Buen punto de partida para la nueva Real
La era Sergio arranca con un empate en un partido en el que el equipo fue superior pero no materializó el peligro generado
La era de Sergio Francisco y Erik Bretos arranca con un buen punto de partida en Mestalla. Condicionado por el insoportable calor, la Real ... Sociedad demostró que se respira aire fresco en el vestuario. Es pronto para hablar del electroshock del que a veces ha manifestado Olabe, pero lo cierto es que esta Real quiere hacer cosas diferentes. Tiene un plantillón al que hay que exigirle la misma intensidad en cada acción como se vio ayer en Mestalla. Lo mejor de todo es que el irundarra parece haber convencido al grupo de ello. La materia prima está, hay que moldearla, trabajarla y hacerla de autor, pero este equipo tiene que seguir luchando por hacer cosas grandes pese a que ayer se pusiera la primera piedra del proyecto.
Suena la charanga en Mestalla, arranca la Liga y vuelve la Real Sociedad como si nada hubiera cambiado. Sergio sorprendió a propios y extraños en su primer once como entrenador del primer equipo. Bien podía ser un homenaje a Imanol, ya pasado realista. Jon Martín, al banco para dar entrada a Caleta-Car y sus centímetros, Turrientes es el suplente de Gorrotxategi en la posición de 4, Marín sigue por delante de Sucic en los partidos en los que hace falta físico, Barrenetxea ve premiada su buena pretemporada arrancando desde la banda izquierda y Oyarzabal sigue siendo '9' pese a que Óskarsson viene de hacer tres goles en pretemporada y declaró en estas mismas líneas que estaba en perfecto estado de revista. Desde ese martes, en cambió, se perdió dos entrenamientos y solo se ejercitó en la previa por molestias musculares. Como siempre ocurre, conviene no criticar demasiado un once hasta que el balón echa a rodar.
Los txuri-urdin, mucho más verticales con balón, tuvieron ocasiones muy claras
Mientras, Bretos continúa con su modus operandi prepartido. Paseo, ya sin Olabe, aunque el donostiarra ha heredado los fichajes de la antigua era. Javi López está cerca del Betis y su posible sustituto, Sergio Gómez, también incorporación del pasado curso, tuvo que esperar en el banquillo. El verde siempre pone la preparación del verano en su sitio y lo cierto es que en la primera media hora se vio una gran Real, dando continuidad a las sensaciones mostradas en los amistosos. Mucha más movilidad, más verticalidad, jugadores como Barrenetxea, Brais y Marín con chispa y llegaron rápido las ocasiones. Barrenetxea en el segundo diez tuvo una franca, pero se enredó en vez de rematar. Gayá hizo de bombero en Valencia en dos acciones, una con Marín y más clara fue la de Brais tras un maravilloso pase de cuchara de Oyarzabal. Quiso rizar el rizo el de Mos en vez de tratar de ejecutar.
El Valencia no sabía como ajustar los espacios encontrados por los dos interiores. Brais hizo mucho daño y también tuvo un remate desde la frontal mientras que otra vez Barrenetxea lo volvió a probar tras jugada individual de Kubo. Muchísimo peligro, pero sin el premio del gol. El Valencia solo asomó por el perfil de Gayá, que puso un envío precioso al segundo palo salvado por Marín. Si Mestalla se pensaba que iba a ser una fiesta, comenzaron los pitos al ver que la Real estaba siendo muy superior.
De la pérdida a la reacción
Corberán ajustó en el descanso puesto que la Real, por momentos con doble pivote con Turrientes y Marín, estaba siendo mejor. La presión che ya era más efectiva. El partido se convirtió en un intercambio de golpes que favorecía más al Valencia y en un error en la salida de balón de Remiro llegó el 1-0. El de Cascante falló un pase sencillo a Aihen, Aramburu no corrigió, a Zubeldia le ganaron la espalda y Raba tiene un pie exquisito. Diego López, de primeras, superó al meta. Se esperaba lo peor, pero la Real soportó el golpe, aguantó de pie y Brais demostró algo que también se ha visto este verano. Hay otra energía, el equipo es más vertical y no se lo piensa tanto como en la última etapa de Imanol.
Kubo con un zurriagazo hizo que el equipo aguantara el duro golpe del 1-0
El gallego condujo con agresividad, cedió el cuero a Kubo, que hizo lo que hacen las estrellas. El nipón se sacó un zurriagazo desde la frontal para empatar un partido que la Real no merecía ir perdiendo. Los de Sergio pisaron el acelerador, conscientes de que tenían mejor banquillo, y Óskarsson tuvo el 1-2 en una gran acción llevada por Oyarzabal. El islandés no pudo rematar peor en el uno contra uno. Sin estar casi exigido, no hizo portería. El Valencia amenazó con un centro tocado de Guerra que Copete no acertó a empalar. La energía cayó de golpe por el calor y los equipos se fueron satisfechos.
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