La ruta entre Hondarribia y Madrid pierde seis vuelos semanales y modifica algunos horarios

Las novedades, avanzadas por @donostiair a partir de la previsión de programación que las compañías facilitan a Aena, tendrán con seguridad su impacto en los usuarios de un aeropuerto que este año tampoco se libra, visto lo visto, de sobresaltos. Los cambios horarios obligarán a alterar algunas rutinas de trabajadores que utilizan las conexiones diarias. Y, en primer lugar, exigen a la propia Air Nostrum clarificar a sus clientes en su página web cuáles serán las horas definitivas de despegue. Y es que desde hace varias semanas, la compañía oferta y permite comprar vuelos a partir de abril a horarios que, según fuentes consultadas, no son los definitivos. El que mayor repercusión podía haber tenido para los trabajadores es el de las 7.30 horas desde Donostia, que se anunciaba para las 8.00, pero mantendrá la hora de despegue que tiene desde hace una década.

Fuentes de Air Nostrum consultadas aseguran que modificarán «en breve» los horarios ayer aún ofertados en su página oficial, y que avisarán mediante email a los usuarios que hayan adquirido algún vuelo a un horario diferente al que se operará. ¿Pero por qué se han ofertado vuelos a horarios que no son reales? «Se debe a ajustes de slot», justifican desde la aerolínea, que está reprogramando sus rutas del año. Es decir, a «los ajustes de horario que posiblemente el aeropuerto de Madrid» tiene que hacer para que el puzle aéreo le encaje.

Los nuevos horarios, por tanto, no modificarán la ruta de las 7.30 horas, la que utilizan muchos trabajadores que por motivos laborales se trasladan en el día a Madrid. De lunes a jueves, Air Nostrum mantiene las seis «frecuencias» actuales, un total de doce vuelos diarios en ambos sentidos. Pero la mayoría de los horarios de despegue y aterrizaje se verán modificados en torno a media hora respecto a los actuales.

Según las fuentes de la aerolínea consultadas, ese primer vuelo de la mañana despegará por tanto a las 7.30. Pero los siguientes, se verán alterados desde un mínimo de 5 minutos hasta un máximo de hora y media, como ocurre en un Madrid-Hondarribia de media mañana que se operará a las 13.50 horas. Esta nueva programación que será actualizada en la página web afecta a vuelos en ambas direcciones, aunque se preservan al máximo los horarios de primera y última hora de la jornada.

Lo que está perfectamente definido por parte de Air Nostrum y de Iberia, con quien la franquicia mantiene los acuerdos de operatividad para rutas como la Hondarribia-Madrid, es que el viernes y el domingo la pantalla de vuelos programados se reduce sustancialmente. Hasta el 29 de marzo, según oferta Air Nostrum, habrá seis vuelos desde Hondarribia a Madrid, el primero a las 7.30 y el último a las 20.30. Pero una semana más tarde, el viernes 5 de abril, las opciones se reducen a cuatro conexiones. Un recorte que la aerolínea achaca al «histórico de demanda» esa jornada. Y que se notará en las conexiones que había a media mañana y media tarde.

Lo mismo ocurre en sentido opuesto. A partir de abril, los viernes se reducen dos vuelos desde Madrid a Hondarribia, y, en principio, los viajeros tendrán cuatro opciones para volar, a las 8.20, a las 13.50, a las 18.45 y a las 20.00. A esta reducción en la operatividad, se suma otra ya implantada desde hace unas semanas, la supresión de una de las cinco «frecuencias» (ida y vuelta) que el pasado año operaban los domingos. Es decir, a partir de abril, tanto los viernes, como los sábados y los domingos, la ruta Hondarribia-Madrid tendrá cuatro vuelos de ida y cuatro de vuelta. Un total de seis conexiones menos a la semana de las que había hace un año. Una oferta insuficiente a juicio de los defensores del aeropuerto, y que no contribuye a mantener su competitividad con los aeródromos que lo rodean ni con otros medios de transporte, al provocar un incremento mayor en los precios y al limitar por tanto las opciones de viaje por cuestiones de ocio, por ejemplo, más habituales el fin de semana.

La amplia horquilla de precios depende del número de vuelos disponibles y de la antelación con que se compren los billetes, dos hechos que revelan el impacto que tendrá la reducción de operaciones. Por ejemplo, aún es posible encontrar un vuelo desde 37 euros dentro de un mes, pero si el viaje está más próximo el billete sube ya a más de 300.

Los cambios en la programación del aeródromo guipuzcoano vuelven a extender sombras respecto a su operatividad. El pasado año mantuvo el tráfico de viajeros pese a la reducción de vuelos. Hondarribia cerró con un 2,7% más de viajeros, y un 7,4% menos de operaciones. Pero enero no comenzó igual de bien. Habrá que ver los números a partir de abril.