Crece la preocupación en el País Vasco francés por el nuevo turismo que no gasta: «Muchos se han ido a España»
La inquietud por el cambio de hábitos de los turistas y la bajada del poder adquisitivo de estos se ha extendido este verano en Iparralde
La preocupación por el cambio de hábitos de los turistas y la bajada del poder adquisitivo de los mismos se ha extendido este verano entre los diferentes municipios del País Vasco francés. Si a comienzos de verano eran los comerciantes y hosteleros de San Juan de Luz quienes exponían su inquietud por el descenso del consumo ligado al turismo así como en el número de veraneantes, son ahora los negocios de Anglet quienes hacen saltar las alarmas tras el balance de la última temporada estival.
Así lo recoge el periódico Sud-Ouest en un extenso reportaje que cuenta con testimonios directos de restaurantes, negocios, tiendas y hoteles de la localidad costera de Iparralde donde, si bien ha aumentado el número de turistas que pasan al menos una noche en el munipio, el número de excursionistas se ha visto resentido así como especialmente el consumo de estos en los negocios locales.
«Hemos experimentando una bajada del 20% en el número de cubiertos por día y unos resultados muy mediocres en comparación con el año pasado», comenta la responsable de un restaurante abierto desde hace treinta y cino años en Anglet.
Tampoco se libran de la escasez de gasto los negocios de surf, una de las actividades estrellas en la zona que han visto cómo las ventas han bajado. «Hay un problema de presupuesto. Para la gente con sueldos normales todos se ha vuelto muy caro. Me han dicho que muchos se fueron a España», señala un vendedor de la tienda de surf Waïmea.
Y es que, al igual que en San Juan de Luz, la principal preocupación de los comercios y asociaciones de turismo procede de la bajada de gasto por persona y los nuevos hábitos cada vez más extendidos como hacer picnic o acudir a eventos gratuitos, que han batido récords de asistencia este verano en Anglet, según los datos del consistorio.