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Jueves, 21 de mayo 2020
Atrévete a cocinar sin descongelar los alimentos previamente. Si no te ha dado tiempo, te has olvidado o simplemente necesitas recurrir a tus reservas de comida congelada para preparar una comida de última hora o sin previsión, no te preocupes, no tienes que esperar a que se descongele.
Cocinar carne o pollo sin descongelar es muy sencillo, la clave está en saber congelarla. A la hora de meterla al congelador, es importante tener en cuenta varios factores. Lo primero es limpiar bien el alimento, quitando las posibles pieles, pellejos o impurezas.
Una vez la carne esté bien limpia, se debe envolver en papel film de forma individual. Si se va a recurrir a las clásicas bolsas de congelado, introduciendo varias unidades dentro, es importante colocar las pechugas o filetes separados, de forma que al sacarlas no se hayan congelado pegadas en bloque unas con otras.
A la hora de cocinar estos alimentos, nuestro gran aliado será el horno. Lo primero es precalentarlo a unos 220ºC y cuando esté caliente, se introducen las piezas. Un buen truco para que mantengan su jugosidad dorándose por fuera es untar su superficie, ya sea con aceite o con un sazonado al gusto, en el que se pueden incluir especias y salsas.
Aunque una buena opción para asegurarnos un buen dorado es sellarlo previamente a la sartén. Hay que tener especial cuidado en este aspecto. Si vamos a marcar la pieza antes de introducirla en el horno debemos asegurarnos de que no tiene hielo, ya que en contacto con el aceite empezaría a saltar. Para evitarlo es importante a la hora de congelarlo envolverlo bien seco y con el papel film bien pegado.
El pescado es otro de los alimentos que podemos cocinar sin descongelar si se nos ha olvidado sacarlo a tiempo. Lo primero es congelarlo de la misma forma que hemos hecho con la carne.
A la hora de cocinarlo, tenemos que precalentar el horno y colocar el pescado en un recipiente hondo que nos permita taparlo con papel de aluminio. De esta forma lo taparemos con una capa doble y lo meteremos al horno durante cinco minutos a 220ºC.
Pasado este tiempo, para conseguir que se dore y suelte el exceso de humedad basta con retirar el papel de aluminio e introducir de nuevo el pescado al horno entre cinco y diez minutos.
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