

Secciones
Servicios
Destacamos
J. F.
Jueves, 28 de noviembre 2024, 19:05
El reconocido médico Mario Alonso Puig, que dejó atrás una gran carrera como cirujano en Estados Unidos para dedicarse a investigar el potencial humano y divulgar temas relacionados con el bienestar y el liderazgo, destaca en una de sus últimas intervenciones la importancia de la «amabilidad como un valor fundamental para una vida más saludable, próspera y feliz». En sus conferencias y libros, como 'El camino del despertar', Puig explora cómo la amabilidad, en conjunto con la bondad y la compasión, pueden transformar nuestras vidas y mejorar nuestra salud física y mental.
En un mundo marcado por la inmediatez, el materialismo y la soledad, Puig nos recuerda el poder transformador de la amabilidad en las relaciones humanas. Para él, un encuentro con una persona amable es una experiencia memorable que despierta en nosotros sentimientos profundos y positivos, haciéndonos sentir bien, queridos y valorados.
Noticia relacionada
Mario Alonso Puig explica que la amabilidad tiene un impacto positivo en nuestro organismo, «liberando oxitocina, una hormona que protege el corazón, el sistema cardiovascular y mejora el sistema inmune». Incluso, la amabilidad puede reducir el dolor físico y mental al liberar péptidos opioides endógenos, sustancias que actúan como analgésicos naturales.
«Más allá de los beneficios individuales, la amabilidad es esencial para construir conexiones auténticas y duraderas», un factor crucial para la felicidad, según el estudio de la felicidad de la Universidad de Harvard que cita. Compartir una comida sencilla con amigos, es el ejemplo que pone este experto como acto más gratificante que disfrutar de un plato exquisito en soledad.
Reduce el dolor: Al tratar a alguien con afecto y amabilidad, se libera oxitocina, una hormona que no solo protege el corazón y el sistema cardiovascular, sino que también mejora el sistema inmune y reduce el dolor, ya sea físico o mental, al liberar péptidos opioides endógenos, similares a la morfina
Alarga los telómeros: La Dra. Blackborn, ganadora del Premio Nobel de Medicina en 2009, demostró que cuando las personas sienten que son importantes para los demás, sus telómeros se alargan. Los telómeros, ubicados en los extremos de los cromosomas, son indicadores de la longevidad
Mejora la percepción sensorial: El cerebro puede modular la receptividad de los sentidos como el gusto, el oído y la vista en respuesta a la amabilidad. Por eso preferimos regresar a lugares donde nos tratan bien, aunque la comida no sea excepcionalmente deliciosa
Crea conexiones auténticas: La amabilidad es fundamental para crear conexiones auténticas y duraderas. Puig señala que incluso un plato sencillo compartido con amigos del alma es más gratificante que una comida exquisita consumida en soledad
Conduce a la felicidad: La amabilidad es un componente esencial para la felicidad. El estudio de la felicidad de la Universidad de Harvard, el más extenso del mundo, ha demostrado que las relaciones humanas sólidas y afectuosas son el factor más importante para la felicidad. Rodearse de personas que nos quieren y nos valoran es crucial, y esto se logra, en gran medida, siendo amables y haciéndonos querer
Mejora la salud cardiovascular: La Clínica Mayo, uno de los hospitales más prestigiosos del mundo, ha realizado investigaciones que demuestran que la gratitud, una expresión tangible de la amabilidad, mejora la función cardiovascula
A pesar de su importancia, Puig reconoce que la bondad, un valor estrechamente ligado a la amabilidad, a menudo es subestimado en la sociedad actual: «se tiende a asociarla con debilidad o ingenuidad», sin embargo Puig argumenta que la verdadera bondad y la compasión solo pueden provenir de personas fuertes. Así, define la bondad como mirar, hablar y actuar desde un corazón en paz, y la compasión como «la capacidad de entender el sufrimiento del otro sin reaccionar negativamente, buscando en cambio aliviar su dolor».
De esta forma, Mario Alonso Puig nos invita a cultivar la amabilidad en nuestra vida diaria a través de la gratitud, «reconociendo las pequeñas cosas por las que podemos sentirnos agradecidos, incluso en momentos difíciles». Este cambio de enfoque, de la queja a la gratitud, puede transformar nuestra experiencia y mejorar nuestra salud cardiovascular, como lo demuestran, según señala, varios estudios de la Clínica Mayo.
Noticia relacionada
Para Puig, «la amabilidad no se limita a grandes gestos, sino que reside en las pequeñas acciones realizadas con amor e interés, que tienen un impacto significativo en nuestras vidas y en las de quienes nos rodean».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.