Ion Izagirre y Alex Aranburu: dos ganadores, dos ciclismos
El doblete de los corredores del Astana en la Itzulia, que no lograban dos guipuzcoanos desde 1974, encierra mucho significado
Hacía 47 años que dos guipuzcoanos no ganaban etapas en la misma edición de la Vuelta al País Vasco, desde Txomin Perurena y Miguel ... Mari Lasa en 1974. Alex Aranburu y Ion Izagirre lo han logrado en la Itzulia de 2021, un doblete importante no solo en número sino también en calidad, porque han sido dos triunfos muy diferentes. Dos ciclismos distintos.
Si la del ormaiztegiarra fue una victoria de la solidez y la consistencia de una carrera, la del ezkiotarra fue la de la frescura, la del futuro que puede venir. Aranburu ha sido uno de los grandes protagonistas de la Itzulia. A los 25 años, ha dado el gran salto en su carrera y el primer puesto en la etapa de Sestao fue la confirmación. «Estoy muy contento porque el equipo ha ganado dos etapas, y una conmigo», reconoce. Su Itzulia ha sido importante. «Desde la crono del primer día me sentí muy bien. Esa actuación me dio confianza y al día siguiente gané, lo que todavía la reforzó más. He ido día a día. En la etapa de Erlaitz, la que ganó Ion, también estuve ahí, entrando desde atrás en el grupo del líder. Camino de Ondarroa, nos lanzamos para adelante Omar Fraile y yo... Todos los días han tenido su momento».
En todos ha estado presente Aranburu, protagonista absoluto de la Itzulia, cuyo desenlace terminó por definir con su ataque en el descenso de Gorla el último día. El ezkiotarra explica los motivos de esa estrategia. «Era una etapa muy dura. Se notó que para arriba la fuga se iba, pero sacaba muy poca distancia. Vimos que el único momento donde se podía sacar diferencia era entre la cima de Gorla y Eibar, y por eso nos movimos en el descenso. Sabíamos que esa era la oportunidad y que era en ese momento o nunca».
«Queríamos irnos Ion y yo»
Ese descenso vertiginoso y la continuidad que le dieron en el llano antes de Arrate decidieron en gran medida el resultado de la general, pero eso no formaba parte de la estrategia del Astana. «Nuestro plan era intentar que se cortase para abajo, quedarnos solos Ion y yo y hacer parar a Omar Fraile, que iba por delante, para abrir hueco antes de la primera subida a Arrate. Eso es lo que intentamos. No salió como queríamos, porque nuestro objetivo era ir para adelante con Ion y entrar con ventaja en la subida para que él pudiera intentar hacer camino. Nosotros hicimos nuestra carrera, independientemente de que al que mejor le salió fue a Primoz Roglic».
De lo que no cabe duda, es de que esta Itzulia ha colocado a Aranburu en el escaparate. Preguntado por si ha sido su mejor carrera desde que es profesional, admite que se ha encontrado «muy bien. Es la carrera de casa y siempre la afrontas con más ganas. También conoces los recorridos y es más fácil, pero es verdad que estoy en un buen estado de forma y me he encontrado muy a gusto».
Con 25 años, esta es su segunda temporada en un equipo del World Tour, y competir en la máxima categoría le ha permitido crecer como ciclista. «Noto esa evolución, sí. Todas las carreras que disputas son del World Tour y eso te da otro ritmo. Noto esa mejoría año a año, y eso también influye en la motivación, que crece. Disputas la Milán-San Remo y vienes a la Itzulia con otro nivel. Y eso pasa en todas las carreras».
«Hay mucha gente que me ha conocido por la victoria que logré; ganar cambia mucho las cosas, todo se multiplica»
Alex Aranburu, Ciclista del Astana
En su equipo, Aranburu ya gozaba de alta consideración, como demuestra el hecho de que disputa un calendario selecto, pero esta Itzulia le ha puesto en primera fila para el gran público. «Parece que al ser en casa, todo el mundo ve la carrera y lo que haces tiene más repercusión. Si además ganas una etapa, todo se multiplica. Hay mucha gente que me ha conocido con la victoria que logré. Ganar cambia mucho las cosas».
No ha pasado apenas tiempo desde el final en Arrate, pero ya ha podido constatar ese cambio. «Muchas personas me han dicho que han disfrutado con la carrera, y eso se agradece. La gente está contenta y eso es importante para el corredor, ver que los aficionados aprecian lo que hacemos».
Otra clase de victoria
La de Ion Izagirre fue otra clase de victoria. No es habitual ver al ormaiztegiarra imponerse en un sprint, pero no puede considerarse una sorpresa que gane una prueba de máxima categoría, porque es lo que viene haciendo con puntualidad implacable desde hace años. El ormaiztegiarra no ocultaba su satisfacción por haber ganado en la meta de Hondarribia. «Gané la clasificación general en 2019 pero sin vencer en una etapa. Ahora estoy celebrando eso y es muy especial para mí. Ahora mismo solo pienso en disfrutar del momento».
«Gané la clasificación general en 2019 pero sin vencer en una etapa, y poder celebrar eso ahora es muy especial para mí»
Ion Izagirre, Ciclista del Astana
Llegaba a la salida de Bilbao con el dorsal 1, como ganador de la anterior edición, y después de subir al podio de la París-Niza. Pero la crono de la capital vizcaína se le atravesó. Sin embargo, fue capaz de darle la vuelta con ese golpe de riñón que le valió para superar a Pello Bilbao. «Llegué a la Itzulia muy motivado y empezar con una pérdida de 1:10 en la crono me resultó difícil de aceptar. Este triunfo me ha venido muy bien después de esa contrarreloj. Al día siguiente llegó la victoria de Alex en Sestao. Volver a ganar en esta carrera sienta de maravilla», reconocía el ormaiztegiarra, que ahora, como su compañero de equipo, afronta la campaña de las clásicas de las Ardenas.
Los siete años que les separan permiten pensar en que hay relevo para la gran generación que surgió del antiguo Euskaltel. Aranburu es el primer gran corredor vasco no procedente de aquella tradición. Se nota en su edad y en su ciclismo, absolutamente moderno. Y ganador.
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