Le avala la regularidad

El conjunto de Ipurua no comenzó bien la temporada. El verano, ruidoso y movido como siempre en el que se movieron muchísimas piezas, no sentó bien. El resultado, dos derrotas en las dos primeras jornadas que situaron al Eibar en puestos de descenso a la Primera RFEF. Fue circunstancial, claro está, puesto que a partir de ahí el técnico de Derio fue capaz de enderezar la nave e ir haciendo camino. Desde esa primera victoria por la mínima en El Plantío ante el Burgos (0-1) el cohete comenzó a despegar. Los armeros cuajaron una buena racha de resultados en la que solo consumaron una derrota en dieciséis jornadas que le mantuvo en puestos de ascenso durante los meses de noviembre y diciembre, aunque uno de los golpes encima de la mesa llegó en enero.

El Eibar le arrebató el primer puesto al Almería en la jornada 24 y no soltaría el timón de la Liga SmartBank hasta la 39. Quince jornadas en lo más alto en las que demostró con puño de hierro que el bloque formado en verano tenía calidad suficiente como para regresar a Primera. Se vio en el estadio Juegos del Mediterráneo, donde los armeros superaron al Almería de Sadiq, enrachado durante todo el año, para empatar a puntos con los andaluces -46-. Los goles de Edu Expósito y Quique González fueron suficientes para superar a un Almería que ha dado guerra durante todo el año y pudo ascender a Primera gracias al pinchazo del Eibar en Madrid.

No es fácil mantener semejante fiabilidad cuando cambias más de la mitad de la plantilla. El Eibar sufrió un cambió de cara total después de que solo continuarán ligados al Eibar ocho de los veinticinco futbolistas que descendieron la temporada anterior. Así las cosas, tras más de catorce bajas la dirección deportiva del conjunto armero tuvo que realizar hasta dieciséis fichajes. Eso le permitió al técnico de Derio muchas variantes en sus onces dada la polivalencia de algunos futbolistas.

Garitano ha apostado por dos esquemas principales, aunque ha ido moviendo piezas dependiendo de qué rival se colocaba enfrente. Los dos más utilizados, aunque con matices, han sido el 4-2-3-1 y el 4-3-3. El entrenador ha movido sus piezas como si fuese una partida de ajedrez. Javi Muñoz y Sergio en el doble pivote con Edu Expósito en la mediapunta, el gallego algo más retrasado para tener superioridad en la salida de balón, Stoichkov como segundo punta para estar cerca del gol o en banda izquierda para profundizar... la variante de Garitano ha sido tal que ha tenido a todos sus jugadores activados y ha sido la fuerza del grupo la que le permite llegar con vida. Hay que aferrarse a eso.

El Eibar no solo ha tenido que enfrentarse a dos rivales potentes como Almería y Valladolid en la lucha por el ascenso. Garitano también ha tenido que paliar, a veces sin tanta suerte, con cantidad de lesiones que han mermado al Eibar en algún partido. Los dos baluartes defensivos han sido Venancio y Arbilla, pero durante distintos tramos de la temporada han sufrido lesiones musculares que obligaron a Garitano a buscar soluciones.

El portugués, un seguro de vida por alto, al corte y cuando ha tenido que correr hacia atrás, ha sorprendido a la afición en su primera temporada como armero. Una de sus parejas de baile ha sido el capitán Arbilla, jugador con mucha más experiencia en la élite que por desgracia ha jugado menos de lo que debería por las lesiones. El luso se ha ido a los 27 partidos mientras que Arbilla ha disputado 22. A ambos les han sustituido con creces Esteban Burgos y Etxeita, jugadores clave que han hecho que la defensa no se descompusiese.

Algo similar ha sucedido en la zona de ataque, después de que Franchu se rompiera el ligamento cruzado en octubre. El jugador ofensivo estaba siendo importante en los planes de Garitano, que tuvo que decir adiós a un recurso útil como el argentino. La dirección deportiva estuvo rápida y hábil para fichar días después a Fernando Llorente, que también se ha perdido algún partido por lesión.

Pese a las muchas bajas, el conjunto azulgrana ha mantenido el pie en el acelerador y tiene unos registros maravillosos tanto en Ipurua como lejos de la comarca del Debabarrena. El Eibar ha sido el mejor local de la categoría. Nadie ha sumado más puntos que los azulgranas en un fortín llamado Ipurua, que el domingo volverá a llenarse hasta la bandera para tratar de alcanzar la final del playoff. En casa se han sumado 47 puntos, mientras que como visitante se han sumado 33. Estas son algunas de las claves en las que tiene que pensar Garitano y su plantel, que llegarán tocados, pero no hundidos. El camino recorrido ha sido excelente, pero para llegar a puerto la nave necesita más carbón. Girona, primera parada.