Euskadi recibirá 65.000 dosis para empezar a vacunar desde el miércoles a niños de entre 5 y 11 años

«Osakidetza está en disposición de atender esa vacunación con seguridad y rapidez», aseveró Sagardui, pese a la saturación que actualmente existe entre el personal sanitario ante la multiplicación exponencial de contagios. La consejera indicó que en próximos días Osakidetza comenzará a citar a los menores para que acudan a recibir el primer pinchazo.

Se trata de la confirmación de una noticia anunciada, tras la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento, pero que precisaba de la autorización por parte de la Comisión de Salud Pública, formada por técnicos del Ministerio y las comunidades, y que en su reunión de ayer fijaron el calendario.

España recibirá el próximo lunes las primeras 1,3 millones de dosis pediátricas para este proceso de vacunación, y la primera semana de enero otras 2,4 millones, lo que permitirá inocular la primera vacuna a todos entre diciembre y enero si hay logística disponible. Atendiendo al reparto por comunidades según población, a Euskadi llegarían la próxima semana unas 65.000 dosis, en torno al 5%. La inmunización comenzará por los niños de 11 años, 21.565 en Euskadi y 7.464 en Gipuzkoa, para ir progresivamente descendiendo por edad hasta los de cinco. En total, en Euskadi hay 136.496 que están en este grupo de edad, a los que el próximo año se sumarán los nacidos en 2017, que cumplen cinco en 2022. La segunda dosis de la vacuna la recibirán pasadas 8 semanas, con lo que completarán su inmunización.

El objetivo de la medida sanitaria es reducir el número de infecciones en este grupo de edad, que en Euskadi alcanza una tasa de incidencia de 2.080 casos por 100.000 habitantes, la más elevada entre los menores de edad. Solo el pasado domingo día 5, último día del que se ofrecieron datos en Euskadi, hubo 219 positivos entre los 6 los 12 años.

La elevada incidencia entre los niños está impactando de lleno no solo en la rutina escolar, con más de 200 aulas cerradas y miles de alumnos confinados. Pero también en sus progenitores, y en los sistemas de rastreo, que ayer Salud volvió a modificar para no saturar los ambulatorios.

La Comisión de Salud Pública dejó ayer el diseño concreto de las campañas de vacunación, tanto la fijación de las prioridades de inmunización como la elección de los lugares de administración más eficaces, en manos de cada comunidad autónoma, según informó la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Euskadi aún no lo concretó, pero ya hay anuncios de varios modelos. La Comunidad de Madrid tiene previsto usar los hospitales públicos y los grandes vacunódromos, como el Zendal o el Wizink Center. Otros sopesan si desarrollar el grueso de la inmunización en los propios centros educativos a los que asisten los niños.

Serán también los responsables autonómicos quienes decidan por quién empiezan las vacunaciones –Euskadi ha avanzado que por edad de mayor a menor–, y si priorizan a los que corren mayores riesgos sanitarios potenciales si se infectan con el coronavirus, como pueden ser los menores inmunodeprimidos, con cáncer, con cardiopatías congénitas, con enfermedades pulmonares crónicas, con afectación neurológica grave, con obesidad o con discapacidad intelectual.

Hasta el 25 de noviembre la EMA no autorizó la inmunización a los niños. Lo hizo tras comprobar la eficacia de las pruebas clínicas de la vacuna de Pfizer en niños, que indicaron una inmunización contra la covid del 90%, y la inexistencia de efectos secundarios relevantes. Solo se registraron algunos problemas leves tras el pinchazo, como dolor localizado en la zona, malestar general, dolores musculares o de cabeza y fiebre entre las 24 y las 48 horas posteriores. Los pequeños de menos de 5 años tendrán que esperar a 2022 para inmunizarse, pues los estudios clínicos sobre los efectos de la vacuna en su organismo no han finalizado.

El suero en los niños se inyectará en una dosis de 10 microgramos, un tercio de la cantidad que reciben adolescentes y adultos, y el segundo pinchazo se realizará ocho semanas después para facilitar que casi todos tengan una primera dosis antes de empezar con la segunda.

No obstante, la Comisión de Salud Pública reclamó a las comunidades que la campaña de vacunación infantil se haga en paralelo y sin perjudicar el proceso de administración de la tercera dosis a mayores de 60 años y personal sanitario y sociosanitario y de la primera dosis a los adultos que aún no se habían vacunado. La ministra avanzó que su idea es que la mayoría de los sanitarios y mayores de 60 tengan su dosis de refuerzo antes de Nochebuena, para minimizar los más que posibles contagios en las reuniones familiares.