¿Cómo vivió la histórica consecución de la Copa?

«Quedamos una amiga y yo para ver el partido en casa con mi madre. Sufrimos todas muchísimo, sobre todo en la parte final, pero fue muy entretenido. Mi padre, Luis Fernando Dadíe, la ganó hace 32 años y es muy emocionante ganarla ahora y que lo haga además el equipo femenino. He estado a punto de llorar de la gente que ha venido a celebrarlo aquí».

«Vi el partido con una amiga y fue súper emocionante. Estuvimos unos minutos con una tensión horrible, fueron muy igualados, pero al final conseguimos llevarnos la Copa. Disfrutamos un montón los dos goles, sobre todo el de Nahikari, que fue impresionante. Están haciendo historia. Hace tiempo esto era impensable y lo hemos conseguido».

«Hemos venido desde Logroño a ver a Marea y a pasar el fin de semana. Yo soy de la Real y mi chica del Osasuna, pero bueno. Me alegro mucho que hayan sido ellas las campeonas, porque los chicos no andan muy finos. El seguimiento del deporte femenino está aumentando y es un orgullo que después de 32 años volvamos a ganar una Copa».

«Cenamos en casa con los amigos, como si fuera un día grande, y lo celebramos hasta altas horas de la noche. Fue bastante sorpresa, porque decían que el Atlético de Madrid era un rival mucho más fuerte, pero pelearon como unas jabatas. Desde que ganaron en Zaragoza no lo habíamos vivido, a ver si podemos vivir una así con los chicos pronto».

«Vimos la primera parte del partido en casa y la segunda en el Círculo Riojano, porque teníamos cena. El Atlético de Madrid, como club, es mejor, pero la Real jugó muy bien y yo creo que con un poquito más de calma incluso habrían podido sentenciar y ganar antes. Como los chicos no nos dan alegrías, son las chicas las que han roto el molde».

«Fue un partido muy bonito, una maravilla. Un encuentro con respeto en todos los aspectos del juego, con deportividad y dando ejemplo a más de un equipo masculino de la Primera División, sin malos rollos ni agresividad ni nada malo. Que haya tanta gente que haya salido a la calle a celebrarlo es la bomba, me produce muchísima emoción».

«Vimos el partido en un bar porque la Plaza de la Trinidad estaba hasta arriba, y lo vivimos con muchos nervios. Hoy he venido con mi madre a Alderdi Eder y es una pasada ver toda la gente que ha venido a recibirlas, sobre todo porque hasta ahora no se les había animado tanto y se merecen este empujón, tanto económicamente como animicamente».