PNV y EH Bildu marcan distancias con Sánchez a la espera de sus iniciativas
El bloque de investidura se muestra exigente y sitúa la pelota del mantenimiento de la legislatura en el tejado del PSOE
Alberto Surio
Martes, 8 de julio 2025, 00:00
El bloque de investidura asiste con expectación a la extrema fragilidad en la que se encuentra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la espera ... de próximos acontecimientos y de que concrete en su intervención de mañana en el Congreso una batería de nuevas medidas contra la corrupción, pero dispuesto a no tirar la talla y a resistir, tal como anunció el pasado sábado en su intervención ante el Comité Federal del PSOE. La mayoría que hizo posible la elección del presidente tras las elecciones generales celebradas hace dos años empieza a pasar de ofrecer un compás de espera, a mostrarse más exigente y a exigir un golpe de timón interno para aguantar, a no ser que las revelaciones de los escándalos de corrupción afecten directamente al Gobierno o que quede clara que las mordidas han servido para una financiación irregular del PSOE. Ese supuesto dinamitaría el Ejecutivo de coalición.
Eso sí, todos los aliados tienen como nexo en común la convicción de que la pelota sobre el final o no de la legislatura depende exclusivamente del PSOE y de su voluntad de reconducir con audacia y con decisión una situación envenenada que no tiene una solución buena.
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En este bloque, PNV y EH Bildu se sitúan en una posición incómoda, entre las obligadas distancias que quieren marcar hacia Sánchez en el actual momento de crisis, con un PSOE que aún no sabe qué dimensión tiene el escándalo. Y, a la vez, frente a un PP que ya se ve tocando La Moncloa, pero que tiene un 'problema' con Vox que afecta de lleno a la línea de flotación de las relaciones con los nacionalistas vascos. El congreso nacional de los populares no varía el cuadro general de situación aunque empuje también a los jeltzales a modular su discurso para marcar su terreno y no quemar tampoco todos los puentes de interlocución con Feijóo.
Cuestión de confianza
Tanto el PNV como EH Bildu son conscientes de que solo el presidente del Gobierno tiene la facultad para despejar los nubarrones que acechan la legislatura y presentar una cuestión de confianza al Congreso, un escenario que consideran improbable porque a Sánchez siguen sin salirle los números y estaría condenado a salir derrotado y a presentar su dimisión. A día de hoy los socios de Sánchez no quieren retratarse junto a él pero, a la vez, temen que su caída les pueda perjudicar en sus expectativas.
Pero una cosa es que se quiere explicitar la lejanía y la exigencia y otra, bien diferente, es que no se comparten en absoluto la estrategia de acoso y derribo del PP. Frente a la oferta de Feijóo de asentar su liderazgo con un mensaje ecléctico, que combina posibles pactos con Vox con un giro al centro, el PNV tiene claro que no participará nunca en ninguna ecuación en la que esté presente la extrema derecha. Nada nuevo. A la vez, los jeltzales extreman su cautela y se muestran a la espera de explorar si la legislatura tiene aún un recorrido o está en sus estertores finales. La formación liderada por Aitior Esteban considera una línea roja que la mayoría de derecha y ultraderecha pueda llegar al poder. El EBB del PNV no celebró ayer su tradicional reunión de los lounes para analizar este complejo rompecabezas.
EH Bildu tiene muy claro que la amenaza de un gobierno PP-Vox constituye «una amenaza para Euskal Herria» y apuesta por «poner el pie en pared». La decisión del PP de Feijóo de aislar a EH Bildu de la ronda de contactos iniciada con otros grupos fue acogida con satisfacción por parte de la izquierda independentista. Esta exclusión «es un honor», según ha señalado este fin de semana Arnaldo Otegi en las redes. Todo sigue abierto.
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