El porcentaje de alumnado vulnerable crece en toda Gipuzkoa y se acerca al 20% en infantil
Educación. ·
La llegada de familias con necesidades especiales con el curso ya avanzado incrementa la diversidad de las aulas y plantea un reto al sistema educativoLos centros escolares guipuzcoanos cuentan cada año con más alumnos vulnerables en sus aulas, no tanto porque las nuevas matriculaciones vengan cada curso protagonizadas por ... más familias desfavorecidas, algo que sí ocurre en varias comarcas, sino sobre todo porque en distintos tramos del calendario se encuentran en la necesidad de incorporar nuevos niños o niñas procedentes de otras latitudes. Hace dos años, el aula de 2 años de Gipuzkoa contaba, de media, con un índice de vulnerabilidad del 14,5%, porcentaje que dos años más tarde, ya convertida en aula de 4 años, asciende al 18,7%, con una subida de más de cuatro puntos por el camino.
El Gobierno Vasco comenzó hace dos años a medir el número de alumnos vulnerables que entraban en el sistema educativo con 2 años. Desde entonces, ha ido actualizando los datos de ese mismo curso escolar, además de registrar las nuevas entradas. Tras la acumulación de estos datos se encuentra el objetivo de equilibrar el reparto de alumnos desfavorecidos a los distintos centros escolares disponibles, unos públicos, otros concertados (Kristau Eskola o Ikastolen Elkartea).
Dentro de la zonificación de Gipuzkoa, Zumarraga-Urretxu es la localización que más ha visto crecer el número de alumnos vulnerables. En el curso 2023/24, un 22% de niños y niñas que se iniciaron en el aula de 2 años en alguno de sus tres centros fueron identificados con necesidades especiales. Dos cursos después, ahora en el aula de 4 años, el índice de vulnerabilidad del grupo es del 32,7%. Quiere esto decir que, como media, en una clase de 20 alumnos, seis o siete necesitan una atención especial por su grado de vulnerabilidad.
La proporción ha crecido de manera considerable asimismo en el área de Arrasate, que engloba a cuatro centros, donde la misma clase tenía hace dos años un índice del 23,5% y hoy, del 33,3%. No obstante, el mayor incremento en proporción lo ha sufrido Oñati, doblando el número de alumnos más necesitados, del 7,2% al 15,4%. Donibane-Lezo y Errenteria son las únicas excepciones a una subida generalizada de alumnos con dificultades, dos entornos que ya contaban con una vulnerabilidad alta hace dos años. No se conocen los casos de todos y cada uno de los municipios, dado que el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) no desvela los datos de aquellas circunscripciones con solo uno o dos centros escolares por mantener su confidencialidad.
Criterio socioeconómico
Por otra parte, tampoco es fácil categorizar o definir las condiciones para hacer semejante clasificación. Educación considera «vulnerables» a los alumnos que cumplen alguna de estas características: tienen necesidades educativas especiales, retraso madurativo, trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación, trastornos de atención o de aprendizaje, altas capacidades intelectuales, desconocimiento grave de la lengua de aprendizaje, se encuentran en situación de vulnerabilidad socioeducativa, se han incorporado tarde al sistema educativo o cuentan con condiciones personales o de historia escolar delicadas.
Sin embargo, con 2 años la mayoría de estos rasgos no son detectables, de manera que el criterio utilizado es fundamentalmente el del índice socioeconómico y cultural (ISEC) de la familia. Se pregunta a padres y madres sobre titulaciones académicas, profesiones, libros de lectura, conexión a internet, libros de consulta, literatura clásica, prensa diaria y revistas especializadas, televisión de pago, ordenadores, e-books, tablets, smartphones, automóviles, cuartos de baño y dormitorios. Todos estos elementos generan una información que acaba determinando si el alumno o alumna se puede considerar vulnerable.
Así, el índice de vulnerabilidad es inversamente proporcional a la calidad de vida del correspondiente espacio geográfico. De hecho, Hondarribia y Donostia Mendebaldea (barrios del Antiguo y Aiete fundamentalmente) presentan los porcentajes de alumnos necesitados más bajos.
Aunque la vulnerabilidad no se atribuye al cien por cien a familias procedentes del extranjero, sí que existe una relación directa. En este sentido, cabe mencionar que la presencia de estudiantes llegados de otros países se ha disparado un 120% en las aulas vascas la última década: de 19.418 alumnos en 2015 a 42.677, según el último balance oficial. En cuanto a su distribución, el curso 2022/23, último del que hay datos oficiales de la mano del Consejo Escolar de Euskadi, el 65,9% del alumnado extranjero estudiaba en la red pública y el 33,9% en la red concertada, cuando cada una de las redes escolariza aproximadamente a la mitad del alumnado.
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