La Real Sociedad sigue a lo suyo

En todo caso, aplaudamos una nueva victoria de los nuestros, completamente ajenos a lo que sucedió. Son ya cinco triunfos seguidos en la Liga, nueve de los últimos once partidos y dos semanas más de liderato. Esto que vaya por delante y quede claro.

La Real está haciendo historia esta temporada y ayer firmó un nuevo capítulo, el de la victoria sobre el Granada en el Reale, después de unas horas previas moviditas por lo sucedido con su rival. Fueron dos los goles esta vez que se llevó el Granada, pero pudieron y debieron ser algunos más. El conjunto andaluz, después de hacer todo lo posible por suspender el encuentro y no decir toda verdad sobre los jugadores que tenía disponibles para jugar, bastante tuvo con llegar a tiempo al campo y disputar el encuentro.

Imanol, para que no hubiera dudas, salió con todo, transmitiendo a los suyos un mensaje muy claro: no se fiaba de nada ni de nadie. Yo tampoco. Los partidos hay que ganarlos en el terreno de juego, lo demás son cuentos. Y la Real lo ganó con autoridad, mostrando una superioridad incontestable. Le faltó cerrar el partido. Lo pudo hacer y lo debió hacer en el segundo penalti. Creo que en esta jugada se equivocó y a partir de ahí ya nada fue igual a la hora anterior. Willian José ya ha demostrado que no es un buen lanzador de penaltis y sus datos están ahí. Por ello, no debe figurar más entre los candidatos a tirarlos. Oyarzabal tuvo un buen gesto con él, pero el resultado es que Willian estará ahora hundido por haberle parado un penalti un portero juvenil. La Real tiene muy buenos especialistas. El primero, su capitán, que era quien lo tenía que haber lanzado para cerrar el partido. Con 5-0 en el marcador, no digo nada, se lo puede dejar a cualquiera, pero con 2-0, no, y menos al brasileño, cuando hay en el equipo por lo menos otros dos jugadores más cualificados para esta tarea: Silva y Januzaj.

El error fue más que eso, porque a partir de ahí la gestión del partido no fue buena. La Real no fue a cerrarlo, no fue a marcar un par de goles más, como seguro hubiera hecho cualquier equipo con el nuestro. No lo duden. En las mismas circunstancias, si nos pueden meter ocho, nos los meterán, aunque espero que no se produzca nunca para tener razón.

El resultado ya lo vieron. Al final, 2-0, sí; tres puntos, sí; victoria sí; liderato, sí..., pero susto final con ese penalti que tan bien detuvo Remiro y daños colaterales irreversibles con la absurda expulsión de Le Normand, que en absoluto tuvo la culpa de nada, porque el error no fue suyo. Pero cuando no estás completamente concentrado en lo que hay que hacer pasan estas cosas y solo el paradón de Remiro evitó que el partido acabara con un ajustado 2-1, cuando la realidad del juego no fue esa. Y Le Normand, que no podrá jugar en Cádiz.

En fin. Celebremos lo bien que juegan los nuestros y ese liderato que lucirá la Real con todo merecimiento otras dos semanas más. Eso es lo más importante y con lo que hay que quedarse. Zorionak!