«Abrimos con una de las orquestas que más nos gusta, es como un Ferrari»

La Mahler, creada en 1997 por Claudio Abbado y formada por 45 músicos de más de 20 países, interpretó ayer bajo la batuta del director checo Jakub Hrusa la primera de sus actuaciones. El concierto de hoy dedicará su primera parte a la música sinfónico-coral, con dos grandes exponentes de la música centroeuropea, el 'Te Deum' de Antonin Dvorak y el 'Psalmus Hungaricus' de Zoltán Kodály. Según Alfaya, «son dos piezas que llevábamos tiempo queriéndolas hacer, porque son muy bonitas y porque funcionan muy bien por lo llamativas que son para el público, pese a que son poco frecuentes, quizá por la lengua en la que están escritas (húngaro y latín y se interpetarán por primera vez en Euskadi ). Además son dos obras en las que el coro tiene mucho peso, algo muy característico de la Quincena».

Así, a la Mahler Chamber Orchestra se unirán el Orfeón Donostiarra y la Escolanía Easo y el Easo Gazte Abesbatza, presencia «imprescindible» en el festival donostiarra. «Son dos agrupaciones muy preparadas, incluso los propios solistas procedentes de la República Checa y Hungría -la soprano Katerina Knezikova, el bajo Adam Plachetka y el tenor Gyula Rab- se sorprendieron por la buena pronunciación de los integrantes de los coros vascos», señaló Jacob Hrusa, gran especialista en el repertorio musical de su país y titular de la Sinfónica de Bamberg.

Tras esta primera parte dedicada a la música coral, el programa se completa con la Sinfonía nº2 de Robert Schumann.