«No tiene precio lo que hacéis, sois la leche»

En realidad, desde que la expedición txuri-urdin llegó más tarde de lo previsto a Zubieta por el retraso con el que despegó el avión que les llevó a Loiu, toda la mañana se convirtió en una espera a las campeonas por una gesta que pareció demasiado inesperada.

Ni champán en el vestuario, ni autobús descapotable, algo que se echó en falta para que la fiesta se hubiera desbordado. En cuanto el imponente autocar del club asomó el morro por la calle Hernani, se desató el jolgorio, los bocinazos y las bufandas al viento. En el interior del vehículo, al otro lado de los cristales tintados que impedían ver los rostros tan felices como ojerosos, se intuía la incredulidad. «¡Madre mía la cantidad de gente que hay!», se oyó en un vídeo de las jugadoras que circuló por las redes sociales.

El fervor creció en cuanto se abrió la puerta y aparecieron las capitanas Sandra Ramajo y Nahikari García. Sonrientes y con la Copa de la Reina en la mano. Tras ellas, el resto de la comitiva triunfal, que se hartó de chocar sus palmas con los aficionados.

Hubo menos gente que entonces, pero para los que peinamos canas resultó imposible no retraernos a aquellos títulos del club, ochenteros y en blanco y negro.

En lo alto de los balcones del ayuntamiento que luego acapararían las heroínas blanquiazules, el alcalde, Eneko Goia, y varios representantes de la actual corporación y candidatos a integrarla en la próxima legislatura no perdían detalle de lo que sucedía en la terraza principal, casi a ras de calle, aunque las futbolistas aún estuvieran muchos metros más arriba, sumidas en su nube de felicidad.

Entre los presentes, además de Goia, estaban miembros del Ayuntamiento como Martín Ibabe y Jon Insausti (PNV), Amaia Almirall, Josu Ruiz y Olaia Duarte (EH Bildu), o Ernesto Gasco y Miguel Ángel Díez (PSE-EE). También dos mujeres conocidas primero en el ámbito del deporte y ahora en política como Ane Karrere (EH Bildu) y Nekane Arzallus (PNV), expresidenta del GBC.

Cuando las jugadoras asomaron por el balcón, hasta Eneko Goia pasó a un segundo plano. Una a una, el speaker fue anunciado sus nombres, que eran jaleados por la afición. La mayor ovación se la llevaron las tres últimas, Nahikari, la portera Mariasun Quiñones y Ramajo.

Tras una noche larga -o corta, porque alguna vio amanecer-, apenas hubo espacio para las grandes alocuciones. Había ganas de seguir de marcha, y las jugadoras se volcaron en comunión con la afición a ritmo de Queen. Sonaron, y cantaron, 'We are the champions' -cómo no- y 'We will rock you', para terminar con el himno txuri-urdin.

Entre medias, las jugadoras se saltaron el guion para tratar de covencer a Nahikari García para que termine renovando por la Real Sociedad. «Nahikari, quédate; Nahikari, quédate», entonaron desde el balón, con la afición haciendo los coros.

Ya en el interior del salón de plenos, Eneko Goia recuperó el protagonismo con un expresivo «sois la leche», que provocó el aplauso de la plantilla. «Sois un club que tenéis la capacidad de hacernos sentir profundamente orgullosos de ser guipuzcoanos y de ser donostiarras. En días como hoy gozamos en las calles y nuestras casas. No tiene precio lo que hacéis. Bihotz, bihotzez, zorionak».