Las inundaciones del pasado fin de semana en Gipuzkoa dejan una factura de 2,5 millones

Las lluvias se cebaron sobre todo con Errenteria, donde se recogieron 218 litros entre el viernes y el domingo, más que en todo el mes de febrero. Así lo refleja también el registro de reclamaciones recibidas por el CCS en los últimos días, que refleja que de las 93 solicitudes de indemnización presentadas, 29 proceden de Errenteria. Es decir, tres de cada diez peticiones han llegado de este municipio. La imagen de la calle Viteri con un palmo de agua será recordada los próximos meses y los efectos del aguacero en inmuebles y locales, también.

El grueso de solicitudes de indemnización ha llegado de las localidades ubicadas en la comarca de Oarsoaldea. Al margen de las reclamaciones de los errenteriarras, otras 23 han sido trasladadas desde Lezo y 15 desde Oiartzun. Las 26 restantes, se reparten entre otros 8 municipios, pero ninguno de ellos alcanza las 10 peticiones de compensación.

Según informa el director de operaciones del CCS, Alejandro Izuzquiza, un tercio de las reclamaciones corresponden a vivienda y comunidades de propietarios (32). Otras 35 se reparten entre comercios, naves o establecimientos no industriales. Tres solicitudes atañen a industrias y dos a oficinas. El resto, 21 peticiones, reclaman subsanar los daños ocasionados por el temporal en automóviles, a consecuencia de la inundación de garajes.

El Consorcio ha formado a un equipo de 7 valoradores para iniciar cuanto antes los trámites que puedan dar pie a realizar los primeros pagos a los afectados. Izuzquiza señala que «consideramos posible realizar la semana que viene los primeros pagos por transferencia bancaria a las cuentas designadas por los asegurados afectados». El director de operaciones del CCS apunta que en el plazo de 3-4 meses, como suele ser habitual, tendrán gestionada la siniestralidad del episodio «con la lógica excepción de los casos presentados con más retraso o en los que la peritación sea más compleja o falten documentos o justificantes para aportar al consorcio».

El CCS detalla que el 93% de los casos han sido recibidos a través de la llamada del afectado al centro de atención telefónica y el 5% mediante la web del consorcio. Esta entidad, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, indemniza a quienes estuvieran con el seguro en vigor el día en que se produce cualquiera de los denominados legalmente «riesgos extraordinarios», como pueden ser las inundaciones del pasado fin de semana en Gipuzkoa. La presentación de solicitudes «vía teléfono o internet son muy sencillas, rápidas y seguras ya que concluida la conversación el expediente se registra en el sistema informático del consorcio y se remite inmediatamente al asegurado el número de referencia». De ahí que la gestión de las primeras compensaciones se pueda realizar prácticamente diez días después de que tenga lugar un episodio como el acaecido la pasada semana en el territorio.

Teniendo en cuenta que la llegada de reclamaciones se suele producir de forma escalonada, el CCS estima que al final del proceso «alcanzaremos la cifra de entre 200 y 250 solicitudes, y que el coste total estará en el entorno de los 2,5 millones de euros».

Aunque la cifra de afectados es relevante y la cuantía por la que tendrá que responder el Gobierno central no es nada desdeñable, el coste que tendrán estas inundaciones se sitúa lejos de lo que tuvo que asumir el CCS en los temporales que afectaron la costa guipuzcoana en 2014 y 2016.

Los históricos temporales del invierno de 2014 dejaron un reguero de casi mil solicitudes de indemnización en la costa vasca, en concreto 935, de las cuales 642 correspondieron a Gipuzkoa. En coste, la factura de las indemnizaciones fue de 24 millones de euros, de los que 15,3 millones fueron a parar a Gipuzkoa. En 2016, por su parte, el temporal de olas registrado en febrero dejó alrededor de 200 afectados en la costa vasca, más de la mitad de ellos en territorio guipuzcoano, con un coste superior a los 6,5 millones.