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J. F.
Lunes, 17 de febrero 2025, 17:05
El consumo de frutas es básico en una dieta saludable, algo que recomiendan todos los expertos. Sin embargo también recuerdan que no cualquier pieza vale y que debemos vigilar no solo su estado sino de dónde viene y cómo se ha tratado hasta que llega a nuestras mesas.
Es el caso del aviso que lanza Miodrag Borges, especialista en macrobiota y nutrición saludable, quien ha revelado detalles sobre la presencia de aditivos y fungicidas en frutas cítricas vendidas en supermercados. Si lo haces, «la culpa es tuya, ya que se indica claramente en el etiquetado», explica, ya que la presencia de estas sustancias debe avisarse y es totalmente legal, pero no recomendable.
Este técnico en dietética advierte que muchas frutas que se comercializan en establecimientos habituales, «como Mercadona, Lidl, Aldi o Carrefour», contienen aditivos químicos que, aunque legales, podrían representar un riesgo para la salud. Según Borges, los consumidores a menudo desconocen que están comprando «frutas a las que se les añaden aditivos potencialmente tóxicos después de su recolección».
El experto detalla que mandarinas, naranjas y limones son recubiertos con aditivos como el E903, ceras utilizadas para dar brillo, que pueden ser tanto naturales como sintéticas. Además, se emplea E202, o sorbato potásico, un antimicótico común en la industria alimentaria, así como los fungicidas lamacil y primetanil, diseñados para prevenir la proliferación de microorganismos en la fruta.
Un aspecto particularmente alarmante, según Borges, es que «todos estos compuestos se añaden después de recolectar la fruta». A pesar de que el uso de estos aditivos está permitido por la ley, organizaciones como la OCU recomiendan «lavar bien la fruta, pero también nuestras manos si las consumimos por precaución». Su recomendación subraya la preocupación existente en torno a la presencia de estos químicos en los alimentos que consumimos diariamente.
Borges también lamenta un riesgo añadido que practican muchos consumidores a la hora de cocinar, ya que «más de uno utiliza la ralladura de estos cítricos», exponiéndose así a una mayor concentración de estas sustancias. Miodrag Borges señala que «si buscas frutas y verduras bonitas, homogéneas y duraderas, esto es lo que hay», refiriéndose a la realidad de que la apariencia atractiva de estos productos a menudo se logra a expensas de la adición de compuestos químicos, haciendo énfasis especial en mandarinas, naranjas, limones y limas.
Borges puntualiza que esta advertencia se refiere a las piezas que vienen etiquetadas y que especifican este tipo de sustancias. «Si no hay etiqueta lo normal es que no contengan aditivos porque es una información que debe darse al consumidor», explica.
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