Motivación, fiesta y peticiones al presidente

«Antes de llegar en autobús a Los Cármenes le he dicho al equipo que íbamos a meter dos goles», aseguraba ayer Arconada a los medios allí reunidos. Dicho y hecho. Pero la victoria comenzó a fraguarse incluso minutos antes de saltar al verde. Jon Berastegi, coach del conjunto txuri-urdin, dejó una pizarra en el vestuario para que cada una de las futbolistas escribiese una frase motivadora. «Disfrutar sufriendo», «vamos a saber sufrir y a ayudarnos entre todas a sacarlo adelante», «luchar como si no hubiera más», «vamos a atrevernos», eran algunas de las frases que las pupilas de Arconada escribieron de su puño y letra en el vestuario de Los Cármenes.

Con la Copa ya en el interior del autocar realista, el equipo al completo salía del estadio nazarí en torno a las 00.40 de la madrugada. La fiesta y las bebidas isotónicas corrieron hasta altas horas de la noche en una de las discotecas más famosas de Granada. Acompañaron a las futbolistas sus familiares, amigos, exjugadoras y exentrenadores, y también los medios que se acercaron a cubrir la final de la Copa.

Tras una noche repleta de emociones y alegrías, la expedición realista salía de Granada con media hora de retraso sobre el horario previsto, a las 09.30 horas de la mañana, para aterrizar una hora después en el aeropuerto de Loiu. Era Jokin Aperribay el encargado de cargar con una Copa que lucirá en las vitrinas de Anoeta a las mil maravillas.

Caras de cansancio y muchas gafas de sol podían verse entre cada una de las jugadoras que se subían al chárter oficial del club como consecuencia de una prórroga nocturna que se alargó más de lo previsto. El cansancio no hizo mella en los ánimos de las jugadoras, que pese a tener un día repleto de reconocimientos tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento, ninguna de ellas perdía la sonrisa e incluso se arrancaban con alguna que otra broma dedicada al mandamás blanquiazul. «¡Saca la pasta, Aperry saca la pasta!» soltó alguna que otra futbolista en alusión a la prima por llevarse el codiciado trofeo.

La llegada al aeropuerto de Loiu terminaba con una felicitación por parte de la tripulación polaca de la aeronave, que a diferencia del vuelo de ida, esta vez sí que eran conscientes de lo que habían logrado parte de sus pasajeras. Sin haber dormido, la expedición realista ponía rumbo a San Sebastián para darse un baño de masas por la capital guipuzcoana en un fin de semana que quedará grabado a fuego en la memoria de cada una de ellas.