Cata de vinos blancos: un Rueda siempre es una gran idea

Para catarlos y analizarlos, en el Restaurante Narru de Donostia se reunieron su sumiller, Javier Caneja, quien durante ocho años ha aprendido y disfrutado en la gran bodega de Rekondo; y el vallisoletano Mickey García, maître sumiller del Espazio Oteiza y durante años sumiller de Abadía Retuerta LeDomaine. Con Javier Yurrita y Ainhoa Velasco como maestros de ceremonias, probaron nueve botellas que dejaron claro que, también en blancos de Rueda, existe un mundo de matices que hay que descubrir.

Fue un clásico el encargado de abrir la cata. Circe Verdejo de Avelino Vegas es desde hace tiempo una seña de identidad de una bodega de mucho prestigio. Elaborado con uvas de viñas viejas, de los pueblos segovianos de Moraleja, Aldeanueva, Codorniz y Santiuste, es suave y sedoso. Es un vino que no pide pan, solo una buena compañía y disfrute.

Más seco y menos afrutado, perfecto para acompañar el pescado, Ermita Veracruz Verdejo 2022 es un vino muy gastronómico. En Nava del Rey, Bodegas Veracruz selecciona uvas procedentes de viñedos propios con una edad superior a los 40 años. ¿El resultado? Un aroma profundo, potencia y persistencia en boca y un toque final amargo.

Una de las joyas de la corona de Rueda, y los premios así lo confirman, es el Castelo de Medina Fermentado en Barrica 2021. Presenta ese color con el que muchos verdejos sueñan, pero también una madera que le da corpulencia y una intensidad que le hacen candidato a acompañar una comida de principio a fin. Hoy sensacional, todo apunta a que dentro de dos o tres años será incluso mejor.

Viore Blanco Verdejo es ese tipo de vino que siempre triunfará en Gipuzkoa, donde tenemos tradición de socializar en torno a una buena copa. Se elabora a partir de las mejores uvas producidas en los viñedos de Bodegas Viore en Rueda y La Seca y es el típico Verdejo de toda la vida, pero que nunca te falla. ¡Ojo! Es complicado pedir solo uno.

Analivia Verdejo Selección, de Pagos del Rey, también presume de un palmarés que muchos envidian. Es un Rueda de manual de una de las bodegas con mayor reputación e historia, en el pueblo que da nombre a la denominación de origen y que presenta unas condiciones muy particulares. Es un vino a caballo ganador, un vino blanco deliciosamente fresco y afrutado con verdadero carácter y personalidad.

Cuando se descorchó el Martivillí Verdejo 2022 alguien se refirió a él como «uno de los vinos eternos en Gipuzkoa». Razón no le faltaba, porque es un clásico en estas catas. Martivillí es un vino muy interesante, con una intensidad aromática alta y un gran equilibrio en boca entre la acidez y el amargor. Uno de esos ejemplos de cómo los vinos de Rueda son cada vez más interesantes.

Inspirada en la esmeralda, Meraldis es una joya preciosa considerada la reina de las gemas. Y algo similar es este Meraldis Vinificación Integral Verdejo 2020, que muestra también cómo la D. O. sigue avanzando con paso firme. Yllera Bodegas & Viñedos destacó en esta cata con un vino blanco muy diferente y al cual se le adivina también una prometedora evolución pese a sus 17 meses en barrica sin removidos. Un gran vino de guarda con el sello Rueda. El futuro de esta D. O. quizás vaya por aquí.

Si en un bar de Donostia pides un Rueda, es probable que te sirvan este Mantel Blanco sobre Lías 2022, un clásico nuestras barras. Álvarez y Díez elabora este Verdejo de buena y equilibrada estructura, perfecto para recetas de no mucho volumen y para ser disfrutado entre amigos.

Y cerró la cata Bestia Parda, un vino de 2017 de Bodegas Pedro Escudero. Es un Vino de Tierra de La Seca, largo y profundo, ideal para una txuleta aquí y un lechazo allí. Dicen que representa una actitud, a veces enfrentada ante la forma de entender los vinos y las variedades sean cuales sean estas. Es atípico, irreverente e indomable porque en él las maderas mandan sobre la fruta. Los Rueda son vinos de todo tipo de perfiles para cualquier momento. Y, ahora que llega el verano, son, sobre todo, siempre una buena idea.

«En este vino se nota ese punto mineral típico de la zona de Segovia, con unos suelos más arenosos que se reflejan en la botella. Tiene una frescura que lo convierte en muy versátil. Lo recomiendo con una menestra de verduras o unos espárragos en temporada».

«Es un vino con algo más de volumen. Muy gastronómico, más seco y menos afrutado, perfecto para una comida en la que, por ejemplo, el pescado pueda ser el plato principal de la misma».

«Es uno de los míticos vinos de Rueda. Es complejo en nariz. La capa de color es muy bonita, casi pajizo y brillante. Nariz más mineral e intensa, en boca es más graso, seco y profundo. Es típico ejemplo de vino de guarda, que aguanta muy bien en botella».

«Es el perfil claro de lo que es y deber ser un verdejo de consumo, de barra, de trago largo, de un poteo en el mejor de los sentidos. Perfecto para el aperitivo, por su acidez que abre el apetito, aunque encaja bien con vegetales y pescados. Un vino de ambiente distendido».

«Es un vino limpio, con un color claro, casi limón, con acidez pero con una flor blanca muy presente, lo que le otorga mucha frescura. Es un Rueda de libro, muy interesante. Aguanta platos con más intensidad por su grasa y volumen, da la cara en diferentes situaciones».

«Es un clásico de Rueda, muy presente en las barras y restaurantes de aquella comarca porque es un Rueda de libro, que no se reduce a la nariz (poderosa, fresca y floral) y boca típicas, tiene puntos minerales. Perfecto para las tapas vallisoletanas y los pintxos donostiarras. Muy rico de tomar».

«Es un Rueda que te lleva a otros parámetros y otros platos; tiene un perfil muy diferente al resto. Ideal para quienes les gusten los blancos con contundencia, cuerpo y grasa y notas de madera muy limpias. Tiene mucha sequedad. Un vino con un potencial brutal para la guarda».

«Es uno de esos vinos que nunca te defrauda. Le pedimos frescura, acidez y toques florales y siempre te los da. Es de trago largo, de esos que pides una copa y luego otra más, sobre todo si estás con amigos».

«Es un vino con volumen, del año 2017 y con un tono que nos puede recordar más a un Rioja. Es un Vino de Tierra blanco, con volumen, al que la presencia de la madera lo hace contundente. Es largo y profundo, pero de un perfil diferente a los demás».