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El 'Aita Mari' en el astillero de Atenas en el que será puesto a punto. Javi Julio

El 'Aita Mari' volverá al rescate en enero, después de su puesta a punto en Atenas

El atunero guipuzcoano descansa ya en el astillero del Pireo, mientras que la tripulación pone rumbo a casa para pasar las navidades

Macarena Tejada

San Sebastián

Lunes, 2 de diciembre 2019, 18:27

Después de su primer rescate en aguas del Mediterráneo, el 'Aita Mari' descansa desde este lunes en Atenas, donde será «puesto a punto» para poder retomar su actividad. Tras el desembarco de los 78 migrantes rescatados en Sicilia el martes pasado, el atunero guipuzcoano puso rumbo a un astillero del Pireo, Atenas, para ser aderezado de cara al año que viene.

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El viaje desde Italia a Grecia ha sido el primer eslabón del camino de vuelta a casa. La travesía ha sido «tranquila», según lo previsto. En cuanto la tripulación del 'Aita Mari' obtuvo los documentos que le exigía el Gobierno italiano para poder partir, el bote salió de Pozzallo (Sicilia). Era miércoles de la semana pasada. Cinco días después -este lunes-, llegó al astillero griego. «No ha habido problemas mayores», explica Iñigo Mijangos, presidente de Salvamento Marítimo Humanitario que ha estado a bordo del 'Aita Mari' durante todo este tiempo.

Al igual que el resto de la tripulación, Iñigo Mijangos pasará las vacaciones de Navidad en casa. Este mismo lunes cogió el avión de vuelta. Mientras que el 'Aita Mari' recibe los retoques necesarios, se realizarán sobre todo trabajos de chapa y pintura, el equipo descansará y aprovechará para recuperar la energía suficiente antes de volver a las tareas de salvamento.

Pese a que todavía tienen que esperar a recibir noticias del astillero griego sobre los plazos, el presidente de Salvamento Marítimo Humanitario calcula que será la segunda quincena de enero cuando se vuelvan a Atenas. «Esperamos que para el día 20 el 'Aita Mari' ya esté listo», matiza.

Iñigo Mijangos, presidente de Salvamento Marítimo Humanitario, afirmó la semana pasada en una entrevista a DV a bordo del 'Aita Mari' que «fue una lotería encontrarles en ese bote en el mar. Si no, habrían muerto» y que «oo más complejo ha sido gestionar las emociones».

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Sea como fuere, ahora es momento de reposar y analizar todo lo vivido estas últimas semanas. El atunero llevaba meses sorteando diferentes dificultades, hasta que en octubre consiguió poner rumbo a Lesbos con ocho toneladas de ayuda humanitaria para los campamentos de refugiados. A mediados de noviembre dio un paso más. De vuelta de la isla griega, se quedó en la zona SAR (búsqueda y rescate por sus siglas en inglés) maltesa para continuar realizando labores de ayuda humanitaria.

Fue ahí donde se encontraron con los 78 migrantes de Libia que rescataron hace dos semanas. Después de varios días sin apreciar movimiento alguno en los alrededores del barco, detectaron un posible bote, «nos acercamos avisando a las autoridades, y efectivamente, ahí estaban». Habían llegado a las ochenta millas en alta mar, donde se encontraba el 'Aita Mari'. La situación fue «gratificante», al igual que «triste por ver cómo viven en países como Libia».

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Las historias que conocieron durante esos días compartiendo barco fueron «increíblemente duras» y tanto Mijangos como sus compañeros del 'Aita Mari' esperan poder volver a salvar vidas pronto.

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