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La Formación Profesional vasca continúa abriendo caminos con nuevas fórmulas en la educación en Euskadi y se amplía hacia la diversidad de colectivos, como es ... la FP Inicial, un nuevo modelo de formación que convierte al País Vasco en la comunidad autónoma pionera a nivel estatal en implantarla este curso en un total de 90 centros formativos. Son 32 en Gipuzkoa, 43 en Bizkaia y 15 en Araba.
Pero, ¿en qué consiste esta nueva FP? Lo explica Jesus Velasco, responsable de Innovación y miembro del equipo directivo del centro donostiarra Ortzadar Ikastetxea, donde llevan medio siglo atendiendo a miles de jóvenes que desean reengancharse al mundo formativo.
«La FP inicial se ha diseñado para un alumnado muy diverso. Pone el foco especialmente en los colectivos más vulnerables», cuenta. Alumnos que han tenido problemas en la ESO, jóvenes con diversidad funcional, migrantes sin formación, personas sin titulación pero con experiencia laboral –y sin ella también–... Todos ellos están en el centro de una apuesta «fuerte» del departamento de Educación, y de la viceconsejería de FP en particular, «de dignificar la formación inicial, algo que nos alegra. Es importante que se reconozca y se respete la diversidad entre nuestros estudiantes», apuntan desde Ortzadar.
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Esta nueva FP inicial está estructurada en cinco itinerarios diferentes: los itinerarios integrados de aprendizaje, los adaptados, los profesionalizantes, los de refuerzo educativo y los flexibles. «La pretensión desde Europa es que todos los jóvenes lleguen a, al menos, un Grado Medio», indica Velasco. En la FP Inicial se fusionan «la Básica con el Grado Medio», de ahí viene el cambio de denominación. Con esta nueva implementación, un alumno que venga de sufrir fracaso escolar en Secundaria puede sacarse en el itinerario integrado de aprendizaje –en cuatro años– tres títulos académicos: el de la ESO, el de Técnico de Nivel 1 y el de Técnico de Grado Medio.
Otro ejemplo. En los itinerarios adaptados son tres años de formación. En este caso entrarían estudiantes con diversidad funcional o con una discapacidad intelectual, con dificultades para hablar el idioma... Y también jóvenes mayores de 17 años que no han entrado hasta ahora dentro del sistema educativo vasco. «En nuestro caso la mayoría de nuestros alumnos en este itinerario procede de África. Son chicos magrebíes y subsaharianos con los que estamos muy contentos por su nivel de compromiso, actitud e interés con su formación», indica Jesus Velasco. En el caso de Ortzadar, en este formato se titularían en ESO y FP Básica de Mantenimiento de Vehículos.
Estos nuevos formatos de FP –cuya viceconsejería lidera ahora Jon Labaka–, han nacido después de un arduo trabajo de preparación y adecuación previa en los últimos años y, en especial, el pasado curso 23/24 para estos pilotajes. «Estamos muy agradecidos a todos los miembros del departamento de Educación y la viceconsejería de FP. El papel de Niko Sagarzazu, director de ordenación académica, ha sido importante», reconoce Velasco, responsable de innovación de Ortzadar, centro que fue premiado en 2023 como referencia a nivel estatal en el Encuentro Nacional de Centros de Formación Profesional General Básica.
La nueva ley de Formación Profesional en España, aprobada en 2022, solicitaba a las comunidades autónomas la articulación de dicha ley para adecuar sus formaciones al nuevo marco legal. Es un documento que busca «actualizar y ajustar esta formación a los requerimientos reales del mercado laboral de cada región».
La flexibilización de los requisitos de entrada a los distintos módulos formativos de la FP va a fortalecer, más si cabe aún, la posición del País Vasco en el ranking de autonomías con mejores tasas de abandono escolar temprano. En la actualidad, Euskadi tiene la cifra más baja de todo el Estado, con solo el 5,6% de los jóvenes que no está estudiando entre los 18 y los 24 años. Es una media que está, además, por debajo de la europea.
La inserción laboral de la FP vasca es, a su vez, muy alta. Los datos son elocuentes: tres de cada cuatro jóvenes encuentran trabajo a los seis meses de titularse. No solo eso. Desde que se implantó la formación dual en 2013, el número de empresas que participan de manera activa en la Formación Profesional ha pasado de 95 hasta las 8.353.
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