Álex Remiro, dispuesto a hacer historia

Además de la Copa del Rey que colma su currículum, Álex Remiro puede convertirse en el portero menos goleado de la Real desde que retornó del infierno de Segunda, hace once temporadas. Por ahora ha encajado 31 tantos y es el quinto guardameta menos goleado de la Liga, por detrás de los cuatro primeros clasificados (Atlético, Real Madrid, Barcelona y Sevilla). De hecho, en esta trigésima jornada ya es el portero que menos goles ha encajado a estas alturas desde que Martín Lasarte guiara al equipo en Primera. La anterior marca de menos goles encajados en la jornada 30, data de hace dos cursos con Rulli y Moyá como cancerberos, con 35 goles.

También puede lograr otro hito, éste a nivel personal, como es disputar los 38 encuentros de Liga. Desde la temporada 2010/11, la del regreso, solo dos porteros lo han conseguido. Claudio Bravo lo hizo precisamente en esta campaña y Gero Rulli en el curso 2016/17. De si Remiro sigue siendo titular en los encuentros que quedan, será Imanol quien tenga la última palabra para alinearle o dar alguna oportunidad a los otros cancerberos del equipo txuri-urdin.

Desde el regreso de Segunda Bravo y Rulli han sido los porteros referentes en el cuadro txuri-urdin con 229 partidos ligueros el chileno y 137 el argentino. Ahora emerge la figura de Remiro con la intención de estar muchas temporadas defendiendo la meta blanquiazul. Cierto es que Bravo solo completó una campaña con pleno de partidos, pero en otras dos, la 2011/12 y la 2013/14, el actual portero del Betis disputó 37. El otro encuentro lo jugó Eñaut Zubikarai en ambas temporadas. En el caso de Rulli, además de la campaña en la que jugó todo, la 2015/16 se quedó en 36 encuentros jugados y Oier Olazabal disputó tres. Solo en una de las once últimas campañas ha habido minutos ligueros para tres porteros. Fue en la campaña 2017/18 cuando las titularidades se las repartieron Gero Rulli (26), Moyá (9) fichado esa temporada en el mercado invernal y Toño Ramírez (4).

Los números en esta temporada para este cancerbero de 26 años y 1,91 de estatura son magníficos. Lo acreditan las once veces que ha dejado –siempre con la inestimable ayuda de la defensa– la portería a cero, amén de los 31 goles encajados. Y eso que hace poco el 1-6 del Barcelona dolió tanto por la derrota como por ese inverosímil número de tantos en contra. Si no, ahora mismo, estaría cerca de Ter Stegen (26 goles encajados), Courtois (24) o Bono (24). Oblak oposita una vez más a hacerse con el Zamora, ya que el esloveno solo ha encajado 20 goles.

Salvando el accidente ante los culés, el otro encuentro donde más goles ha recibido la Real es precisamente con su próximo rival, el Sevilla, Los hispalenses vencieron 3-2 en el Pizjuán. Ningún otro equipo ha podido perforar la meta realista más de dos veces en el torneo doméstico. En todas sus comparecencias, Remiro hace referencia al estilo de juego de la Real, que pone en valor además el escaso registro de goles encajados por el riesgo que toma la defensa al jugar lejos de la portería. «Pocos equipos juegan tan expuestos como nosotros», confesó a este periódico en referencia a que muchas veces su retaguardia está a casi cuarenta metros de la portería.

Otro de los asuntos que suele ser muy manido cuando se habla de guardametas, y como ayer fue el Día Internacional del Portero, viene al dedo, es el juego aéreo. Precisamente uno de los puntos en los que Remiro no destaca como en otros aspectos. «Para un portero de hoy lo más complicado son los blocajes, porque los balones son muy ligeros y los campos, muy rápidos», explica el de Cascante, quien dice que «a todos los balones no puedes salir». Remiro tiene ocho partidos por delante para rubricar una campaña sensacional porque se puede juntar con un título, 38 partidos disputados y ser el portero menos goleado desde que la Real ascendió en la temporada 2009/10.

El fichaje de Remiro hace dos temporadas se forjó por la mala relación que se creó entre el portero y el presidente del Athletic, Josu Urrutia. El actual guardameta realista se formó en Lezama donde estuvo diez años pero no llegó a debutar con el primer equipo y su último año de contrato fue castigado por el presidente al no aceptar la oferta de renovación. Kepa Arrizabalaga fue traspasado al Chelsea y lo que parecía iba a ser una duradera historia derivó en un año en blanco para el de Cascante donde no fue convocado para ningún partido. Apareció la Real y el navarro no se pensó mucho aterrizar en Zubieta. Remiro, antes de recalar en el cuadro txuri urdin, disputó tres temporadas en Segunda división. Una con el filial rojiblanco, con quien jugó 33 encuentros, otra con el Levante en calidad de cedido, lo mismo que con el Huesca una temporada después. Se da la circunstancia de que con granotas y oscenses obtuvo el ascenso a primera y en las filas del equipo altoaragonés fue una de las piezas clave, ya que fue titular en 41 encuentros.