LA REAL CAE A LOS PUNTOS

Si el Betis se encargó de golpear sin acierto en Sevilla, la Real quiso llevar ayer el protagonismo del combate. Los hombres de Imanol salieron a dominar, pero sin precipitarse. Zubeldia, Illarra y Merino intentaban mover a los suyos por dentro y solo William Carvalho daba la sensación de ser el mayor obstáculo para los donostiarras. La defensa de cinco que había dispuesto Setién con dos carrileros largos no terminaba de convencer. La Real, además, encontraba una brecha generosa en el flanco derecho, por el que Januzaj aprovechaba los espacios que dejaba un Tello menos dado a defender. Bartra acababa cayendo a la banda para tapar los huecos, pero el belga no tenía rival en velocidad. El peligro se acentuaba con la subida de Mikel Merino que aprovechaba el vacío que generaba el central. La brecha estaba ahí.

No combinaron mal los blanquiazules durante el primer acto, pero las acciones no encontraban rematador. El Betis, por su parte, apenas inquietaba y tan solo el rigor de Carvalho sostenía a los suyos. Por eso no se merecía la Real llegar al descanso por debajo en el marcador. Canales, en el primer balón que tocó anoche, hizo buena la estrategia de Setién al finalizar una jugada que procedía de un envío lateral. Los ataques verdiblancos no se originaban por dentro, sino por los extremos. Y ante la falta de centímetros arriba, los centros siempre iban por abajo. De esta manera insistieron una y otra vez. Afortunadamente, antes de que al conjunto txuri-urdin le entraran las prisas, Zubeldia puso las tablas tras un córner que parecía no tener fin. Se igualó el partido casi por inercia sin necesidad de gastar grandes energías. Casi sin esfuerzo. Fiel reflejo del partido.

La segunda mitad, sin embargo, iba a mostrar a un Betis más vigoroso. Con mucha más presencia en terreno realista y cercando el área de Moyá cada vez con mayor asiduidad. Sin remate, eso sí. En cambio, el destino quiso que el que golpeara de verdad fuera la Real. Un impacto directo. Mientras los sevillanos se amparaban en su juego horizontal, los guipuzcoanos optaban por uno más vertical. En uno de esos lances, Joel se vio obligado a salir de su territorio para despejar un balón peligroso y del movimiento más nimio en el fútbol como es un saque de banda se forjó el 2-1.

A la Real le tocaba gestionar la ventaja, pero como sucedió en la primera mitad ante el Espanyol, fue incapaz. Los visitantes siguieron a lo suyo tejiendo ofensivas que parecían que casi por obligación debían pasar por sus extremos. Así, no extrañó que en el gol de Loren participaran tanto Tello como Barragán. Los blanquiazules no supieron leer el juego horizontal de los andaluces y al final empataron. Que ayer fue lo mismo que perder. Lo que en un combate de boxeo hubiera sido perder a los puntos.