Trucos para arreglar un pastel

Aunque si eres un poco despistado y antes de empezar a hornear ya temes lo peor, también puedes optar por prevenir. Coloca un par de pedazos de papel de cocinar de forma que cubran la superficie del mismo y hornéalo directamente cubierto.

Que se te queme el pastel es uno de los errores más comunes, pero es solo uno de los muchos contratiempos que te puedes encontrar a la hora de realizar repostería. Si todo parece ir en orden, y sale un dulce aroma del horno, pero al abrirlo te encuentras con un pastel completamente hundido, por ejemplo, hay también varias soluciones para sacarlo a flote.

La opción más sencilla es retirar la parte del centro. Además de una solución es una oportunidad, ya que de un pastel puedes obtener dos postres, un rosco y un pudding o masa con la que elaborar diferentes dulces. Para que no se note que le has retirado el centro, cubre el rosco con una cobertura; y con el relleno puedes aprovechar y presentar bizcochos individuales de taza, rellenando diferentes recipientes con su contenido. Un dulce perfecto para disfrutar con cuchara.

Otra opción, que además dará un toque único a tu pastel, es aprovechar frutas, crema o chocolate para rellenarlo. Son grandes alternativas y elevarán la superficie del pastel aportando un plus de sabor.

Si no manejamos bien el horno, o no controlamos correctamente la temperatura, hay dos problemas muy comunes que se suelen dar: uno es que el pastel quede seco, y el otro, que le salga un bulto o se infle con forma extraña.