Solo queda la épica

Ayer los de Imanol se vieron obligados otra vez a hacer otro gran esfuerzo para conformarse al final con el empate. Lo intentaron de casi todas las formas posibles ante un equipo que parecía jugarse la vida y, con todos sus jugadores detrás del balón, dejaron a la Real sin espacios. Por dentro, ninguno. Por fuera, pocos.

Pero lo peor es que un equipo que salió exclusivamente a defender llegó a ponerse dos veces por delante. Ahí falló la Real. Dos saques de esquina, uno en cada tiempo, sirvieron a los croatas para ponerse dos veces por delante. Era, evidentemente, lo que buscaban, porque en el balón parado no hay ni ventajas ni desventajas. Hasta una docena de córners tuvieron los nuestros a su favor, pero sin éxito. Y ahí, en la estrategia, el Rijeka fue mejor y marcó dos veces, para hacer imposible la victoria local.

Hasta de cuatro ocasiones y buenas dispuso Isak cuando el marcador estaba igualado, pero el sueco no anda con la misma efectividad de la temporada pasada. En partidos como el de ayer, en el que el contrario se planta con toda tranquilidad con cinco defensas y cuatro medios, todos ellos muy cerca de su área, es vital adelantarse en el marcador. Porque a partir de ahí, el rival se queda sin plan.

Lo vimos en Rijeka. Durante 90 minutos el balón tampoco se alejó de la portería croata, pero después del 0-1 ya en el descuento, la Real tuvo un dos para uno delante del largo meta croata.

Pero ayer no solo no llegó ese gol a favor que podía cambiar por completo el guion del partido, sino que los nuestros se vieron dos veces por detrás. Y si el primer tanto fue un mazazo, porque a partir de ahí el Rijeka se iba a meter todavía un poco más atrás, el segundo, después de todo lo que había costado empatar, fue un rejón de muerte.

Llegó el empate, sí, pero a la Real no le dio para alcanzar el triunfo. Tampoco es que la victoria hubiera sido definitiva tras el empate de Holanda, pero al menos le hubiera valido un punto en la última jornada para seguir adelante.

Ahora la cosa se pone complicada. La Real, a pesar de que incluso la derrota le puede valer para seguir adelante, debe ir a ganar a un Nápoles que sabe que la derrota le puede dejar fuera. Puede que sea un cara o cruz o puede también que los dos se clasifiquen si empatan y además el AZ Alkmaar no gana en Rijeka.

Una lástima tener que jugártela en el último partido en Nápoles, pero al mismo tiempo una gran oportunidad de hacerse más grande en Europa. Los grandes éxitos se consiguen en los grandes escenarios. y el nuevo Diego Maradona es, sin duda, uno de ellos.

Pero eso será la semana que viene. Ahora no queda otra que pasar la página, recuperar fuerzas, y mirar de nuevo a la Liga, en donde a los nuestros les espera un descansado Alavés. Ayer hubo que hacer otro gran trabajo, pero Imanol tiene también jugadores frescos para ir a por todo a Mendizorrotza. De nuevo Bautista se reivindicó con un buen gol de nueve, por ejemplo. Estamos en pleno maratón de diciembre y va a ser necesario dosificar fuerzas hasta ese último partido del día de Nochevieja en San Mamés. Aunque no crean que esto parará luego, porque no. El día 3 de enero llegará Osasuna. Seguimos.