El vertedero recurre a expertos para vincular la avalancha con la nueva variante de Ermua
Verter Recycling recuerda que todas las inspecciones han sido avaladas por un largo número de técnicos
Alberto Echaluce
Eibar
Lunes, 17 de febrero 2020, 06:23
La empresa Verter Recycling, que gestiona el vertedero de Zaldibar, está en el ojo del huracán desde que el pasado día 6 una ... avalancha de tierra y desechos convirtiera la escombrera en una trampa mortal que se tragó a dos operarios. Entre acusaciones de irregularidades, amenazas de sanciones y sospechas de connivencias, la compañía ha comenzado a armar el entramado de sus alegaciones. Su principal argumento es que el alud se produjo por causas ajenas que no tienen nada que ver con el funcionamiento del vertedero.
Verter Recycling manifiesta en un comunicado hecho público hoy que no ha realizado declaraciones por los canales oficiales, y señala que desconoce las causas que han originado el derrumbe. Además pone a disposición del comité técnico de seguimiento los expertos que ha contratado.
A las pocas horas de producirse el derrumbe, los geólogos del Gobierno Vasco que se personaron en el lugar giraron una pregunta a la propiedad de este equipamiento sobre si se habían producido explosiones o movimientos de tierra en la zona. Los propietarios no supieron qué contestar en ese momento pero no se olvidaron de ese comentario y recordaron la construcción de la variante de Ermua.
Esta vía de comunicación fue inaugurada el 17 de septiembre de 2018 tras dos años de trabajos en los que los movimientos de las laderas colindantes a la escombrera fueron importantes. La compleja obra obligó a mover un millón de metros cúbicos de tierra, de los cuales más de la mitad se emplearon para rellenos en la propia infraestructura y a desviar la vía férrea Bilbao-Donostia. Todo este trasvase de material, junto con las lluvias del pasado mes de noviembre, habrían causado el derrumbe, según sostienen fuentes de Verter Recycling. Para corroborar esta hipótesis, la firma ha contratado a geólogos y expertos en construcción que se encargarán de comprobar las afecciones provocadas por las obras de la carretera en la ladera donde se asienta la escombrera.
Con este argumento, Verter Recicling tratará de mostrar que son motivos ajenos y no la modificación del proyecto los que pueden explicar las razones de la avalancha, porque es aquí donde se centran las sospechas de presuntas irregularidades. La empresa obtuvo en 2007 la autorización medioambiental otorgada por el Gobierno Vasco para explotar el vertedero, con un periodo tope de explotación de 35 años. Para dar su visto bueno, el Ejecutivo se basó en un informe elaborado por la ingeniería LKS, pero la propiedad del vertedero fichó poco después de conseguir la autorización a otra ingeniería que modificó gran parte del proyecto original. Según los expertos, si el diseño final contiene modificaciones sustanciales respecto del que recibió la autorización, debería haber sido sometido a un nuevo proceso de aprobación administrativa.
La autorización para gestionar las instalaciones constata que la superficie reservada para el vertedero era de 137.259 metros cuadrados y la capacidad útil del vaso de vertido se cuantificó en 2.744.975 metros cúbicos, «un monstruo», según sostienen especialistas en geología, debido a las complejas características de una instalación en altura situada junto a núcleos urbanos como Ermua o Eibar. No obstante, según fuentes de la empresa, los dos últimos años el ritmo de acopio de residuos alcanzó los 500.000 metros cúbicos en 2018 y llegó a la misma cantidad en 2019, con lo que la escombrera se encontraba al 75% de su capacidad.
Argumentos
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Las obras Según la firma, el gran movimiento de tierras de la variante y las lluvias causaron el colapso
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Revisiones La compañía recuerda que en ninguna inspección se detectaron riesgos de deslizamiento
Otro de los ejes en los que también se basa la defensa del vertedero son las inspecciones a las que se habían visto sometidas las instalaciones. Según la empresa, en ninguna de estas revisiones se había visto indicio alguno de la posibilidad de un deslizamiento y todas ellas habían sido visadas por un largo número de técnicos. Además, la compañía recuerda que tiene el ISO Europeo, una certificación que garantiza un sistema efectivo de control de calidad y trazabilidad de los residuos depositados cumpliendo las condiciones establecidas en este tipo de equipamientos.
Inspecciones
Verter Recycling trata así de contrarrestar las informaciones que han revelado que no todas estas inspecciones llegaron a conclusiones positivas. Hasta ahora constan tres visitas de los inspectores. La primera, de 2014, señaló que la empresa cumplía los condicionantes de su permiso con un grado alto. La segunda, realizada en 2017, tampoco halló anomalías. Sin embargo, en junio de 2019 sí se detectaron irregularidades.
En su informe, los inspectores dictaminaron la existencia de incumplimientos en aspectos como «las autorizaciones, la protección del agua, los residuos y las condiciones específicas de los vertederos». Tras el derrumbe, la empresa ha sostenido que las «indicaciones de mejora» que les trasladó el Gobierno Vasco «fueron cuestiones puntuales que en la actualidad estábamos en proceso de aplicación». Según la compañía, «en ningún caso los informes ponían en cuestión la estabilidad de la estructura del vertedero».
Estos no son los únicos frentes que mantiene abiertos Verter Recycling. El Departamento de Medio Ambiente ya ha advertido de que está «a punto» de abrir un expediente sancionador da la empresa porque acumulaba residuos no autorizados, ocupaba más superficie de la permitida y presentaba deficiencias como chimeneas que no medían bien las emisiones de metano. Además, un juez de instrucción de Durango ha abierto diligencias previas contra la compañía por «presunto ambiental y laboral».
Cronología
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Jueves 6 El derrumbe se produce en un vertedero de Zaldibar. Se desparrama medio millón de toneladas de residuos no urbanos (materiales de construcción, restos siderúrgicos, lodos...)
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Jueves 6 No se sabe que provocó el derrumbe. Hay dos trabajadores sepultados: Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán. Alberto avisó a varios compañeros, incluido un sobrino, de que abandonaran el lugar porque se movía.
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Jueves 6 Primeros intentos de rescate por bomberos y ertzainas de manera manual, con palos. Los perros llegan a marcar dónde podrían estar los cuerpos.
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Viernes 7 De madrugada se conoce la presencia de amianto. Se suspenden las labores de búsqueda ante la presencia del material cancerígeno.
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Sábado 8 y domingo 9 Desesperación de las familias ante la imposibilidad del rescate y las pocas noticias que llegan desde el Gobierno Vasco y la empresa Verter Recycling 2002.
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Lunes 10 El lehendakari convoca elecciones autonómicas anticipadas, lo que da comienzo a la precampaña electoral y convierte la gestión de esta crisis es una polémica política de primer plano.
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Lunes 10 Las labores de búsqueda, con protección contra el amianto, se interrumpen continuamente por la inestabilidad de la ladera.
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Martes 11 Un juzgado abre diligencias para investigar el derrumbe y las posibles responsabilidades, pero no se conoce qué investigaciones ha ordenado.
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Miércoles 12 Urkullu visita el vertedero y está con las familias. El Gobierno Vasco mantiene la primera reunión con la empresa, a la que había acusado de no colaborar. Posteriormente le abre un expediente sancinador.
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Viernes 14 Los análisis detectan dioxinas y furanos en el aire 40 veces superiores a las normales. Se recomienda a los vecinos de Zaldibar, Ermua y Eibar que cierren las ventanas y no hagan deporte.
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Sábado 15 Cinco mil personas se manifiestan en Zaldibar contra la gestión de la crisis. Se construye una pista para intentar acceder al lugar donde se cree que están los cuerpos.
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Domingo 16 Se intenta apagar los fuegos con tierra, tras construir una pista sobre el material derrumbado.
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