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Pili, puchero y cazón en mano, lista para hacer magia con la rica comida que elabora en el Irubide. LOBO ALTUNA
Restaurantes

Irubide jatetxea, un lugar especial

Cocina tradicional fiel a sus más de 116 años de historia y con gran personalidad

Viernes, 10 de diciembre 2021, 11:41

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Hacía tiempo que no volvía al Irubide Jatetxea de Hernani. Es un restaurante especial, que tiene su aquel, ubicado en la carretera que une Hernani y Goizueta, en el barrio de Epele, a pocos metros de la carretera. Un establecimiento abierto en el año 1905, ahí es nada, y que tras 116 años de trayectoria sigue haciendo felices nuestros paladares.

Recuerdo cómo en mi primera visita, allá por el año 2014, Pili Bereziartua nos dejó fuera de juego. Entramos en el Irubide pensando en disfrutar de una buena cocina tradicional, elaborada con cariño y mimo, pero fue más allá. Sí, la cocina de este restaurante hernaniarra bebe de las raíces de nuestra cocina, con los productos de temporada, con recetas que son historia de nuestra gastronomía, pero Pili siempre aporta su toque a cada plato, a cada propuesta, sea un pequeño helado, sea un ingrediente más que potencia el sabor del plato, lo que lo convierte en una sorpresa, empezando por las propias presentaciones, que cuida. Sí, la base de la cocina es tradicional, la que Pili ha heredado de las mujeres de sus familias, pero le ha imprimido su propia personalidad, por eso, la cocina del Irubide es muy personal, es la cocina de Pili.

Estamos ante un claro ejemplo de la importancia y fuerza que han tenido las mujeres en nuestra cocina, en nuestra tradición e historia gastronómica. Cuatro generaciones de la misma familia han gobernado los fogones del Irubide, todas mujeres. Manuela Elizondo, Bernarda Miner, Pepita Iraola y Pili Bereziartua son las grandes cocineras que han hecho posible que sigamos disfrutando de sus bondades culinarias. De generación a generación han ido transmitiendo sus conocimientos, sus secretos y cada una ha aportado su visión, su punto, su sello personal. Tampoco me quiero olvidar ahora de Txomin Astiasuinzarra, hijo de Pili, quien le echa una mano a su madre en el día a día del restaurante.

Irubide jatetxea

  • Dirección: Epele Auzoa 7

  • Teléfonos: 943552480 / 667208702

  • Comedor: 1 para 20 comensales / 1 para 40 comensales

  • Cierre: domingo y noches de lunes a jueves

  • Menú del día: 11,50€

  • Carta: 35-40€

Volví a principios del mes pasado, dentro del marco de una celebración familiar, y se ha convertido en nuestro punto de encuentro. Íbamos con menú cerrado, ensalada y pollo, pero ante esa aparente sencillez, Pili consiguió sorprendernos, y esa es la razón por la que hoy os estoy recomendando que visitéis Irubide Jatetxea.

Comenzamos con una piruleta de manzana, queso y pistacho. Un curioso bocado con una combinación de sabores muy agradable, ideal para abrir boca y muestra de esos pequeños detalles que cuida Pili y que hacen especial la visita a su casa. Tras la piruleta, una noria de fritos, sí, habéis leído bien. Los fritos, una de las grandes especialidades de la casa, los presentan en una especia de noria. En nuestra visita nos deleitaron con 3 croquetas diferentes: la de jamón, sublime; la de pimiento, con mucha potencia de sabor, pero agradable en boca; y, la de queso trufado, la más especial, un manjar. Las croquetas venían acompañadas de unos buenos calamares.

Tras los aperitivos, una ensalada mixta. En apariencia, no debería traer consigo mucho misterio, pero hasta en la aparente sencillez, Pili hace magia. Una ensalada elaborada a partir de un gran producto, pero con detalles especiales como la mano de buda, el salicornio, el vinagre de rosas que elaboran en casa y el aceite de oliva virgen de la variedad Picual. Era coger un bocado y todo un juego de sabores en el paladar, con muchos matices, una delicia.

El pollo estaba asado a la perfección, acompañado de una buena ración de patatas fritas caseras, poco más se necesita para ser feliz. Los asados, otro de los puntos fuertes del Irubide Jatetxea, el cordero y el cabrito, los bordan, pero, eso sí, se recomiendo encargarlos con antelación.

Para terminar, nos dieron la opción de elegir entre la larga lista de postres caseros. Es ponerte a leer la carta y no saber por dónde tirar; entre postres tradicionales de toda la vida y algunos más especiales, la oferta es más que interesante. Yo aposté por la pantxineta casera, una maravilla de postre. Un lujo de comida.

Si decidís acercaros hasta Irubide Jatetxea podréis sentiros como en casa a través de su menú del día, donde ofrecen unos 7 primeros platos y otros tantos segundos para elegir. Comida casera y elaborada con mimo y cariño. Pero si decidís acercaros a daros un señor homenaje, en la carta encontraréis: la ensalada de bogavante; las vieiras a la plancha con hongos, foie y aroma de trufa blanca; el solomillo de canguro con guarnición; los canutillos que pueden ir rellenos de crema pastelera o mousse de avellana; el licuado de frutas exóticas con espuma de yogurt; el helado de yuzu; o la copa sidrería.

Un lugar especial donde ser feliz y con gran personalidad. Eso es Irubide Jatetxea. On egin!

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