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Ahmed Aouli es uno de los chicos más menudos del taller. De constitución delgada y mirada curiosa, este joven estudiante de 15 años «tiene un ... gran interés en aprender y en mejorar. Es algo que observamos día a día», apunta Joxerra Isasa, profesor de Ortzadar. Como es natural a su edad, es algo introvertido y le cuesta arrancar en la conversación. Pero una vez que entra en calor, se muestra más tranquilo. «Yo llegué a Lasarte en verano de 2022. Estuve allí unos cinco meses, más o menos», recuerda. Después, se trasladó a Donostia.
Ahmed estaba en 2022 en un centro de menores de Ceuta y llegó a Gipuzkoa de la mano de uno de sus hermanos, afincado ya en el territorio vasco. «Cuando yo estaba allí, en Marruecos, tenía dos hermanos en San Sebastián y una hermana en Ceuta. No me gustaba estar lejos de ellos y además sé que en España hay más oportunidades para nosotros», apunta Ahmed. «Si estoy aquí es porque en mi país hay muy pocas posibilidades de encontrar un buen trabajo y tener buenas condiciones de vida», asegura. Ahora vive en la capital de Gipuzkoa con su hermano y la mujer de este.
Cuando llegó a Lasarte-Oria le matricularon en un instituto «cuando apenas sabía unas pocas palabras de castellano», cuenta. «Creo que los profesores no me hacían mucho caso, no les importaba», reflexiona, y admite que «las cosas no me iban bien. No controlaba el idioma y eso me frustraba». Ahmed tuvo problemas académicos y al final, incluso, se saltaba algunos días de clase. «Me daba igual todo», reconoce con pesar. El horizonte de Ahmed se despejó cuando reunió el valor suficiente para hablar con su hermano, al que confesó que no quería seguir en la ESO pero que sí estaba interesado en hacer una FP.
Preguntado por qué es lo que más le gusta de su nueva etapa formativa, Ahmed responde que «siento más cariño por parte de los profesores y de todo el mundo. Hay más respeto e interés entre la gente que me rodea». Ahmed es uno de los integrantes del Ciclo Integrado de Electromecánica de Vehículos a cuatro años. Cuando lo supere, saldrá de Ortzadar con tres títulos académicos bajo el brazo: el de la ESO, el de la FP Básica y el de Grado Medio. «Me siento con confianza, hemos hecho piña los compañeros y nos llevamos muy bien. Yo vengo con ganas todos los días de aprender cosas nuevas y ponerlas en práctica», dice este joven, oriundo de Tetuán, al norte de Marruecos y cerca del mar Mediterráneo. Tras dos años y tres meses en Gipuzkoa, se defiende muy bien hablando castellano y un poco de euskera.
«En el cole de Lasarte no había moros, estaba solo yo. Entonces, ahí es donde aprendí a hablar castellano, a base de escuchar y practicar», relata. La capacidad de adaptación del ser humano nunca deja de sorprender.
«Intento trabajar al máximo», asegura Ahmed cuando se le pregunta sobre qué espera de esta experiencia en la FP vasca. «Quiero prestar atención en clase y luego, dentro de unos años, mi sueño es montar una empresa y ser yo el jefe», se aventura. Joxerra Isasa, profesor del centro, asegura con rotundidad que «Ahmed, el día que se vaya de aquí, lo va a hacer con un nivel de preparación alto».
Fanático del fútbol y del FC Barcelona –aunque seguidor de la Real «por Nayef Aguerd, que es muy bueno»–, este adolescente confiesa que en su tiempo libre le gusta «ir a la playa o al monte, por aquí cerca hay sitios muy bonitos». Antes jugaba a fútbol en Lasarte «con los chavales del barrio. Me lo pasaba muy bien».
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