedican a entrenar y puede que ya hayan alcanzado el volumen máximo que sus compromisos les permiten (familia, trabajo, viajes, responsabilidades…). En esta situación, un aumento de volumen no es posible, o el aumento es de escasa cuantía y, además, el cuerpo ya presenta las máximas adaptaciones que puede conseguir gracias al volumen de entrenamiento, por lo que no se apreciarán los beneficios del rendimiento. En este caso, es la intensidad la que debe aumentarse y la que podrá condicionar y provocar un aumento del rendimiento. Por aumento de intensidad nos referimos a realizar series más rápidas y más largas, y repartidas en un periodo más largo.
Repasando estos dos tipos de circunstancias, el lector puede entender por qué los atletas profesionales entrenan tan duro. Ellos disponen de todo su tiempo para entrenar y todos pueden entrenar prácticamente el mismo tiempo (es difícil que un profesional entrene 100 horas más que otro en un año ya que ambos entrenan 'todo lo que se puede') y las diferencias entre ellos se van a obtener del entrenamiento de intensidad. Sin embargo, este enfoque no es el necesario para una persona aficionada o debutante si aún está en sus primeros años.
Por último, el deporte individual de resistencia no está exento de factores clave como la estrategia o la motivación cuando se quiere superar un récord personal. Por ejemplo, es más probable establecer un récord cuando la parte final de la carrera es la que más rápido se corre, como demuestran algunos estudios. Por ello, muchas personas, incluidas el propio Kipchoge, piensan que su reciente récord establecido en Berlín (2:01:09) no es su mejor marca posible ya que, según sus propias palabras, fue demasiado rápido en la primera media maratón y sus tiempos finales se resintieron. Lo mejor está por llegar.
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