«Ha quedado claro que la víctima tuvo que demostrar que fue violada»

Nekane e Itziar, miembros de Oneka, la plataforma feminista de mujeres pensionistas que ayer se acercaron a la concentración de Donostia, se lamentaban de que la sentencia llegaba «con cierto retraso». Las dos mujeres aseguraron que «la sociedad va por delante de las decisiones de los jueces o estos van por detrás de lo que la gente exige ante casos tan graves como el de 'La Manada'. La sociedad pidió desde el principio una sentencia que les condenara por una violación, no por un abuso como sentenciaron. No entiendo a dónde estaban mirando cuando la gente se manifestó y pidió justicia ante un caso tan grave».

Según señalaron, «la gente joven no está lo suficientemente concienciada o no han cuajado las campañas de sensibilización ante temas casos el que sufrió la joven de Pamplona. La edad de los violadores lo demuestra, así como la falta de consciencia ante los 'micromachismos' que dan paso luego a casos muy graves». En su opinión, «hay que educar en valores y promoverlos para que se respete a las mujeres y las decisiones que estas tomen. Todavía quedan restos de la educación machista en la que se aceptaba la violencia machista o se silenciaba».

La noticia de la sentencia de 'La Manada' estuvo de boca en boca en la concentración convocada por Bilgune Feminista en el Boulevard donostiarra por la víctima de violencia machista del pasado lunes en Urruña. Beatriz, una donostiarra que acudió a la cita, aseguró no conocía «la ley pero está claro que se trató de una violación. Me parece mentira que haya sido necesario otro juicio para determinar que se trató de una violación y no de un abuso dada la gravedad del caso que ha tenido que llegar hasta el Tribunal Supremo para que la condena haya pasado de nueve a quince años. Eso deja claro que la manera de interpretar las leyes por unos y otros juristas es totalmente diferente, dejando claro que la ley no está claramente determinada ante un caso de violación contra una mujer».

En esta caso, según Beatriz, «queda claro que la víctima ha tenido que demostrar que fue violada porque no se le dio credibilidad a sus declaraciones. Eso me parece muy duro y creo que eso ocurre porque somos mujeres y deja en evidencia que esta sociedad en la que vivimos o el sistema social que nos rige, demuestra que nos convierte a las mujeres en objetos y como consecuencia la credibilidad de nuestra palabra es nulo o inexistente».

Por su parte, Amaia entendía que la sentencia «no hace justicia, seguramente, al dolor provocado y las consecuencias de una violación como la que sufrió esa mujer en Pamplona. Se ha cuestionado muchas cosas en torno de la mujer, olvidando a los que provocaron esa violación». La joven de Tolosaldea aseguró que «más que valorar la duración de la condena, que seguramente se verá rebajada por diferentes factores y quedará reducida a menos años de los que les corresponden, tendríamos que reparar en lo que la sentencia recoge. Ante un caso de violación tan grave, yo creo que todos los años de condena son pocos para reflejar la gravedad del caso». Amaia destacaba que habría que «tener en cuenta en lo que ha sufrido esa mujer y atender sus necesidades tras sufrir un caso de violación tan grave, para que pueda hacer frente a las consecuencias de un episodio tan grave que ha sufrido».

Ante este caso que se produjo en sanfermines de 2016, «hay que tomar medidas para que no vuelvan a producirse y para ello, es necesario un planteamiento pedagógico entre los jóvenes para prevenir y evitar una violación de estas características o cualquier otra».

Las protestas populares realizadas por los ciudadanos anónimos en favor de la víctima de la violación múltiple de 'La Manada' dieron su fruto según Amaia. «Yo creo que hay que denunciar y manifestarse en cada caso de violación o de violencia machista contra cualquier mujer. Todas las mujeres nos sentimos agredidas en cada caso que se denuncia o se conoce y sentimos empatía por cada una de ellas y por supuesto que hay que denunciar y salir, no solo las mujeres también los hombres, para que cada víctima se sienta apoyada y protegida ante la agresión que ha sufrido».

Arkaitz fue uno de los hombres que participaron en la protesta organizada por Bilgune Feminista y compartía la opinión de Amaia en torno a la necesidad de empatizar por parte ellos también con las mujeres ante cualquier tipo de agresión o caso de violencia machista. «Aquellos hombres que defendemos o reivindicamos los derechos de las mujeres nos sentimos agredidos en el caso de 'La Manada' en los sanfermines de hace tres años. No solo se sintieron agredidas las mujeres sino gran parte de esta sociedad que contamos con una mínima sensibilidad y perspectiva feminista».

«Creo que tenemos que felicitarnos por la sentencia, ya que recoge el clamor popular del caso de los sanfermines de 2016 en los que una mujer fue violada y no sufrió un abuso. Si se ha dado esta rectificación de la sentencia ha sido gracias a las movilizaciones del movimiento feminista y la presión popular que desde entonces se ha articulado socialmente. Esto demuestra que luchar merece la pena y que gracias a la presión popular se pueden cambiar las cosas, se pueden cambiar sentencias y que se ha logrado que la justicia haya sido justa», aseguró Arkaitz.