El temporal abre tres boquetes en el muro de costa que empezaba a ser reparado en Ondarreta
Las mareas vivas y el oleaje de los últimos dos días agrandan las fisuras que había y obligan a realizar escolleras improvisadas para evitar que se caiga todo el paseo
s en los últimos dos días en el muro de costa de Ondarreta, que había comenzado a ser reparado tras los destrozos ocasionados hace unas ... semanas en las escaleras más occidentales de la playa. Lo ocurrido viene a justificar, por la vía de los hechos, la «emergencia» con la que actuó el Ayuntamiento ante la situación en la que había quedado el mes pasado esta estructura de defensa frente al mar. Los encargados de ejecutar las obras de rehabilitación se han afanado en las últimas horas en tapar estas grandes grietas ante el riesgo de que se derrumbe buena parte del paseo.
«La fuerza del mar es impresionante. Si no llegamos a actuar con estas escolleras improvisadas corríamos el riesgo de que se cayera todo el paseo hasta los jardines». Son palabras del concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García (PSE), ante los fuertes embates del mar en las últimas horas.
Las obras de restauración de escaleras y paseo fueron adjudicadas hace dos semanas por vía de «emergencia», esto es sin abrir una licitación para ver cuál es la mejor oferta de las empresas. Los informes técnicos, con el aval de la Secretaría Jurídica del Ayuntamiento, avalaron que se utilizará esta vía exprés (legal, pero extraordinaria) de adjudicación de unas obras ante la situación de colapso del paseo y el riesgo de que los daños fueran a más y conllevaran riesgos para las personas.
Iniciadas las obras, el primer problema con el que se han encontrado los trabajos es el temporal de olas los últimos días que ha coincidido con las mareas vivas. La virulencia del mar ha sido tan extraordinaria, incluso en la parte alta de la playa donde se habían iniciado los trabajos, que de poco ha servido la montaña de arena o caballón, de casi 4 metros de alto, que se había previsto para defender la obra. «Con esta defensa pretendíamos trabajar más horas en cada jornada, pero ha sido en balde. La fuerza del mar es impresionante y la disolvía como un azucarillo».
Las olas no solo se tragaban este elemento de defensa sino que han agrandado fisuras que tenía el muro de costa, entre las escaleras y la rampa, provocando nuevos boquetes, lo que ha obligado a maniobrar rápido para no arruinar todo el paseo.
Lo peor ha pasado
Las mareas vivas y el temporal comienzan hoy a remitir, con lo que parece que lo peor ha pasado y las obras de restauración pueden empezar a coger ritmo. Ayer se hicieron unas pruebas con las tablestacas (ver en la imagen inferior de esta información) y hoy se empezarán a colocar en su posición. Estas pantallas metálicas de seis metros de longitud son unos 'cajones' que se clavan en la arena para construir la cimentación del nuevo muro de costa. De tal forma que se hará un pasillo enterrado de dos filas de tablestacas, separadas entre sí 5,5 metros, para posteriormente excavar la arena encerrada entre ellas para su relleno con «hormigón ciclópeo». Las zapatas del nuevo muro de costa tendrán una profundidad de 2,5 metros y su composición será de un 60% de hormigón y un 40% de piedra caliza de escollera de unos 400 kilos cada pieza, según define el proyecto.
Una vez fraguado el hormigón se extraerá la línea de tablestacas más cercana al paseo, mientras que la línea del lado del mar se mantendrá como protección ante los temporales, según detalla la memoria del proyecto.
Construida la cimentación, la siguiente fase consistirá en ejecutar una nueva escollera hormigonada, una gran pared de piedra con una anchura variable que oscilará entre los 4 metros de grosor en la base hasta los 2 metros de grosor en la coronación.
Mortero de alta resistencia
Esta escollera se rejuntará con «mortero de muy alta resistencia» y finalmente se procederá al relleno del trasdós del muro con «material filtrante constituido por piedra en rama de tamaño inferior a los 20 centímetros». Finalizado el nuevo muro, se repondrá la acera y se colocarán de nuevo las seis farolas ya restauradas, que se retiraron al comienzo de la obra.
El concejal Carlos García explica que «si no actuamos rápido, se nos cae todo el paseo hasta los jardines»
Las mareas vivas han disuelto el caballón de arena construido para la defensa de las obras de restauración
Como último paso se procederá a construir una nueva escalera de bajada a la playa con dos tramos, uno de 10 y otro de 9 peldaños, con una meseta en medio de metro y medio de anchura lo que permitirá cumplir la normativa de accesibilidad. Los peldaños tendrán 35 centímetros de huella y 15 centímetros de contrahuella para un acceso «cómodo» de los usuarios de la playa. El material será piedra arenisca natural con superficie antideslizante y tendrá un acabado «abujardado, flameado o arenado».
Pese a los contratiempos de los últimos días, Carlos García confía en que las obras acaben dentro de cuatro meses y, en todo caso, antes de la temporada de playas del verano que viene. El concejal explicó a DV que está previsto alargar la actual barandilla de protección del paseo. Hoy solo existe en el tramo final, a la altura de la rampa, y como medida de protección se prolongará a lo largo de todo el muro de costa hasta las nuevas escaleras.
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