Guratz, de camino a Santa Bárbara
Desde sus 955 metros de altitud, sus habitantes disfrutan de unas magníficas vistas a muchos kilómetros a la redonda
Un día soleado a finales de este invierno, Guratz (955 m.) nos muestra unas maravillosas vistas de las Malloak. Balerdi muestra su poder junto a Larrunarri y Artubi. Hirumugarrieta destaca como el resto de las cimas de la Malloak. La línea de Aizkorri, Hernio y otras muchas se presentan en el horizonte. Antes, Santa Bárbara con su ermita y a sus pies, Ezurmendi.
Guratz extiende sus límites en tierras de Areso, Leitza, Gorriti y Uitzi. Enormes hayedos pueblan sus tierras así como abetos, acebos, espinos... Poco a poco, la primavera va haciendo acto de presencia con sus flores y el brote lento de sus futuras hojas. A sus pies, el musgo presenta un verde intenso gracias a las abundantes lluvias caídas días anteriores. El viento, más bien fresquito, nos hace recordar que el invierno puede seguir haciendo acto de presencia, porque ya lo dice el refrán: «si en marzo mayea, en mayo marcea». Pero a nadie le amarga un dulce y la presencia del sol, aunque sea un tanto blanco aún, ilumina nuestro camino y aleja las frescas temperaturas de la mañana.
INFORMACIÓN MIDE
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Acceso: Desde la zona de Donostia seguir la A-15 hasta la salida de Areso. Desde Tolosa la carretera GI-2130 accede por Berastegi a Areso.
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Horario: El paseo desde Areso completando la circular ronda las 5 horas. Es posible realizar cada una de las cimas de manera individual, siendo asequibles para realizar con niños.
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Distancia: 15 km
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Desnivel positivo: 570 m.
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Severidad del medio: 3
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Dificultad orientación: 3
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Dificultad del terreno: 3
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Esfuerzo necesario: 3
El paseo desde Areso hasta Guratz es sencillo y entretenido. Comenzamos desde la plaza de la localidad navarra siguiendo el camino que nos dirige a Gorriti. Solo tenemos que caminar paralelamente a la A-15 hasta dejar atrás los últimos caseríos aresoarras para después seguir una pista forestal que nos conducirá por debajo de la autovía hacia nuestro objetivo.
De manera tranquila vamos superando el desnivel que desde Areso (466 m.) nos exige hasta Guratz (955). El esfuerzo es llevadero y las hermosas vistas nos dan un respiro mientras ascendemos. El baño de bosque también reconforta ya que la tranquilidad en los hayedos es palpable. Enormes y antiguas hayas trasmochas dejan paso a alargados ejemplares que en su propósito por sobrevivir alcanzan impresionantes alturas que nos dibujan una imagen espectacular de los poblados bosques.
Una vez en la cumbre, las vistas impresionan. El cielo azul corona las líneas de montañas que nos presenta Guratz: las Malloak, Aizkorri, Hernio. Aunque nos llama la atención la discreta cima que cuenta con una blanca ermita en su punto más alto. Se trata de Santa Bárbara, la ermita de Gorriti que ocupa el espacio del antiguo castillo navarro.
Hasta Santa Bárbara
El descenso desde Guratz por otro extenso hayedo es sencillo. Existen unas marcas rojas en los árboles que nos conducen de manera rápida hasta una zona de pasto sobre la autovía. Una vez en ella debemos dirigirnos hacia el puente situado sobre dicha vía y después seguir una pista cementada que nos conduce hasta tierras de Gorriti.
La pista cementada continúa y tras superar una pequeña cuesta alcanzamos una verja en la que un cartel nos indica nuestra llegada a Ezurmendi. Paraje en donde según la leyenda estarían enterrados los merinos jefes del ejército derrotado en Beotibar. Una estela-monumento colocada en la zona recuerda aquel brutal encuentro que recoge la historia de la batalla y además, los primeros rayos del sol coincidiendo con el solsticio de verano atraviesan su círculo hueco. Un buen momento para visitarlo, como cualquier otro.
Al final de la ladera, siguiendo una vez alcanzamos la ermita de Santa Bárbara, a 853 metros de altitud, disfrutamos de las espectaculares vistas de Gorriti, el valle Araitz y todo lo que le rodea. El buzón nos sitúa en la cumbre de Santa Bárbara y alrededor de la ermita de dicho nombre podemos observar los restos de los antiguos muros del castillo. Los datos en torno a la fortaleza de Gorriti destacan que «durante el reinado de Sancho el Fuerte se estableció la sede de una tenencia en Gorriti. No se sabe si su sede estaba en el pueblo o en el lugar donde más tarde se levantaría el castillo, pero ya aparece en los documentos desde el año 1208, con García Espinal como tenente. Se desconoce cuál fue el final del castillo aunque se ha propuesto que habría sido derribado en 1516 dentro del programa de demoliciones ordenado por el cardenal Cisneros».
Zavala encargó hace unos años, a un grupo de expertos arqueólogos, de un exhaustivo estudio arqueológico hace una docena años en la zona de Santa Bárbara se encontraron «los restos del castillo medieval de Gorriti, pero también otros que pertenecerían a obras de fortificación de la Guerra de la Convención de fines del s. XVIII». El castillo estaría situado a 853 metros de altitud sobre el nivel del mar, y destaca la insalvable pendiente del escarpe occidental sobre el valle del Araxes.
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Musaio y su búho
Hoy en día, desde la atalaya de la ermita podemos ver un fastuoso monte Balerdi, en el que cuentan los lugareños que, según una antigua leyenda, se encuentra la cueva de Sugar. Enrique Ayerbe Echebarria, en el libro 'El castillo de Gorriti. Un pueblo recupera su memoria', obra de Luis Maria Zavala, recoge que en la antigua edificación situada en el emplazamiento de la actual ermita existía «un muro llamado Sugar torre y muro de Sugar-etxea (casa de Sugar). Este nombre de una de las torres del castillo y de una de sus murallas es un tesoro arqueológico porque nos transporta a tiempos muy antiguos aunque de difícil datación. El nombre aparece citado en uno de los documentos referidos al castillo. El hecho que le dieran el nombre de Sugar a una torre y a un muro que miran al monte Balerdi es un dato precioso pues la tradición mitológica sitúa exactamente en ese monte una de las moradas del personaje mitológico de ese nombre. Y de modo muy preciso dice que ese numen pasa en forma de rayo de esa su morada de Aralar al monte Elorta (Elosta) colindante con la pequeña cumbre que ocupaba el castillo».
Es obvio que mitología, religión e historia se mezclan en torno a la ermita de Santa Bárbara de Gorriti, que data del siglo XVII y según los fieles que acuden a ella tiene un carácter preservativo precisamente «contra las tormentas que destruyen cosechas, y contra los rayos que pueden incendiar caseríos y matar pastores».
La perfecta ubicación del lugar lo convertía en más que interesante para situar en la cima de Santa Bárbara de un puesto de vigilancia, mientras el vigilante permanecía en una discreta posición.
Enamoradas por la belleza del lugar continuamos con nuestro recorrido, que en esta ocasión nos conduce a visitar una tercera cima, Musaio. Esta ya en tierras de Areso. Tras bajar de Santa Bárbara retomamos la pista cementada que nos conduce por un bonito bosque de hayas junto a los puestos de caza. Siguiendo una pista forestal alcanzamos la alambrada que limita Gorriti de Areso y en cuestión de minutos llegamos al bonito buzón de Musaio, un precioso búho.
A partir de ahí, atravesando un denso hayedo llegamos a una pista forestal que seguimos hasta llegar a un cruce en el que optamos por la pista que baja y nos conduce directamente a Areso.