Un mes más de margen para la disputa de la final de Copa con público
La fecha del 31 de mayo ya no es plazo límite por el aplazamiento de la Eurocopa y Rubiales no descarta incluso ir más allá del 30 de junio
La ilusión de poder vivir una final de Copa con toda la afición volcada con su equipo amplía su esperanza de vida. Hasta ayer el margen se agotaba el 31 de mayo. Luego parecía llegar el precipicio de la suspensión. Ahora el calendario para elucubraciones se estira. Sobre todo porque la UEFA ha decidido aplazar la Eurocopa de este año -arrancaba el 11 de junio- a 2021, despejando unas semanas que podrían ser muy válidas para la disputa de la final de Copa. Así, el nuevo tope pasaría a colocarse el 30 de junio, fecha en la que termina la temporada natural y también los contratos de los futbolistas.
Aunque el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, quiso ayer quitar puertas al campo. «Vamos a intentar proponer que se alarguen los contratos. Hay muchos marcos legales que hay que poner de acuerdo. Es pronto para valorar eso. El primer escalón es acabar antes del 30 de junio, pero no es un muro infranqueable», matizó.
¿Se podría entonces jugar la final en pleno verano o con la próxima temporada arrancada? «No descartamos nada», respondió ayer Rubiales dejando claro que «por encima de la fecha del 30 de junio están los intereses de las aficiones y los clubes. Vamos a defender que un partido histórico tenga el nivel de respaldo que se merece esta competición».
Para quien ya empieza a dar rienda suelta a su imaginación, el presidente de la federación adelantó que la final «no se va a jugar en Sevilla con 40 grados a las 18.00 horas. Eso no lo vamos a permitir, aunque la vean en China o en Orlando».
Así que en un solo día se derribaron dos plazos límite: la UEFA se cargó el del 31 de mayo y Rubiales el del 30 de junio. El mandatario federativo lanzó su propuesta, aunque reconoció que habló ayer por la tarde con los presidentes de la Real y el Athletic, Jokin Aperribay y Aitor Elizegi, respectivamente, y asumió que ellos también participarán de las decisiones sobre la convocatoria de nuevas posibles fechas y condiciones.
Los intereses en este caso son comunes. Y el criterio, unánime. Lo subrayó Rubiales. «Queremos una final con afición salvo que nos llegue un imperativo legal para que se dispute a puerta cerrada». Si para evitar esa prohibición por la alerta sanitaria se deben alargar los plazos, se alargarán lo que sea necesario, vino a comunicar el presidente de la federación. Eso sí, no quiso vender humo. «No hay fecha. Vamos a trabajar en calendarios. Sería muy arriesgado poner una fecha ahora. Vamos a trabajar por el bien de las dos plantillas y aficiones».
Así que en este tiempo de confinamiento, el realzale que daba por perdida la histórica ocasión de disfrutar de una final ya puede recobrar la esperanza. De hecho, la medida de la UEFA ya ha traído como consecuencia que se ubique la final de la Champions el día 27 de junio, mientras que el partido por el título de la Europa League se fija para tres días antes. Si estas competiciones deben consumir aún eliminatorias previas y consideran factible poder terminar en las citadas fechas, la Copa lo tiene más fácil para apurar un solo partido.
Hasta la semana pasada, la fecha límite que barajaban tanto la Real Sociedad como el Athletic de Bilbao y la Federación Española de Fútbol era la del 31 de mayo. Ese ere el único punto posible entre la espada, un coronavirus cuya evolución se presenta incierta, y la pared, una Eurocopa que inhabilita otras competiciones. Ahora es posible dar una patada hacia adelante al balón de la Copa al menos un mes más lejos. Ese es el perímetro de seguridad. ¿A partir de ahí? Rubiales dijo que podría ser, pero...