Cómo contar el miedo a seis manos

Decía el tópico que en el amor «más de dos es multitud», pero el poliamor y las circunstancias han dejado aquella frase caduca. En el ... cine debe ocurrir lo mismo. Los guipuzcoanos Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga demuestran en 'La trinchera infinita' que se puede dirigir películas a seis manos. Pero demuestran más cosas aún. Su película fue recibida ayer con una intensa ovación. La historia de un topo escondido durante décadas tras la Guerra Civil es una reflexión sobre el miedo y, más allá, sobre la propia condición humana. Ayer provocó elogios casi unánimes. Periodistas de los grandes medios madrileños apuntan que puede ser «la película del año» del cine español. Y los tres directores, con su proverbial discreción, se encogen de hombros al escuchar tanto elogio. 'La trinchera' sale bendecida de su paso por la Sección Oficial y muchas voces la catapultan ya al palmarés (también por las estupendas interpretaciones de Antonio de la Torre y Belén Cuesta). Los comentarios más críticos apuntan a su duración excesiva: dos horas y media, aunque los autores digan que dura solo «147 minutos» porque así psicológicamente parece más corta.