«Poder disfrutar de la infancia de mis niños es una maravilla»
Se cogió la jornada reducida hace tres años y medio
Hace tres años y medio que Iker Antxia, vecino de Urretxu, se cogió la jornada reducida en el trabajo para cuidar de sus hijos. En ... aquel momento, la pequeña Sara tenía 6 años y Joanes, 9. Ahora tienen 9 y 12 años respectivamente, pero él continúa trabajando menos horas para poder hacerse cargo de ellos. «Todavía me necesitan, sobre todo Sara. Joanes ya es más independiente pero Sara necesita mi apoyo», reflexiona orgulloso de la decisión que tomó cuando su mujer tuvo que ampliar su horario laboral debido a la «gran carga de trabajo que le entró».
Ella es autónoma, «tiene un negocio familiar», y aunque siempre ha trabajado allí, hasta hace unos años su horario era más reducido. Sin embargo, cuando la carga aumentó, en casa se vieron obligados a tomar una decisión. Hasta ese momento, ni Iker ni su mujer se habían reducido la jornada. No les había hecho falta. «Pero cuando vimos que ella no podía dedicar el mismo tiempo que antes a los niños decidimos que tenía que reducirme el horario laboral», reflexiona Iker. «No nos quedaba otra».
Tras exponer su situación ante sus superiores, a Iker no le pusieron pega alguna en el trabajo. «Propuse reducirme la jornada y me lo permitieron. Al principio me dio algo de miedo, quizá más bien incertidumbre. Estaba muy a gusto en mi puedo y no sabía si pedir reducir las horas podía suponer un cambio de puesto. Pero todo hay ido bien. No me han puesto pegas y estoy muy agradecido», asegura mientras juega a las cartas con su hija Sara, uno de los planes estrella de cada tarde después de merendar.
En la actualidad, Iker trabaja cinco horas y media, desde las 9.30 horas hasta las 15.00. Después, mientras su mujer se encuentra inmersa en sus tareas, es él quien se encarga de recoger a los niños del 'cole', llevarles al parque o al deporte escolar, entre otras cosas. Normalmente, en un ambiente en el que hay tanto hombres como mujeres, si bien admite que «en ocasiones» son más las madres que se encuentra cuidando de sus hijos, en vez de padres.
La decisión «correcta»
Sea como fuere, él está feliz de la decisión tomada. «Desde el primer momento creí que era la correcta para nuestra familia. No me importó ser yo quien pidiera la reducción», insiste. «Poder disfrutar de la infancia de mis hijos junto a ellos es una maravilla». Entre otras cosas, le permite «estar más tiempo con ellos y más relajado. Antes, llegaba muy cansado del trabajo y eso no me permitía disfrutar tanto de ellos. No me apetecía jugar, por ejemplo. Ahora no me pasa eso. Paso toda la tarde con mi hija y hacemos de todo».
«El cuidado de los niños forma parte de esa organización que atañe a los dos, padre y madre»
A pesar de que en momentos puntuales Sara y Joanes se han quedado con sus aitonas, Iker y su mujer no quieren poner en compromiso a sus padres. «Tienen más nietos y una vida. Cuando lo necesitamos nos ayudan, pero nuestros hijos son nuestra responsabilidad. Además, es maravilloso poder disfrutar de su infancia», subraya. «Cada uno conocerá sus circunstancias, pero en caso de poder hacerlo lo recomiendo. Tus hijos nunca van a ser niños otra vez y no hay vuelta atrás. Hay que romper los prejuicios con ayudas a la conciliación y la reducción de jornada, que no entienden de género. Es algo totalmente normal cogerla, bien siendo mujer u hombre; no importa. La casa hay que organizarla y el cuidado de los niños forma parte de esa organización que corresponde tanto a la madre como al padre».
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