La industria mantiene todavía en ERTE a casi un millar de trabajadores en Gipuzkoa

En Euskadi, el listón más alto se alcanzó también en mayo al contabilizarse 112.618 trabajadores afectados por un ERTE. A partir de ahí y con la desescalada la cifra fue descendiendo de forma vertiginosa quedando en 64.712 en junio, en 31.190 en julio y en 22.716 a cierre de agosto, últimos datos de los que se disponen.

Una evolución que es similar en el caso de Gipuzkoa. Mayo fijó el techo en 36.275 afectados, junio quedó con 22.114, en julio se rebajó la cifra hasta los 10.113 y en agosto quedaban 6.097.

Pero poniendo la lupa en nuestro territorio, ¿cuál es la radiografía de esos trabajadores que todavía continúan en ERTE? Un análisis de las actividades económicas a las que pertenecen pone en evidencia como se está diciendo por activa y por pasiva que la hostelería es el sector más castigado por la pandemia. Y Gipuzkoa no es una excepción. Primero lo fue como todos por el cierre total de la actividad y aunque muchos bares y restaurantes han logrado recuperar a gran parte de sus trabajadores todavía quedan muchos empleados sin retornar a sus puestos de trabajo. En concreto, son 1.471 los pertenecientes a este sector que siguen acogidos a un ERTE, según datos de Lanbide.

El segundo sector más afectado es el del comercio y reparación de vehículos, con 1.113 empleados. Pero aunque las estadísticas no desglosan ambos apartados, todo apunta a que la inmensa mayoría pertenecen al comercio, ya que los talleres de reparación de vehículos han recuperado su actividad, como admitían recientemente desde la asociación AEGA.

Lo que llama la atención es que la industria manufacturera, que es el motor de la actividad y el sector llamado a tirar de la economia y de la recuperación, cuenta aún con cerca de un millar de trabajadores en ERTE. La cifra concreta es de 920. Es decir, prácticamente uno de cada seis existentes en estos momentos.

Una cifra que podría incrementarse en las próximas semanas, ya que el anuncio de Sidenor de que planteará un expediente temporal en todas sus plantas, que afectará a 1.500 trabajadores, incide también en la que tiene en Azkoitia, con 300 empleados.

Pero posiblemente no será la única empresa, ya que varias fuentes indican que podrían llegar más anuncios parecidos, aunque habrá qué esperar a ver si es así y qué alcance tienen. Adegi hará público a finales de este mes su encuesta de coyuntura, en la que se verá reflejada la salud de las empresas del territorio y sus previsiones a corto y medio plazo.

Pero si Hostelería, Comercio e Industria ocupan el podio por ese orden, les siguen las actividades administrativas y servicios auxiliares, aunque a cierta distancia con 518 afectados. En el quinto lugar se sitúa la educación, con 298 empleados, y en sexto, el transporte y almacenamiento (276). Le siguen las actividades artísticas, con 256 personas. Un sector con un menor volumen de empleo, pero que está sufriendo como nadie los efectos de la pandemia al suspenderse la mayoría de las actividades artísticas, y las pocas que se llevan a cabo se están viendo marcadas por unos aforos muy restringidos.

Por encima de la barrera de los 200 se sitúan también las actividades sanitarias y servicios sociales, las actividades profesionales, científicas y técnicas, y otros servicios. Del resto, cabe mencionar la construcción, por ser un sector clave, que se ha recuperado de forma muy rápida del parón al que se vio obligado por la hibernación. De hecho, tan solo tiene en estos momentos a 151 trabajadores acogidos a ERTE.

El hecho de que las actividades ligadas a los servicios sean las que más están sufriendo los efectos econónicos de la pandemia hace que el rasgo de género sea claramente femenino. Ellas suponen prácticamente el 56% de todos los afectados por ERTE a cierre de agosto, frente al 44% de hombres.

Si nos atenemos a la edad, el grueso cuenta entre 30 y 44 años, con 2.362 afectados. Le siguen los que se sitúan en la siguiente franja, entre 45 y 54 años (1.862). Y la cifra de los más jóvenes y de quienes rebasan los 55 años es pareja, acercándos en cada caso al millar.

En lo que respecta a la formación de los afectados, prácticamente la mitad tiene únicamente estudios obligatorios, algo más de mil cuenta con formación universitaria y ligeramente por debajo de ese listón, estudios superiores. Los que cuentan con bachiller superan los 700 y quienes tienen FP Medio rebasan los 500. Una fotografía que se corresponde con los sectores afectados, ya que la hostelería y el comercio emplean fundamentalmente a trabajadores menos cualificados.