El paso peatonal del puente entre Deba y Mutriku se abrirá en marzo

El paso peatonal del puente entre Deba y Mutriku, cuyo pilar central sufrió un hundimiento parcial el pasado 5 de julio, se abrirá en marzo del próximo año, según ha anunciado este miércoles el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso.

Denis Itxaso ha visitado las labores de desmontaje y reconstrucción del puente entre Deba y Mutriku. Ha estado acompañado por los alcaldes de las dos localidades que comparten la infraestructura. El regidor de Deba, Pedro Bengoetxea, y el de Mutriku, José Ángel Lizardi.

Las labores las está ejecutando la empresa Freyssinet, contratada por la Diputación por el procedimiento de emergencia, para evitar el derrumbe del puente y asegurar su conservación y rehabilitación.

Denis Itxaso ha explicado que esta obra es «muy compleja», además de tener un «carácter muy extraordinario». El diputado foral ha subrayado que se trata de un puente que «tiene más de 150 años» y que «patrimonialmente» resulta «muy valioso».

«Se trata de sujetarlo y a partir de ahí poder ir desmontando una a una todas las piedras, numerarlas y guardarlas para luego reinyectar las bases del puente, volver a recalzar las columnas y, a partir de ahí, reconstruirlo fielmente según los planos originales situando cada piedra donde originariamente estaba», ha explicado Denis Itxaso.

Una estructura metálica de gran tamaño se posa sobre las pilas 1 y 3 para poder sujetar la bóveda que colapsó en julio y permitirá un acceso peatonal entre las orillas de Deba y Mutriku a partir de marzo.

Los alcaldes de Deba y Mutriku se han mostrado «contentos» al ver que las obras «avanzan». Además, han pedido «paciencia» a los ciudadanos y que usen el transporte público mientras duran los trabajos.

Este puente peatonal, cuya propiedad pertenece al municipio de Deba en sus dos terceras partes y al de Mutriku en la tercera parte restante, fue construido en 1866, tiene cuatro ojos y tres pilares, y según el departamento de Cultura del Gobierno Vasco, posee una calificación de protección especial, como conjunto monumental, en el contexto del Camino de Santiago.

Como explicó el propio Itxaso el pasado agosto las obras, que cuentan con un presupuesto de 1,2 millones de euros, tendrán dos fases, la primera de las cuales ya está en marcha con la construcción de una estructura metálica sobre el puente que permitirá sostener las dos bóvedas en peligro y habilitar una pasarela para que puedan pasar los vecinos. Está previsto que se abra en marzo.

La recuperación integral del puente comprenderá el desmontaje de los tramos colapsados y de la pila central (la pila que ha descendido) y su posterior reconstrucción sobre una nueva cimentación. En todo caso, y a la vista de lo sucedido, en las actuaciones de rehabilitación definitivas se deberán recalzar todas las cimentaciones, excepto el estribo del lado de Mutriku que se encuentra cimentado en roca.