Itzulia: final perfecto
Piñón fijio ·
El previsible mano a mano entre Roglic y Pogacar en Arrate es el sueño de cualquier organizador del mundoTadej Pogacar y Primoz Roglic llegan a la última etapa en disposición de anotarse la victoria final. No es el inicio de la ... crónica previa a la jornada decisiva del Tour de Francia. Es la Itzulia 2021. La situación perfecta, el sueño de cualquier organizador.
El previsible mano a mano de los dos fenómenos eslovenos en Arrate es la guinda para un cartel que se anunciaba de lujo y que ha dado el juego previsto. Pogacar y Roglic se jugaron el triunfo en la única llegada en alto de la carrera, donde otro grandes nombres como Alejandro Valverde, Adam Yates o Mikel Landa estuvieron en la batalla para deleite de los aficionados, que se están echando a las carreteras pese a las restricciones por la pandemia.
La clasificación general es un festejo y no lo es menos la lista de vencedores de etapas: Roglic, Aranburu, Pogacar, Ion Izagirre y Honoré. La Itzulia resiste la comparación con la increíble Tirreno-Adriático, considerada por muchos la mejor carrera en años.
Por supuesto, el aficionado espera hoy una batalla antológica, sin tregua entre los mejores. Hay terreno y la distancia es corta para ser valientes. No hay riesgo de caer desfondado por atacar desde demasiado lejos en 112 kilómetros. Una lucha sin cuartel desde Azurki -escenario donde se desencadenó el triunfo de Ion Izagirre en 2019- sería el sueño de cualquiera. Noventa kilómetros a todo o nada, entre los mejores del mundo.
También podría plantearse un duelo táctico, entre dos bloques poderosos como UAE y Jumbo, aunque los holandeses no tienen la fortaleza que demostraron en el Tour. Vingegaard, tercero en la general, completa el cuadro de una clasificación dominada por esos dos equipos.
Si a una carrera se une el duelo entre los mejores del mundo con el protagonismo de los ciclistas de casa, el menú termina por ser difícil de mejorar. Las dos etapas ganadas por Alex Aranburu y Ion Izagirre se añaden a la cuarta plaza en la general de Peio Bilbao, el octavo del ormaiztegiarra y el noveno de Mikel Landa, todos con aspiraciones de subir al podio.
Tras la forzada suspensión de la edición de 2020, la Itzulia ha resurgido con fuerza. Es importante, porque el ecosistema ciclista es delicado y basta una interrupción mínima para que se corte la continuidad y se ponga en peligro una carrera. Sobran los ejemplos. Esa fuerza para volver es otro de los motivos de celebración de esta Itzulia, junto a un nivel deportivo máximo que hoy puede alcanzar la cumbre.
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