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Josu Zabala y Joseba Lezeta
Jueves, 10 de abril 2025, 09:30
Los fieles seguidores de Alex Aranburu vivieron una montaña rusa de emociones durante dos horas interminables hasta que por fin les llegó un mensaje de WhatsApp del propio corredor en el que les daba cuenta de que la victoria en la tercera etapa de la Vuelta al País Vasco era al fin suya. Cándido Arizti estalló de alegría junto a los amigos y familiares del ezkiotarra. «Hemos reído, hemos llorado y nos vamos felices a casa. Nosotros hemos visto la etapa en Lazkaomendi, pero hemos bajado a Beasain para juntarnos con cuadrillas que venían desde otros puntos de la etapa».
Su primo, Josu Deba, destacaba que «al principio nos hemos llevado un alegrón, pero la decisión nos ha asustado. Le pena hasido inmensa. Hemos sentido mucha impotencia durante las dos horas en las que hemos permanecido a la espera. Los primos, los tíos... Desde el equipo nos decían que era el momento de animar y de arroparle. Seguramente Alex habrá llorado mucho».
La espera, interminable, acabó de la mejor manera posible, aunque no llegaron a ver a Alex en lo alto del podio.
Cándido Arizti recordaba una frase célebre en su día: «Un ezkiotarra correrá un día el Tour». Quizá no pensaba en que un ezkiotarra de nombre Alex Aranburu ganara dos etapas de la Itzulia, la primera en Sestao el 7 de abril de 2021. Y la segunda de esa manera ayer en Beasain, al lado de casa.
«Hemos estado con la pancarta en Lazkaomendi», contaba Cándido de vuelta ya a Ezkio. «Tenía además una camiseta que pone Alex Aranburu colgada de un palo. No me lo había dicho a mí, pero sabía que en el fondo tenía miedo a la subida a Gaintza. Una vez que ha pasado Lazkaomendi entre los mejores, con lo bien que baja y con lo bien que conoce estas carreteras, sus posibilidades de ganar la etapa eran muchas».
Cándido Arizti, que tiene 77 años, y Ramón Garmendia fueron los impulsores de la Peña Alex Aranburu, creada para apoyar a su corredor a todos los niveles y que tuvo 52 socios. «Le he acompañado a Valencia, a Zamora... Tres o cuatro amigos fuimos un día al Tourmalet para ver pasar una carrera en la que participaba». No era todavía el Tour.
La relación con Alex Aranburu comenzó a fraguarse «en el puesto de caza que su padre, José Luis, compartía conmigo en las faldas del monte Izazpi. Fallaba algunos días porque iba con su hijo a las carreras de ciclo-cross. Me gusta mucho el ciclismo y decidí acompañarles a algunas pruebas. Empezamos así».
Candi, como le conocen, tenía una fe absoluta en Aranburu. «En el ciclo-cross, si no ganaba hacía segundo. Le superaba a menudo Jonathan Lastra, que es un año mayor. Comenzó a correr en carretera siendo ya juvenil. Cuando volvía a casa le comentaba a mi mujer que iba a salir corredor porque no se retiraba en ninguna carrera. Además, la mayoría de las veces acababa entre los diez primeros».
Añade Candi que «Alex es temerario en los descensos» y relata un inoportuno accidente que truncó su participación en un Mundial sub-23 de ciclo-cross. «Ocurrió en la carrera de Ispaster, el pueblo de Gabika. Se disputaba una semana antes del Mundial. Había nevado y el suelo estaba mojado. Entró en un agujero con la bici, salió por los aires y se pegó un golpe terrible. Nos dijeron que le lleváramos a Durango, donde le diagnosticaron fracturas en las dos muñecas. De allí nos mandaron al hospital de Galdakao. Al día siguiente, un lunes, nos atendió el médico de la selección en Bilbao y el martes acudimos al doctor Escobar. 'Tengo orden de atenderos bien', nos dijo al entrar. La resonancia confirmó las fracturas y Eduardo nos dirigió al mejor especialista en manos. Creo que se llama Irigoien. Este le indicó a Alex que seguramente debería operarse de la muñeca izquierda. Pero le mandó una serie de ejercicios que cumplió a rajatabla y no hizo falta que pasara por el quirófano. Una vez recuperado volvió a correr en carretera y se rompió la clavícula en una carrera en Orduña. De nuevo, al hospital de Galdakao».
Tampoco olvida Candi el Campeonato de España juvenil de ruta que su protegido ganó en agosto de 2013. Alex Aranburu es del caserío Garaiun Goikoa de Ezkio. «Para llegar a casa tiene kilómetro y medio de subida que le ha curtido a diario», apunta Cándido Arizti.
Hijo de ezkiotarra, la madre de Alex nació en Aztiria. «Se apellida Deba y es hermana del conocido elaborador de morcillas», apunta Arizti.
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