De la «alegría» de los críticos a «la pena porque se va un hombre cercano»
La salida de José Ignacio Munilla provoca reacciones dispares en el ámbito eclesial y en la sociedad guipuzcoana, fiel reflejo de la división que ha despertado
La salida de José Ignacio Munilla provocó ayer reacciones dispares, fiel reflejo de la división que ha despertado en sus 12 años de mandato: ... de la «alegría» para los colectivos críticos, que tachan su carácter de doctrinal y le acusan de haber «roto la confianza y esperanza que había en la Diócesis», al lamento de sus defensores que le consideran «como un padre que ha trabajado muy de cerca con los nuevos sacerdotes y con los pobres».
Las reacciones
Xabier Andonegi | Párroco de San Vicente
«Ha hecho un buen trabajo en el ámbito de la cooperación»
«Desde el principio ha habido mucho conflicto, desafección y división a nivel de Gipuzkoa pero eso no quita que en su trabajo como obispo haya hecho un trabajo bueno y significativo por ejemplo en el ámbito de la cooperación y las misiones», afirma Xabier Andonegi, párroco de San Vicente en Donostia. Considera que «siempre ha sido un hombre muy entregado a los pobres; también ha sido muy cercano con las víctimas de la violencia y ha promovido esos encuentros y reconciliaciones. Además ha potenciado el ámbito de los seminaristas, tenemos más seminaristas que nunca, ha estado muy cerca de los nuevos sacerdotes, y esto es muy importante de cara al futuro». El hecho de haber realizado esta labor «de una manera callada ha propiciado que haya sido un trabajo poco conocido y lo que prevalecerá va a ser la parte doctrinal y dogmática, la que se ha hecho viral en los medios de comunicación». En este sentido, señala que «nunca ha dicho nada que no diga la Iglesia Católica pero lo dice de una manera tan guerrera y de unos modos que chocan mucho. Es un polemista nato, doctrinal, muy mediático, es fuente de expectación y en la diócesis de Gipuzkoa no ha tenido muchos amores aunque en San Sebastián hay mucha afección a él». Con su marcha, cree que se abre «una nueva fase que era bueno empezar. Tenemos que estar abiertos, esperanzados y sin miedo», expone este párroco.
Markel Olano | Diputado general
«Es una oportunidad para reconectar con Gipuzkoa»
La salida de Munilla y la llegada de una nueva persona al Obispado de San Sebastián supone, en declaraciones de la Diputación de Gipuzkoa, «una oportunidad para reconectar de nuevo con la mayoría de los feligreses de Gipuzkoa». Según traslada el ente foral, «esperamos que el nuevo obispo esté conectado con la realidad del territorio y sus necesidades. Confiamos en que sea capaz de respetar, escuchar y querer a las personas que integran la comunidad de feligresas de Gipuzkoa. Las nuestras siempre han sido una Iglesia y una comunidad muy progresistas y dinámicas; sería una pena no aprovechar esas virtudes».
Lontxo Oiarzabal | Eutsi Berrituz
«Estos 12 años han sido fatales, ha roto todo»
Lontxo Oiarzabal, participante del colectivo de sacerdotes, religiosos y laicos de Gipuzkoa Eutsi Berrituz, la noticia de la marcha del obispo Munilla le alegró el día de ayer, cuando se confirmó lo que ya venían especulando. «Ha sido una espera larguísima, han sido 12 años muy malos para la Iglesia de Gipuzkoa porque rompió toda la dinámica de las Diócesis anteriores (con Setién, Uriarte..) donde todos, también los que no éramos sacerdotes, teníamos la opción de participar y manifestar nuestras ideas y estábamos contentos». A su juicio, José Ignacio Munilla «vino con un mensaje muy claro: había que romper con la dinámica que tenía esta Diócesis y lo consiguió». Oiarzabal es tajante: «En estos años ha roto todo, sobre todo la confianza y la esperanza que había. Muchos están desanimados». De su sucesor espera que «se abran nuevos caminos donde los que pensamos distinto podamos opinar y se tengan nuestras ideas en cuenta». Asimismo, confía en que «el que venga lo haga con otro talante más humilde».
Denis Itxaso | Delegado del Gobierno
«Sus posiciones han estado muy alejadas de la mayoría»
«De entrada, mi respeto personal por el trabajo que ha desempeñado Munilla al frente de la diócesis de Gipuzkoa», expone Denis Itxaso, delegado del Gobierno en Euskadi. En su opinión, «más allá de su trabajo cotidiano con colectivos vulnerables, creo sinceramente que sus posiciones doctrinales sobre, por ejemplo, la igualdad de género o la libertad sexual, han estado muy alejadas de las tesis mayoritarias en este territorio. Y esa distancia ha agudizado el desapego hacia la Iglesia».
Mikel Ormazabal | Párroco de Hondarribia
«Ha ayudado a abrir la Iglesia a otras realidades»
«Era un padre para todos nosotros, especialmente para los sacerdotes jóvenes, por eso lo vivo con pena aunque al mismo tiempo con confianza», expresa el párroco de Hondarribia, Mikel Ormazabal. Recuerda que cuando José Ignacio Munilla fue nombrado obispo de San Sebastián, «yo no era ni seminarista, tendría unos 15 años. La visión que podía tener siendo un chaval era muy limitada pero he visto cambios a nivel de apertura eclesial. Creo que Munilla ha ayudado a abrir la Iglesia a las nuevas realidades».
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