Sandra Ramajo: «Estos días he pensado más de una vez echarme atrás en mi decisión de dejar la Real»

- ¿Cómo está viviendo todo esto?

- Disfrutando a tope. ¡Mira cómo tengo la voz! Para todas está siendo algo increíble, y a nivel personal tiene un punto muy especial. Es increíble acabar mi carrera en la Real ganando por primera vez una copa con el equipo de mi vida. Nunca lo voy a olvidar. Para mí ha sido un año difícil al salir de una lesión grave, y quiero dar las gracias al equipo por darme un año así. No he jugado mucho pero he disfrutado un montón y he tratado de ser una más durante todo el tiempo. Agradezco a todas las compañeras que han pasado por el club, Larra (Larraitz Lucas), Maialen Zelaia... Ver a miles de personas en Alderdi Eder es la guinda a una temporada histórica.

- ¿Qué supone conseguir la Copa de la Reina para alguien que ha visto crecer el club desde abajo?

- Hace once años que empecé en la Real, y el camino ha sido difícil. Sabemos que el fútbol femenino va creciendo poco a poco, que se están dando pasos importantes, pero lo que estamos viviendo en los recibimientos no es normal. Aunque ya hemos jugado tres veces en Anoeta, no estamos acostumbradas a ver tantos aficionados volcados por nosotras. Por eso insisto en acordarme de toda esa gente que ha pasado durante estos quince años en el club.

- Durante los días previos a la final, llamaba la atención el convencimiento que transmitía el equipo en sus posibilidades.

- Sí, sí, sí. Sin duda. Te aseguro al 100% que el equipo estaba muy convencido de poder superar al Atlético de Madrid. Durante la semana trabajamos el partido, pero sobre todo trabajamos que el equipo estuviera mentalmente fuerte, que siempre creyera que podíamos ganar. No pensábamos en los penaltis ni en nada, sino en ganar el partido durante los 90 minutos, con la seguridad de que teníamos que meter dos goles. Así lo decíamos, ¡eh! Realmente fue así. Hemos trabajado mucho las dinámicas para fortalecer el grupo, estar cerca unas de otras... Durante la temporada hemos demostrado que sabemos jugar al fútbol, y en los últimos días se ha incidido más en la unión y el convencimiento para ganar el partido, que en cuestiones técnicas.

- De todo lo vivido tras el pitido final, ¿con qué se queda?

- Con el momento de levantar la copa. Era yo la que estaba ahí en la grada, pero yo sentía que éramos todas las jugadoras las que levantábamos el trofeo. Me refiero a las jugadoras de la plantilla actual y las de los años anteriores.

- ¿Por qué decide dejar la Real en el momento en el que más alto está el equipo?

- Es raro, ¿no? Creo que ha llegado el momento de dejar paso a las más jóvenes, que vienen pegando muy fuerte. Mi lesión de rodilla me llegó en mi recta final en el fútbol. Durante este tiempo mi prioridad era recuperarme bien, y lo he conseguido. Ahora sigo teniendo ilusión por seguir jugando, pero aún no he decidido nada.

- ¿Qué hará los próximos días?

- Disfrutar todo esto. Hoy, mañana... Personalmente ha sido un año muy duro, pese a que siempre he sentido el cariño y el apoyo del vestuario. En el fútbol hay más momentos para trabajar y sacrificarse que para celebraciones. Así que quiero disfrutar, ahora que estoy recuperada.

- ¿No se ha arrepentido de la decisión de su agur?

- (Ríe y se emociona). ¡Uff! La última semana ha sido muy especial. El domingo pasado la Real me hizo un homenaje muy bonito en Zubieta, y a partir de ahí he vivido unos días muy sentidos. Es verdad que he pensado más de una vez en dar un paso atrás y seguir, pero tomé la decisión y voy a tratar de no echarme para atrás (ríe).

- ¿Qué le pide el cuerpo? ¿Conocer otra ciudad, otro fútbol?

- De momento solo me pide disfrutar. No tengo decidido adónde ir, pero allá donde vaya, voy a llevar a la Real en el corazón.