Euskadi decretará la emergencia sanitaria si los casos aumentan para aplicar más restricciones

Nekane Murga explicó que la mesa de seguimiento de la epidemia se reunió ayer, bajo la presidencia del lehendakari, en una cita en la que se constató la «severidad de la situación». «Estamos analizando y valorando» la posibilidad de establecer el estado de emergencia sanitaria «si la gravedad de la epidemia sigue igual», afirmó la titular de Salud, aunque no se marcó plazos, ya que deben valorar si la situación epidemiológica actual «lo justifica y qué nos aporta».

En este sentido, explicó que esa decisión les permitiría tener «un grupo de seguimiento» de la enfermedad «mayor que el actual», y además, serviría de «respaldo jurídico para tomar medidas especiales». Entre ellas lleva días sobrevolando la idea de imponer un toque de queda, como sugirió Iñigo Urkullu mirando a otros países. Sin embargo, Murga no quiso pronunciarse sobre esta medida y tampoco aclaró cuáles se tomarían en caso de declararse la emergencia sanitaria.

Fuentes del Gobierno Vasco señalan, no obstante, que esa declaración serviría a efectos prácticos como un aval jurídico para Salud a la hora de emitir órdenes con restricciones, en horarios comerciales por ejemplo, y defender sus decisiones ante los tribunales en casos como el de la hostelería, que ha recurrido las limitaciones ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que se pronunciará hoy sobre la cuestión.

Sin embargo, el estado de emergencia sanitaria no sería suficiente aval como para aplicar medidas que limiten los movimientos de la población, como el toque de queda o el confinamiento dentro de la comunidad. Estas medidas solo se pueden dictar por orden judicial, como ha ocurrido recientemente con el confinamiento de la localidad burgalesa de Aranda de Duero, o con el restablecimiento por parte el Gobierno central del estado de alarma, algo que se descarta a corto plazo.

Lo que sí podría hacer el Gobierno Vasco sería aplicar nuevas restricciones, como en los horarios de comercio o hostelería, o en el número de personas permitidas para reunirse, –que ya se ha limitado a 10 en bares y restaurantes–. «El virus avanza y retrocede lo conquistado hasta ahora», advirtió la consejera de Salud, que a falta de acciones concretas para frenar ese avance, volvió a apelar, como hace en cada comparecencia, a la responsabilidad individual de los vascos.

Salud sigue así fiando la evolución del virus al civismo de los ciudadanos, a los que no obliga a no relacionarse con amigos o familiares, pero sí pide que limiten «al máximo» dichos contactos, especialmente en espacios cerrados, pero también en lugares al aire libre. «Hemos detectado casos en parques de Bilbao donde no sabemos si los primeros en contagiarse fueron los niños o los padres», reconoció Murga, que volvió a recordar que las reuniones sociales están siendo el nicho de buena parte de los brotes surgidos durante la nueva normalidad. «Nuestro contacto estrecho debe ser exclusivamente con las personas con las que convivimos. Hay que elegir entre ese sacrificio de limitar la vida social o volver a tener el virus entre nosotros», advirtió la consejera, quien manifestó asimismo su preocupación por los casos de Covid registrados en residencias de mayores en los últimos días.

Por su parte, el coordinador del Plan de Vigilancia y Control de la Pandemia de Covid del departamento vasco de Salud, Ignacio Garitano, se pronunció ayer respecto a sus declaraciones de que las restricciones en Euskadi estaban siendo «cortas», y explicó que lo que se debería evitar es «irnos de casa rural con 25 amigos». Garitano aclaró que no apuesta por implantar el confinamiento, y Murga añadió que «no es el momento para hacerlo».

Salud estima que el número de contagios seguirá al alza durante este mes, en parte por la movilidad de personas que llegan de vacaciones de otras comunidades, entre las que la consejera reconoció que se están detectando positivos. «Los últimos datos son el resultado de los diez días previos, lo que significa que el futuro está en lo que hagamos hoy. Las estrategias de vigilancia y los planes de respuesta sanitaria no servirán de nada si la ciudadanía relaja su grado de concienciación», declaró.