Dos jesuitas vascos suenan para suceder a Munilla como obispo de San Sebastián

Se abre por lo tanto ahora un periodo de 'interinidad', en el que Munilla permanecerá «como administrador de la diócesis de San Sebastián» hasta que la Santa Sede comunique oficialmente su sustituto. No hay plazos marcados y este tiempo puede prolongarse todavía varias semanas. Sí está la fecha del 12 febrero en el horizonte, cuando Munilla tome posesión como obispo de Orihuela-Alicante. Para entonces, ya tiene que estar atada la sucesión en Gipuzkoa.

En su intervención de ayer a mediodía, Munilla no dio pistas ayer sobre quién puede ser su sucesor o quién le gustaría que fuera. Sí lo hizo, en cambio, el que fuera obispo de Bilbao Mario Iceta. Cuando se comunicó su relevo al frente de la diócesis vizcaína él mismo situó como el candidato ideal a Joseba Segura, su entonces número dos, y que fue nombrado en el cargo el pasado octubre.

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Ya entonces, los movimientos y relevos dentro del clero vasco pusieron el foco en el siguiente cambio, el de José Ignacio Munilla. Entonces, las quinielas lo situaron como futuro obispo de Zamora. Se equivocaron de destino, pero no de que ya estaba en la parrilla de salida. También acertaron en los plazos. «Para antes de Navidad se sabrá» y así ha sido.

La sorpresa saltó ayer a primera hora de la mañana en medios digitales. La convocatoria minutos después de una rueda de prensa a mediodía en la sede del Obispado en Donostia confirmó sin decirlo la noticia. El obispo se ciñó al escrito que leyó, y también envió un mensaje a su futura comunidad religiosa en Orihuela-Alicante, a través de un vídeo. Respondió a preguntas de los medios, y apenas deslizó fuera del discurso oficial que sus mejores momentos han ocurrido fuera de foco. «Las cosas más hermosas han sucedido fuera de las cámaras. Acontecen en silencio, en el anonimato», respondió.

Sin dar pistas, sí tendió la mano a su sucesor. «Me parece clave que nos comprometamos todos los católicos a orar por esta intención con el compromiso de brindar una acogida plena a quien sea designado como próximo obispo de San Sebastián antes de conocer su nombre», pidió. Y animó a «todos los fieles diocesanos a vivir este momento en sintonía y plena comunión, sin paralizar en absoluto el ritmo de evangelización», sino al contrario, «intensificándolo», al tiempo que prosigue «la reflexión sinodal en la que estamos enmarcados».