Mesón Alai (Labastida), delicias entre viñedos
Cocina tradicional en Álava con toques actuales y con la parrilla como protagonista
Fue hace dos sábados. Recibí la llamada de Yoli Uranga, que me quería recomendar el Asador Alai de Labastida, Rioja Alavesa, que lo visitaba muy a menudo y que siempre se acordaba de mí, porque en su opinión se come muy bien. Con la recomendación en mente, aproveché para hacer una excursión a ese territorio que no había visitado nunca. Y la verdad que fue todo un acierto. En plena vendimia, atravesar los parajes de la Rioja Alavesa es mágico, hipnótico, te quedas embelesado con el paisaje. De camino hacia Labastida vas dejando atrás grandes nombres vinícolas y la verdad que me dio pena no haber ido con más tiempo y poder visitar alguna de las grandes bodegas que hay en el territorio.
Alai (Labastida)
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Dirección Diputación 9 (Labastida-Álava)
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Teléfono 945331359
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Cierre noches de domingo a jueves
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Comedor 3 para 40, 60 y 80 comensales
Llegué a Labastida con un pequeño margen de tiempo, lo que me permitió visitar esta localidad medieval, sumergirme en sus calles, antes de encaminarme hacia el Asador Alai. Me recibió Lucía Carrillo, que me presentó a su hermana, Mari Carmen y al cocinero Daniel Alonso, las tres patas que sostienen el día a día del restaurante. Antes de entrar a comer tomamos una buena copa de vino Mitarte, bodega ubicada en la localidad, acompañado de un buen pincho de torrezno, una combinación ideal. De ahí al comedor. Antes de sentarme Lucía me enseñó las tres estancias con los que cuenta el asador, ubicados en una antigua bodega, manteniendo esa esencia e historia en sus paredes.
Dejé en sus manos la elección del menú y comenzamos fuerte con una morcilla de autor, traída desde Cardeñalijo (Burgos). Una señora morcilla, de gran tamaño que no había visto nunca antes, para haceros a la idea, de cada cerdo solo elaboran una, utilizando la tripa natural, arroz bomba y algo de cebolla, una morcilla natural que no lleva especias, que se come muy fácil, con mucho sabor y que a mí me encantó, me sorprendió muy gratamente. Acompañada de nachos de morcilla y arroz, una crema de pimientos y tierra de morcilla, fue un bocado ideal para empezar.
Le siguió un carpaccio de chuleta, ¡Vaya carpaccio! Daniel aprovechó que tenía un poco de trufa y me sirvió la carne acompañada con ella y lascas de parmesano. Un plato espectacular, con una carne fina y elegante en boca, que saboreé a trocitos, junto con la trufa y el parmesano, que eran los complementos ideales, un lujo de plato.
Precios
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Menús. Menú del día 13€ / menú típico riojano 25€ / carta 30-40€ .
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Platos. Carpaccio de chuleta a la parrilla 13€ / ensalada de bacalao confitado, patata y pimientos 12€ / ciego de morcilla, crema de piquillo y cruhientes de arroz 3,50€ / pulpo 15€ / chuletillas de cordero al sarmiento con ensaladita 14€ / goxua caramelizado con helado de galleta napolitana 5,50€
Una de las ensaladas estrella de la casa es la de bacalao confitado, costra de patata, pimientos asados a la brasa y su pil-pil. Y no me extraña que la gente apueste por este plato. Una ensalada sin mucho misterio, una buena lechuga, un buen bacalao confitado, unos deliciosos pimientos cristal asados en casa y el toque crujiente de las pieles de bacalao, sin olvidarnos del pil-pil. Sencillo y maravilloso.
A continuación, disfruté de un muy buen pulpo asado a la parrilla, con ese toque de la brasa y el punto crujientito, que es una delicia. Asado en su punto y acompañado de una patata machacada, aceite de arbequina y sal, es un plato sin grandes vestimentas, muestra del nivel del producto que manejan en el asador.
Como platos principales, primero, unas muy buenas anchoas a la parrilla, contaban con ellas fuera de carta, recién llegadas del norte, bien elaboradas y acompañadas de un refrito tradicional. Segundo, un plato tradicional de la zona, las chuletillas de cordero asadas al sarmiento de las cepas, un lujo de plato, una carne excelente, de la que no dejé ni gota. Dos muy buenas opciones.
Para terminar, el dulce alavés por antonomasia, no podía faltar la goxua como colofón a una gran comida en el Asador Alai. Como base un bizcocho bañado en Cointreau, encima nata y luego crema, y para rematar terminan caramelizándo el conjunto. Un gran postre.
No quiero dejar de destacar la selección de vinos de Labastida que hizo Lucía para que regaran la comida. Para empezar, un blanco fermentado en barrica de la Bodega Tierra, y, para terminar, Cubanegra Reserva 2016 de Bodegas Mitarte. Un lujo, dos excelentes vinos.
El Asador Alai lleva 46 años abierto, lo pusieron en marcha los padres de Mari Carmen y Lucía, Sabino Carrillo y Menchu Landa. Tras el fallecimiento de Sabino, hace 16 años, decidieron cerrar sus puertas. Hace 10 años conocieron a Daniel y hace 6 decidieron reabrir sus puertas, manteniendo la apuesta por la cocina tradicional, la de toda la vida, la que servían sus padres, la de las recetas y guisos de toda la vida que han sido emblema de la zona. Pero Daniel también aporta su toque actual, personal, para ofrecer una gran cocina, con protagonismo especial para la parrilla. Una cocina que hace felices a nuestros paladares. On egin!